sábado, 2 de junio de 2012

Capítulo 7.

- Delilah, despiértate ya que es muy tarde - dijo mi padre desde la puerta.
- ¿Y qué? - dije borde - es domingo, dejadme descan¡ES DOMINGO!
- Si y ya son las 12.
- ¿Ya? - me levanté de un salto - ¡Me tengo que ir!
- ¿A dónde? - preguntó mientras me vestía. Me puse mis vaqueros pitillos rajados con una camiseta básica y una sudadera azul marina con una "M" de Michigan en color amarillo pollo. me encantaba esa sudadera, me la trajo mi padre cuando volvió de Michigan hacía ya 10 años, me quedaba corta de mangas pero yo la usaba como si fuera una sudadera de media manga. 
- A la casa de los chicos - contesté mientras me ponía mis converse amarillas - No vendré a comer - le di un beso en la mejilla al pasar por su lado cuando salí de la habitación, cogí mi móvil, mis llaves y me fui.
Yo: "¿Paso a recogerte?
Audry Gallagher: "¿Eres retrasada mental o simplemente hibernas como los osos?"
Yo: "Lo siento, sabes que duermo mucho"
Audry Gallagher: "Llevo 1h en la casa de los chicos y todavía no han llegado, Danielle está aquí conmigo ¡ven ya!"
Guardé la blackberry para no distraerme más y anduve lo más rápido que pude hasta la parada del metro, por desgracia, tardó mucho más de lo habitual en llegar y aparecí en la casa de los chicos 1h 30 minutos después. Allí estaban Danielle y Audry charlando como si fueran amigas de toda la vida.
- Hola - saludé a las dos con dos besos - ¡cuánto tiempo sin verte, Danielle!
- Lo mismo digo, por cierto, te he visto en los escaparates de todas las tiendas de Hollister de la ciudad ¡enhorabuena! Sales preciosa.
- Muchas gracias - sonreí - me da un poco de vergüenza pero bueno, es lo que toca. ¿Tú qué? Porque no te he visto bailando en ningún show recientemente.
- Ahora mismo estoy en modo vacaciones - rió - empezaré a trabajar la semana que viene en Britain's Got Talent y algunos que otros conciertos.
- Si, bueno, yo sigo estudiando y tal, gracias por preguntar - dijo Audry provocando que nos riéramos.
- Parece que hemos tenido la misma idea - dije - ¿Y Eleanor?
- A ido al aeropuerto a recogerlos - miró al frente y se le iluminó la cara - ¡ahí vienen! - dijo señalando una furgoneta negra blindada. Aparcó delante de nosotras y los chicos se bajaron.
- ¿Qué os dije? - dijo Louis - ¡Os dije que la pesada esta estaría aquí lista para acosarnos! - dijo señalándome, luego me miró serio y tuvimos una especie de duelo de miradas a ver quién aguantaba más sin reírse, se acercó a mí, me abrazó y me dio un beso en la mejilla, luego saludó a Audry y Danielle.
- ¡Del! - Niall y Harry vinieron hacia mí y me abrazaron muy fuerte.
- Os he echado de menos - dije.
- Dirás que has echado de menos nuestro sofá - dijo Louis desde mientras que abría la puerta. En ese momento Eleanor se bajó del coche.
- Hola - sonreí y le di dos besos, ello dijo lo mismo y se fue con Louis. Los chicos cogieron sus maletas y las metieron en la casa pero no las subieron, las dejaron ahí en el salón. Pedimos al chino para que nos trajera comida y nos estuvieron contando cómo se lo habían pasado y las distintas anécdotas que habían vivido durante su estancia en USA. Después Danielle les contó lo que había hecho en ese tiempo, luego lo hizo Audry y por último, yo.
- Mañana mismo nos pasamos por Hollister - dijo Liam - eso hay que verlo.
- También estoy en la página web - inmediatamente Zayn encendió un portátil que había por ahí y se rió, provocando que todos se acercaran a verlo.
- Tío, te hemos dicho mil veces que esos vídeos no son graciosos - dijo Liam.
- Métete en Hollister, vamos - dijo Harry.
- No me metáis presión - tecleó y todos se quedaron mirando la pantalla fijamente.
- ¿Y bien? - pregunté.
- Me parece que son unos expertos en photoshop - dijo Niall.
- Necesito ir a la tienda - dijo Louis - quiero verlo en tamaño real.
- Oye - dijo Audry - ¿qué os parece si esta noche nos vamos de fiesta para celebrar que habéis vuelto? Aunque quizás querréis descansar...
- De echo - dijo Louis - yo tengo muchas ganas de fiesta.
- ¿Vamos a la discoteca de siempre? - preguntó Danielle.
- Genial - dijo Harry - así podré darme una alegría.
- Es una discoteca para adultos - dijo Liam - quizás ellas no puedan entrar.
- Si van con nosotros sí - dijo Zayn.
- Se trata de una discoteca en la que podemos estar tranquilos sin miedo de que nos acosen - dijo Eleanor al vernos perdidas - no es para famosos pero está muy bien.
- Ah, vale - dije.
- Os recojo a las 22h - dijo Harry.
Estuvimos hablando hasta que dieron las 18h, entonces decidimos irnos para tener tiempo de prepararnos y tal. No me quería arreglar mucho pero tampoco quería ir vestida de mierda así que me puse unos leggins de talle alto de cuero negro, un top blanco de mangas cortas que llegaba a la altura del ombligo y unos tacones-sandalia negros de aguja muy altos con mucha plataforma. Me alisé el pelo y me hice una especie de tupé, me di un poco de base y me puse rímel. ¿Y si iba demasiado... fresca? ¿Y si los chicos se pensaban que era una guarra? Bueno, no pensaba cambiarme de ropa así que, me daba igual lo que pensaran. Audry se plantó en mi casa en 5 minutos, iba guapísima. Llevaba unos leggins vaqueros con una camiseta rosa fluorescente holgada de estas con las que se enseña un hombro, unos taconazos negros y se había recogido el pelo en una cola de caballo.
Hazza: "Estoy en la puerta xx."
Cogimos nuestros bolsos, metimos el móvil, el monedero y un poco de maquillaje y salimos. Ahí estaba Harry, esperándonos sentado en el asiento del conductor de un cochazo negro precioso. Me senté de copiloto y Audry detrás y debo de confesar que, mientras hablábamos, no le podía quitar el ojo de encima a Harry, estaba tan sexy conduciendo con esa mirada fija en la carretera y esa sonrisa de medio lado... Tardamos bastante en llegar ya que la discoteca, que se llamaba "Soho" quedaba lejos de mi casa. Nada más entrar nos fuimos a la zona VIP y nos reunimos con el resto de los chicos, Danielle y Eleanor, todos estaban muy guapos y las chicas iban simplemente perfectas. Zayn, Harry, Niall y Audry se pasaron toda la noche en el centro de la pista bailando cada canción con una persona distinta y el resto, los que teníamos pareja, nos quedamos sentados tomando unas copas. Aunque, de vez en cuando, bailé con Nialler, Hazza y Aud.
[Narra Audry]
Estaba en la pista dándolo todo para que Zayn se fijara en mí pero no podía evitar deprimirme cuando veía que se acercaba a todas las chicas de la discoteca. Vale, sí, me gustaba un poco pero era normal ¿no? Si ya estaba enamorada de él antes de conocerlo, imaginaros como estaba después de haberlo besado. Que sí, que era un beso de mentira, un beso por trabajo, pero yo sentí algo. Lo único bueno de que me pasara toda la noche bailando con extraños era que al final me invitaban a una copa para hablar, conocí a Noah, a Will, a Sam, a Nash, a Paul, a Chris... en fin. Al cabo de unas horas me cansé y me reuní con los sosos, con los que tenían pareja y al rato, ya estábamos todos levantándonos para irnos. Danielle, Liam, Louis y Eleanor cogieron un taxi, Niall y Harry se fueron en el coche de éste y Zayn se vio obligado a pedirnos un taxi y acompañarnos a casa. Él se sentó en el asiento de copiloto dejándonos detrás a Delilah y a mí. Zayn estaba raro y se lo notaba así que aproveché que Delilah se había quedado dormida nada más que nos sentamos para hablar un poco con él.
- Parece que no está siendo la mejor noche de tu vida eeh - no sabía que decir así que saqué ese tema.
- ¿Por qué?
- Porque no te has ligado a ninguna chica y ahora estás aquí encerrado en un taxi en mitad de un atasco con nosotras, seguro que has tenido días mejores.
- Bah, eso no me importa - me giró para mirarme y añadió con una sonrisa - y aquí dentro no se está nada mal.
- ¿Y por qué estás así? No eres el de siempre.
- ¿No?
- Bueno, yo... te conozco desde hace muy poco pero yo... eh tú... eh - Zayn empezó a reírse - ¿puedo saber qué te hace tanta gracia?
- Estás monísima cuando se te lían las palabras porque estás nerviosa y no te expresas bien.
- Vaya, gracias por insultarme, creo que me lo merezco. - dije irónica.
- No te he insultado.
- Básicamente me has llamado retrasada.
- No, yo he dicho que estás muy graciosa cuando te lías y no sabes qué decir. - hubo un gran silencio - Cotilla, ¿te cuento qué me pasa o no?
- No, ya da igual.
- Verás - me ignoró - estoy así porque no me he ligado a nadie.
- Lo sabía - reí - pero yo te he visto bailando con muchas chicas.
- Pero ninguna me gustaban, todas bailaban conmigo por ser Zayn Malik.
- Yo bailaría contigo aunque fueras el borracho de la esquina - reímos.
- ¿Y a ti que te pasa? Tampoco eres la misma de siempre.
- No sé - suspiré - quizás sea porque esto me supera o quizás esté celosa de Delilah... no sé, soy rara, no me entiendo ni yo.
- Bueno, me gusta lo complicado, todo lo que me suponga un reto - sonrió y me guiñó un ojo.
- 20 de Cromwell Road - dijo el taxista después de frenar. Desperté a Delilah y entramos en su casa después de despedirnos de Zayn con un "hasta pronto". Dejé a Del en su casa y fui andando hacia la mía, por el camino estuve pensando en la conversación que acababa de tener con Zayn, había sido un momento tenso pero a la vez mágico y único. Pff. Eran las 3am y tenía que irme al colegio en 4h. Sinceramente, después de lo que había hablado con Zayn, de lo único que tenía ganas era de ir corriendo detrás del taxi y seguir hablando con él.


[Narra Delilah]
Me desperté con un dolor de cabeza enorme, o como se le suele llamar, resaca. Tenía el pelo sucio y asqueroso, estaba destrozada y lo peor era que me tocaba trabajar. Me di una larga ducha y llamé a James preguntándole si le importaría hacer el photoshoot por la tarde y no puso ningún problema así que me quedé tumbada en el sofá intentando que se pasaran los efectos de la resaca. Estaba claro que no podría ser. 
Lou: "Tenemos que hablar de lo que pasó anoche, te espero en mi casa xx."
No tenía ni puta idea de qué hablaba pero era la excusa perfecta para ir a ver a los chicos así que me puse el primer chándal que me encontré en mis cajones, mis botines, me recogí el pelo en un moño curte y me puse el beanie de colores. Me planté allí en menos de una hora y cuando llamé al timbre Louis abrió la puerta, miró a todos lados y tiró de mí hacia dentro rápidamente.
- ¿De qué va todo esto?
- ¿Cómo que de qué va todo esto? - preguntó - De lo que pasó ayer.
- No sé de qué coño me hablas.
- ¿Qué? ¿Cómo se te puede haber olvidado?
- Bebí mucho, de echo tengo un resacón insoportable.
- ¿En serio que no te acuerdas?
- No, pero si no me dices de qué se trata no sabré de que me hablas.
- Nada, nada - suspiró aliviado - era una tontería.
- ¿Para esto me haces venir? - me senté en el sofá - Pues ahora me quedaré aquí toda la mañana.
- Me lo suponía - reímos.
- ¿Y los chicos?
- Durmiendo, yo debería estar igual pero me he desvelado.
- Ah, oye, ¿me traes algo para desayunar?.
- No entiendo cómo puedes estar así de bien con todo lo que comes - dijo mientras me traía unas magdalenas. - Por cierto ¿hoy no trabajas?
- Sí pero he llamado para hacer el photoshoot por la tarde pero en fin, llamaré para decirles que voy ahora.
- Eso, así puedo acompañarte y veo la tienda - se levantó - voy a vestirme - subió hacia su habitación así que aproveché para llamar a James, al que le encantó que hubiera decidido hacerlo ahora. Nada más que colgué apareció Louis con un chándal que me sonaba de habérselo visto en varias fotos y su beanie gris de toda la vida. Cogió el móvil, las llaves, la cartera y salimos. Decidimos ir en su coche para no liar una en el metro así que nos montamos en su Porsche negro, era precioso, moderno y elegante. Si Harry era sexy conduciendo, Louis era el Dios del sexo en persona, conducía con la música alta y cantando desafinando, daba golpecitos en el volante y siempre sonreía. Llegamos a Hollister en menos de media hora, aparcó en la misma puerta para no tener que andar mucho y que no nos viera la gente. Cuando entramos, pasamos directamente a la sala de las fotos, donde nos esperaban James, Mark y los fotógrafos.
- ¡Delilah! - James me dio dos besos - ¿qué te ha hecho cambiar de opinión?
- Este hombre - señalé a Louis - ¿se puede quedar a ver el photoshoot?
- Claro, sin problemas - dijo James con una sonrisa - soy James, encantado.
- Louis - se dieron la mano cordialmente - encantado.
- ¡Delilah Harper! - dijo Mark desde la otra punta - acércate, toca trabajar. - James, Louis y yo nos acercamos a él y nos explicó de qué iría la sesión de hoy - Hoy toca la colección "Blue Navy", se trata de 22 conjuntos con motivo marinero - a Louis se le dibujó una sonrisa en la cara - ¿lista?
- Claro - me fui al vestidor y me acercaron las perchas con los 22 conjuntos, mis favoritos fueron dos: el primero era una camiseta azul marina de media manga con el dibujo de un ancla en el centro y que dejaba un poco de barriga al descubierto, unos shorts vaqueros normales y unos Toms azules marinos. Para hacerme la foto me dejaron el pelo suelto, no me maquillaron y me hicieron posar como si me apartara el pelo de la cara. El segundo era un vestido de tirantas azul marino, la parte de arriba era de encaje y la falda tenía rayas blancas, llevaba una soga blanca a modo de cinturón y la espalda la dejaba al descubierto. Me dejaron el pelo suelto, me pusieron gafas de sol de aviador y unos taconazos marrones claros, me dieron un maxi bolso del mismo color y me hicieron andar por el photoshoot para hacerme una foto y que pareciera que paseaba tranquilamente.
El resto de ropa que formaba la colección eran todas de rayas. Al terminar la sesión de fotos me pagaron y me dieron el sobre con las fotos y nos fuimos.
- ¿A dónde te llevo? - preguntó Louis al montarnos en el coche.
- Mm - pensé - mejor que me lleves a mi casa y así descanso, por la tarde me pasaré por vuestra casa.
- Me parece bien ¿dónde vives?
- En el 20 de Cromwell Road.
- ¡Rumbo al 20 de Cromwell Road! - puso el coche en marcha - Creía que eso de ser modelo era más fácil.
- Pues ya ves que no, eso de dar con la postura que el fotógrafo pide es complicado.
- Tienen suerte de tenerte - dijo - toda la ropa te queda genial y eso hace que la gente quiera probársela.
- Gracias - sonreí. Seguimos hablando de cosas sin sentido que no venían a cuento hasta que llegamos a mi casa - Muchas gracias por traerme.
- No hay de qué - sonrió - nos vemos luego.
- Adiós - le di un beso en la mejilla y me bajé del coche. La tarde pasó como una más, aburrida y monótona y, por si fuera poco, se me olvidó ir a la casa de los chicos así que me aburrí más todavía.


Era miércoles 13 de febrero y los chicos se iba a París, volverían el 15 pero los echaría mucho de menos, muchísimo. Audry no pudo ir a despedirse porque tenía instituto así que yo fui por las dos, como siempre fue en la casa de los chicos ya que no querían meterme en un lío y como siempre, fue muy triste porque las despedidas siempre son tristes. Después de despedirlos me fui a trabajar, la colección de hoy se llamaba "Acid Wash" y no entendía por qué se llamaba así si los tonos eran pastel. No me gustó ningún conjunto, ese día todo me parecía feo y triste. Al terminar fui a recoger a Ronnie y a Audry del instituto.
- Los chicos estaban muy tristes por no despedirse de ti - dije.
- ¿Despedirse? ¿Se han ido? ¿A dónde? - preguntó histérica.
- ¿No te acuerdas? Hoy se iban a París, vuelven el viernes.
- Zayn no me ha dicho nada - dijo triste - pero vamos, yo paso de ese imbécil - añadió con una sonrisa frozada - Por cierto, este sábado vamos sin falta a comprar ropa que allá por donde vaya siempre veo a chicas con ropa de Hollister y me muero de envidia.
- De acuerdo - reí - ¿sabéis? estoy un poco harta del trabajo, parece que no pero cansa mucho.
- Ni se te ocurra dejarlo - dijo Ronnie - todavía no eres famosa, acabas de empezar, tendrás que aguantar un poco más. - Audry me miró en plan "Eso es por lo que no me gusta Ronnie", me lanzaba esas miradas siempre y no me gustaba, no me gustaba porque yo quería mucho a Ronnie y ella tendría que aprender a quererlo o, por lo menos, a aceptarlo. - ¿Mañana tienes el día libre?
- Sí ¿por?
- Porque es San Valentín y había pensado hacer algo - contestó guiñándome un ojo.
- ¿El qué?
- No te lo puedo decir, tiene que ser sorpresa.
- Dímelo.
- No.
- Dímelo.
- Que no.
- Delilah, no te lo va a decir porque todavía no ha pensado nada - exclamó Audry molesta - y hacedme el favor de no ser tan pastelosos delante mío porque estoy un poco mal ¿vale?
- Sí tengo algo preparado y haré con Delilah lo que quiera y cuando quiera - dijo Ronnie - No es mi culpa que tú no tengas novio.
- Me voy, paso de esta mierda - aceleró sus pasos y nos adelantó.
- ¡Audry, vuelve! - grité.
- Déjala tranquila, es lo mejor - hice caso a Ronnie y me quedé con él. Cuando llegué a mi casa comí y me tumbé en la cama a descansar, estaba agotada pero no sabía por qué, quizás era que pensaba que ser modelo era un cachondeo y ahora veía que no, que era muy serio. Un PING me sacó de mis pensamientos.
Lou: "Del, necesito tu ayuda"
Lou: "PING"
Yo: "Dime"
Lou: "Mañana es San Valentín"
Yo: "Lo sé"
Lou: "¿Qué le puedo regalar a Eleanor?"
Yo: "No sé, no la conozco lo suficiente como para decirte eso pero a todas las chicas nos gusta una cenita romántica"
Lou: "Del, ¿estás en mi casa ahora mismo?"
Yo: "No"
Lou: "¿Por qué?
Yo: "Porque estáis en París"
Lou: "Pues por eso no puedo preparar una cena romántica para Els"
Yo: "Ups! No había caído haha"
Yo: "No sé... mándale un SMS bonito o llámala y dile lo mucho que la quieres, cómprale algo de allí y se lo das cuando vuelvas"
Lou: "Buena idea, gracias Del ¡te debo una! xx"
Lou: "Por cierto, ¿qué te parece si me cambio el nombre del chat a "Tommo"?"
Yo: "Genial"
Tommo: "¡Hecho! Gracias de nuevo, te quiero xx"
Yo: "No hay de qué, miss you xx"
¿En serio Louis no sabía qué regalarle a su novia? Era su novia, se supone que la conoce y sabe lo que le gusta. Yo por ejemplo le había comprado a Ronnie unas botas de esas para jugar al fútbol, las de Cristiano Ronaldo, las últimas que habían salido. En ese momento otra PING me sacó de mis pensamientos.
Zayn: "Delilah, tienes que ayudarme"
Yo: "Por lo visto debo ayudar a todo el mundo"
Zayn: "¿Qué? No entiendo a qué viene eso pero necesito que me digas qué le regalo a Audry por San Valentín"
Yo: "¿Te gusta Audry?
Zayn: "¿Qué? ¡No haha! Es que quiero tener un detalle con ella por portarme como un capullo"
Yo: "Cómprale galletas Oreo, le encantan"
Zayn: "¿Estás de coña? ¿Cómo le voy a comprar galletas para pedirle perdón?
Yo: "Hazme caso, le gustan tanto que olvida todo cuando las come"
Zayn: "Espero que no me estés vacilando, gracias xx"
Yo: "De nada xx."
Cuando no los conocía no pensaba que Zayn fuera tan arrogante, es más, pensaba que lo era Harry pero estaba claro que no. 


14 de febrero. Estaba muy nerviosa por saber qué había preparado Ronnie así que fui a recogerlo al instituto. Mientras que esperaba me encontré con Audry y le conté lo que hablé con Zayn, no la parte en la que me dijo que no le gustaba, sino en la que me decía que quería tener un detallito con ella. La cara de Aud era un poema, estaba súper emocionada así que se fue corriendo a su casa por si Zayn le había mandado algo por correo. Cuando Ronnie salió empezamos a andar sin rumbo.
- ¿Qué tenías planeado? - pregunté.
- Si te soy sincero, no he pensado nada en especial pero podríamos ir a comer a algún sitio.
- ¿Nando's?
- No, eso es muy caro ¿qué te parece el McDonald's?
- Bueno, está bien. - No, no estaba bien. Eso era una mierda, estaba muy enfadada y decepcionada con él pero tenía la esperanza de que me estuviera mintiendo para que la sorpresa fuera mayor. A veces tenía la sensación de que yo tenía 10 años más que él y eso que él era mayor que yo varios meses. Yo era muy inmadura, muchísimo, pero sabía cuando había que dejar el cachondeo y la inmadurez a un lado y comportarse como un persona de mi edad. Ronnie no, no lo sabía. Y yo tenía la sensación de que salía con un niño de 8 años pero claro, no podía hacer nada, no quería hacer nada porque le quería.
- ¿Qué quieres? - preguntó una vez que nos sentamos.
- Nuggets de nueve unidades.
- ¿Te importa si te pido un Happy Meal y una hamburguesa de un euro? Es que no tengo mucho presupuesto.
- Si quieres invito yo - dije.
- Menos mal, esperaba que dijeras eso - rió. A mí no me hizo ninguna gracia, lo dije para que él dijera algo como "No no, pago yo" pero no fue así. Un decepción más. Al cabo de unos minutos trajo una bandeja con patatas, dos refrescos y tres hamburguesas - Han sido 20 libras. - me devolvió el cambio.
- ¿Y mis nuggets?
- ¡Hostias! ¡Se me había olvidado! Te he pedido un McPollo, lo siento.
- No pasa nada, también me gusta - mentira, no me gustaba pero no quería que se sintiera mal, se había olvidado y ya está, eso le podía pasar a cualquiera. - Bueno, tengo un regalo para ti - dije cuando terminamos de comer y recogimos todo.
- ¿De qué se trata?
- Míralo tú mismo - le di la bolsa, sacó la caja de zapatos y cogió las botas con una gran sonrisa, como si fuera un niño pequeño descubriendo sus regalos bajo el árbol de Navidad.
- ¡Muchas gracias Delilah! - se estiró y me dio un piquito - Te habrán costado mucho.
- La verdad es que sí.
- Muchas gracias, eres la mejor novia del mundo. - me quedé mirándolo esperando mi regalo y entonces reaccionó - No te he podido comprar nada, es que he estado liado con los exámenes y los partidos y no he podido.
- Está bien, no importa.
- Sí importa, toma te doy 10 libras para que te compres lo que quieras - ¿10 libras? ¿10 libras? ¡Yo me había gastado 150 libras en esas malditas botas y otras 20 en este maldito almuerzo!
- Gracias - me sentía estúpida, muy estúpida pero a la vez lo entendía. Quizás yo estaba siendo un poco egoísta porque yo tenía mucho tiempo libre pero él no. Nos fuimos del local y me acompañó a casa. - Hasta mañana, te llamo luego - nos dimos un pico y entré en mi casa, subí inmediatamente hasta mi habitación, me tiré en la cama y me conecté a Twitter desde el portátil. Mis seguidores habían ascendido mucho desde la última vez que me conecté, ya tenía más de 50.000 así que twitteé "Gracias por seguirme ¡+50.000 seguidores guau! Os quiero xx.". Entonces mis menciones se volvieron locas y se llenaron de chicas mandándome fotos con la ropa que se habían comprado en Hollister, me parecía increíble, me trataban como si fuera famosa y eso me gustaba. "Muchas gracias por las fotos que me mandáis de la ropa que os habéis comprado, sois preciosas xx" "Por cierto, ¡feliz San Valentín a todos! xx"
- ¡Del! - gritó mi hermana desde el salón.
- ¿Qué quieres, Summer?
- ¡Han traído algo para ti! - Me levanté rápidamente y bajé las escaleras pensando que quizás Ronnie me había tomado el pelo para darme una sorpresa. Cuando me planté al lado de mi hermana, ella sostenía una docena de tulipanes amarillos preciosos que olían genial y eso me extrañó porque esas flores no son típicas de aquí sino de Holanda, Alemania, Francia... esa zona de Europa. Cogí las flores y subí las escaleras - ¡se te ha caído la nota! - gritó Summer. Volví, la cogí y subí. Al llegar a mi habitación las puse en un jarrón al lado de mi mesita de noche y leí la tarjeta "Para nuestra mejor amiga, la persona que alegra e ilumina nuestra casa cada vez que nos visita, te queremos Niall, Harry y Louis. PD: miss you xx."

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