domingo, 30 de septiembre de 2012

Capítulo 46.

"Él ya sabía que era una chica con los labios besados, que era demasiado loca y divertida para él, que se podía derrumbar de un momento a otro pero en menos de una décima de segundo le daba esa puta venada de felicidad que le cambiaba el día. Sabía que ella no le tenía miedo a la vida porque había aprendido a reírse de ella, que si lloraba era porque quería y no porque le hubiesen hecho daño. Sabía que tenía miedo a las alturas porque más de una vez había estado a tres metros sobre el cielo y había acabado estrellándose contra el suelo. Sabía que sus sueños se habían roto mil veces y ella había dedicado las noches frescas de verano en unir los pedazos, que nada ni nadie consiguió nunca borrarle esa sonrisa jodidamente perfecta de la cara. Ya sabía que todo era contrario a él, que él era como las locuras de los sábados noches y ella como una fría tarde de domingo, que ella ni siquiera se preocupaba de su presente y él vivía planeando su futuro y recordando su pasado, que ella era el sur y él hacía mucho tiempo que había perdido el norte. Y, aunque lo sabía, allí estaba él, mirándola como un idiota. Enamorado hasta las trancas."

[Narra Dels]
Amanecí en el suelo, como cada vez que dormía con Louis en los viejos tiempos. Me levanté y miré a la cama pero Louis no estaba. Intenté recordar qué había pasado la noche anterior pero no lo logré así que me levanté y bajé al salón. Allí ya estaban Niall, Liam y Louis, que cuando me acerqué para darle un beso en la mejilla se levantó como esquivándome y se fue escaleras arriba.
- ¿Alguien sabe que le pasa?
- No - dijo Liam.
- ¿Niall? - pregunté sentándome a su lado.
- ¿Tortitas o tostadas?
- Niall, sabes algo, estoy segura.
- Bueno, algo nos ha contado - dijo - Ha dicho que ayer intentaste acostarte con él y que ahora siente que habéis dado un enorme paso hacia atrás y que todo es muy incómodo.
- ¡Seré guarra! Pero, ¿por qué dejasteis que durmiera con él? ¿Por qué no propusiste que durmiera contigo?
- Porque Harry tiene razón, eres como una estufa y te mueves demasiado.
- ¿Qué decís de mí? - se acercó y me dio un beso en la cabeza.
- Nada, nada.
- Audry y tú deberíais veniros con nosotros al tour.
- ¿Y Danielle? - los chicos se miraron.
- Danielle no puede, tiene trabajo esta semana.
- Ah.
- ¿Vendrías o no?
- No sé si estaría bien, las cosas se han vuelto muy incómodas entre Lou y yo otra vez.
- Vente, todo será más divertido.
- Bueno, está bien, hablaré con Nick - me levanté y cogí el móvil - Díselo a Audry cuando baje - salí al jardín para tener más privacidad.

[Narra Louis]
Era obvio que estaba huyendo de Dels. No porque la noche anterior intentara acostarse conmigo, eso me encantó, sino porque necesitaba pensar en qué me estaba pasando. Delilah me había atraído siempre, incluso cuando ya lo habíamos dejado ¿a quién no, joder? Solo había que mirarla para que te enamoraras y yo la miraba todos los días. ¿Y si estaba recayendo? ¿Y si volvía a sentir algo por ella? Si eso era así, debería saber si ella sentía más o menos lo mismo o si tenía posibilidades de volver con ella antes de que el sentimiento evolucionara a algo más que una simple atracción sexual.
- Vale, ¿habéis entendido el plan? - le pregunté a Liam, Harry y Niall cuando bajé. Dels estaba hablando por teléfono en el jardín así que aproveché para hacer un plan y así saber si tenía posibilidades o no. 
- Pero, ¿cómo es posible que te guste de nuevo?
- No creo que me guste, creo que por lo que pasó ayer... no sé, despertó algo en mí.
- O quizás es que estás celoso y solo la quieres para ti - dijo Liam. Quizás llevara razón, quizás me estaba comportando como un niño pequeño y egoísta. Vi cómo Dels se guardó el móvil y se dirigió al salón.
- Bien, recordad el plan - Niall, Harry y yo nos sentamos en el sofá de forma que yo quedé entre los dos. Dels entró y la miré de arriba a abajo. Dios, esos pantalones de pijama cortos y esa camiseta ajustada le quedaba genial, encima tenía el pelo recogido en un moño medio destrozado y cuando se ponía de espaldas se le veía el tatuaje que tenía en el cuello, ese de "forever young". Mierda, estaba buena. Sabía que Dels no me gustaba en plan para salir de nuevo, pero también sabía que si seguía así todo cambiaría, que me enamoraría de ella sin remedio.
- Dels, casi se me olvida - Harry cogió su móvil y empezó con el plan - Un entrevistador de... Sugarscape quiere saber si responderías algunas preguntas. Quieren saber cómo es eso de ser tan amiga de One Direction. - El plan perfecto ¿verdad? Era un genio. Me di un palmadita mental en la espalda y la miré.
- Oh - dio una palmada y buscó sitio en el sofá. Nada. Así que se sentó en el regazo de Harry pero poniendo sus piernas encima del mío. - Suena divertido, hace mucho que no hago una entrevista.
- Harry, ¿no te habían dado una lista de preguntas para que se las preguntaras por ellos? - preguntó Niall y Harry fingió que casi se le había olvidado.
- ¡Es verdad! Hay cinco preguntas, ¿vale? - ella asintió - Primera pregunta: ¿con cuál de nosotros piensas que estás más unida?
- Estoy unida con todos, cada uno estáis ahí para algo. Me acerco a Lou cuando necesito divertirme - sonreí - voy a Liam si quiero un consejo... no sé, os quiero mucho a todos. - Harry asintió y fingió escribir la respuesta en su móvil.
- Si fueras a salir con alguno de nosotros, ¿con quién sería? - entonces mi corazón se aceleró.
- Pensé que era una entrevista sobre...
- Solo responde, Sugarscape hace preguntas raras - Liam la interrumpió y me guiñó un ojo, yo le dije "gracias" con los labios.
- Bueno, yo... Niall - dijo sonrojándose. Niall me miró confundido, luego la miró a ella y sonrió.
- Ooh gracias.
- Voy a... a hacer las maletas - me levanté y ella se sentó rápidamente en el sitio que había dejado libre.
- Vale - dijo sonriendo. Me había llevado un gran palo pero por lo menos así ya sabía que debía dejar de pensar en ella para que mis sentimientos no se hicieran más fuertes.

[Narra Dels]
A Nick le había molestado un poco eso de que me fuera a ir todo el verano con ellos y en parte lo entendía porque vale que no estuviéramos juntos pero sí nos habíamos besado, entonces quedaba la incertidumbre de saber si lo nuestro funcionaría o no. Le dije que el vuelo salía en unas horas y me dijo que le llamara nada más aterrizar para estar seguro de que había llegado bien.
- Yo debería ir a hacer las maletas también - me levanté y subí a mi habitación. Antes de entrar en ella, me crucé a Audry y a Zayn por el pasillo así que les conté la idea.
- ¡Qué bien! - exclamó Zayn - entonces, ¿venís?
- Yo sí.
- Yo no, tengo que ir a Irlanda a ver a mi madre, pasaré una semana con ella y luego iré a USA para estar con vosotros.
- ¿Por qué no viene ella a Londres? - pregunté.
- Porque me apetecía ir a Irlanda, es preciosa.
- Nunca he ido así que...
- ¿Que nunca has ido? - preguntó Zayn.
- Y no creo que vaya porque no se me ha perdido nada allí. - Me equivocaba, años después fui a Dublín para asistir a la boda de Audry pero eso es otra historia. - Bueno, voy a hacer las maletas.
Horas después ya estábamos los chicos y yo subidos en un avión con destino a Washington DC. El vuelo se me hizo eterno ya que no pude dormir ¿por qué? Porque no dejaba de mirar a Louis, que estaba sentado al otro lado del pasillo con Harry, lo miraba embobada. No podía quitar mis ojos de sus labios, sus ojos, su pelo...
Al llegar eran las 18h, lo que significaba que en Londres eran las 12pm así que decidí no llamar a Nick para que descansara. Nada más aterrizar, nos montamos en el tour bus y fuimos a un hotel. Allí decidimos pasar el resto del día durmiendo para evitar el jetlag y así que los chicos estuvieran frescos para la entrevista del día siguiente.
- A ver, hay tres habitaciones matrimoniales así que tenemos que formar parejas. - dijo Liam.
- ¡Yo con Niall! - exclamó Harry.
- ¿Por qué no te pones conmigo? - preguntó Louis.
- Tío, es que te mueves mucho en la cama, eres igual que Dels.
- Está bien - suspiró - entonces yo voy con Zayn.
- De eso nada, me lo pedí en el avión - dijo Liam.
- ¿Ya sabías que tendríamos que repartirnos y no nos lo has dicho? Eso es juego sucio, Payne, muy sucio.
- No pasa nada, Lou - le puse la mano en el hombro y noté que se estremeció - Nos ha tocado juntos y ya está, no pasa nada. - A juzgar por la sonrisa que tenían los chicos en la cara, parecía que lo habían hecho queriendo pero no le di más vueltas. Subimos a nuestras habitaciones, dejamos las maletas y nos dejamos caer en la cama.

Al día siguiente nos despertaron muy temprano. El momento de despertarse fue muy incómodo ya que nos dimos cuenta de que habíamos dormido abrazados así que nos levantamos rápidamente y, sin dirigirnos la palabra, nos duchamos por turnos y nos vestimos. Sí, yo iba a la entrevista pero no iba a aparecer, no iba a ser entrevistada, me iba a quedar en el backstage junto a Paul y los demás que viajaban con nosotros.
Los chicos fueron en chándal pero allí el equipo de estilismo les puso ropa con los mismos tonos, los peinaron y los maquillaron. Yo fui en shorts vaqueros con un crop top de Batman, unas converse negras y el pelo recogido en una larga trenza de raíz.
Les hicieron preguntas sobre todos sus álbumes y su carrera en general y, antes de pasar al ámbito personal, les preguntaron por qué no iban a hacer más tours por USA.
- Bueno, no es que tengamos nada en contra de USA, todo lo contrario - dijo Niall.
- Básicamente es que somos más mayores y no creemos que nuestra música vaya a triunfar tanto como antes aquí - dijo Harry.
- De todas formas, haremos algunos conciertos esporádicos al año, esto no es una adiós definitivo - dijo Liam.
- Pero seguiremos haciendo tours por Europa - añadió Zayn.
- Zayn, contigo quería yo hablar.
- Ay madre - murmuró Zayn.
- ¿Cómo te va con tu chica?
- Genial - sonrió y sus ojos brillaron - llevamos viviendo juntos un año y todo va fenomenal.
- Me alegro, ¿cómo está? 
- Muy bien y muy contenta porque ha conseguido aprobar el segundo curso de medicina y todo le va genial.
- Me alegro - la presentadora sonrió - ¿Y tú, Louis?
- ¿Yo qué?
- Hace mucho que hay rumores de que estabas con una chica rubia muy guapa.
- Y lo estaba pero lo dejamos hace unos días.
- No me digas ¿y eso?
- Es una historia muy larga.
- ¿Por qué no hiciste pública la relación?
- No lo sé, quizás porque siempre supe que lo nuestro no era muy serio.
- ¿Y hay alguien en tu corazón o además de soltero estás libre?
- En mi corazón hay mucha gente.
- Pero, ¿hay alguna chica?
- Verás, Kate - se puso recto - ¿te puedo llamar Kate?
- Sí, sí - dijo la presentadora después de reírse.
- La única chica que hay en mi corazón sabe perfectamente que está ahí desde que nos conocimos y que siempre estará ahí pase lo que pase - me miró - que no importa el tiempo ni las personas, siempre la querré - ¿Había dicho pensando en mí? Si era así, ¿por qué? ¿Y si yo le gustaba? No, no podía ser, había cortado con Ashley hacía solo unos días, no podía pensar en mí de esa forma. Y si lo hacía, ¿por qué me había sonrojado? ¿Por qué mi corazón se había acelerado? ¿No sería que a mí también...? No, no y no. Louis y yo ya habíamos estado juntos y lo nuestro era imposible porque buscábamos dos cosas completamente distintas. Además estaba Nick. Mierda. No lo había llamado, ni siquiera había pensado en él ¿por qué? ¿Por qué no había dedicado un segundo de mi tiempo a pensar en él si se supone que era él quién me gustaba? Había vivido eso hacía dos años, esa indecisión entre dos personas, solo que era entre Louis y Noah y ahora era entre Louis y Nick ¿qué mierdas hacía? ¿Me volvía a Londres o seguía como si nada?
Sin darme cuenta, la entrevista ya había acabado así que salí de mis pensamientos cuando Louis pasó su brazo por mis hombros y me dio un beso en la cabeza. Me estremecí. Vaya mierda de sentimientos y vaya mierda de todo, joder. Lo miré, sonreí y salimos del edificio. Fuera había un montón de gente de 16 hasta 20 años gritando y pidiendo fotos, los chicos se pararon con algunas y luego nos volvimos al hotel. Había decidido fingir que no me había dado por aludida pero es que no podía más, necesitaba hablar con él.
- Oye, Dels, tengo que hablar contigo - dijo nada más que cerró la puerta de nuestra habitación. Me imaginaba por dónde iban a ir los tiros así que me senté y di unos toquecitos en la cama para que se sentara a mi lado - Cuando volviste de Nueva York en diciembre abrí los ojos, me dí cuenta que no siempre iba a tener lo que quería. Me has hecho darme cuenta que he sido un auténtico gilipollas hasta ahora, me has atrapado en tus redes y has hecho que lo prohibido sea deseable.
- ¿Lo prohibido?
- Sí, sé que lo nuestro no tiene ni pies ni cabeza porque, aunque somos almas gemelas, buscamos cosas completamente diferentes pero es que... empiezo a creer que me gustas de nuevo.
- Lou, sabemos de qué va la cosa así que es mejor que te olvides de lo que sientes - no quise decirle que yo empezaba a sentir lo mismo.
- ¿Por qué te cierras en banda sin ni siquiera intentarlo?
- ¿Para qué intentarlo si ya sabemos qué va a pasar?
- Podrás negarlo, pero sé perfectamente que piensas igual que yo e incluso diría que empiezas a sentir lo mismo.
- No, no sabes nada de mí, Lou.
- Tienes miedo a toda clase de animales; sólo te gustan las patatas caseras, nada de las congeladas; y cuando estás nerviosa te gusta pellizcar la mano a la persona que tengas al lado, que sonríes día sí y noche también, que te gusta Maroon 5, Chris Brown y Bruno Mars por encima de todo y de todos, que cuando algo no te gusta levantas la ceja derecha y que casi siempre te muerdes el labio. - Me miró y yo le miré fascinada - Te gusta muchísimo hablar de todo menos de tus sentimientos, tienes muy poca paciencia y eres altamente irritable. Pero me da igual, me da igual todo porque me gustan tus defectos y tus virtudes pero son tus defectos los que me enamoran. 
- Eres el capullo más grande que he conocido en toda mi vida.
- Dels, quiero que me mires a los ojos y me digas que me quieres, que siempre me has querido y que nunca dejarás de hacerlo, que volveremos a intentarlo pero que esta vez no se terminará por esa única cosa que no tenemos en común, sino que dejaremos que el tiempo nos lleve a donde nos tenga que llevar. - Me moría por decírselo pero no podía emitir ningún sonido, algo me impedía decir lo que sentía. El miedo a que todo volviera a salir mal. - Entonces, ¿qué dices?

sábado, 29 de septiembre de 2012

Capítulo 45.

[Narra Delilah]
------- CONVERSACIÓN TELEFÓNICA ----------
- ¿Sí? - dije sin ni siquiera abrir los ojos.
- Delilah, soy Nick, el de Nando's ¿te he despertado? Lo siento. - me incorporé nada más que dijo "Nick".
- No, no te preocupes.
- Tienes voz de dormida, no me engañas. - reí - Y una risa preciosa.
- Gracias - sonreí.
- Bueno, llamaba para decirte que mañana tengo la tarde libre y para preguntarte si te apetecería salir a pasear.
- ¿A pasear?
- O a lo que quieras.
- No, pasear suena bien.
- Perfecto, ¿paso a recogerte mañana a las 16h?
- Sí, a las 16h sería genial.
- Vale, nos vemos mañana.
- Hasta mañana.
------- FIN DE LA CONVERSACIÓN -------------
Me puse de pie en la cama y empecé a saltar. No sabía por qué pero estaba muy contenta. Bueno, quizás fuera porque era un chico muy guapo y, sobre todo, porque no era famoso ni lo había sido. Por fin tenía la oportunidad de salir con alguien normal y corriente. Niall pasó por delante de mi habitación, me vio saltando y se unió a mí.
- ¿Por qué saltamos?
- Porque estamos contentos.
- ¿Por qué?
- Porque voy a tener una cita con Nick.
- ¿Con quién?
- Con el de Nando's.
- ¡Nando's gratis! - reí.
- No te hagas ilusiones - paré de saltar y me senté, Niall hizo lo mismo - ¿Y con Arizona qué? ¿Habéis quedado de nuevo?
- Sí, mañana por la noche y estoy bastante nervioso porque tendré que decirle que me piro dos meses a US.
- Eso son tonterías.
- Dels, nuestra relación no es formal, ni siquiera es una relación así que si me voy dos meses quizás se busque a otro rubio sexy con el que quedar.
- Tú eres tonto ¿verdad? Debes de serlo. - rió - No te preocupes, ya verás como lo comprende y te espera.
- Ni siquiera sé si le gusto, Dels.
- Claro que le gustas, si no, no hubiera quedado más veces contigo arriesgándose a que empezaran rumores extraños.
- Bueno, cambiemos de tema porque me hago ilusiones y no quiero estrellarme. - carraspeó - ¿Qué vas a ponerte para la cita?
- ¡Oh Dios! ¡Es verdad! - me levanté de un brinco y abrí el armario - ¡No tengo nada que ponerme! ¿Qué hago?
- ¿Por qué no llamas a Danielle y a Audry y os vais juntas de compras?
- ¡Eh! Tengo una idea, ¿y si llamo a Audry y a Danielle y nos vamos juntas de compras?
- ¡Qué buena idea! Ellas seguro que saben aconsejarte bien. Hay que ver qué lista eres eeh. - Salimos de mi habitación y fuimos abajo a desayunar, un rato después, llamé a las chicas. Habíamos quedado en Marble Arch a las 15h así que todavía tenía mucho tiempo para pensar qué ropa comprarme.
Eran ya las 17:42h y estábamos cansadas y cargadas de bolsas así que decidimos ir a un Starbucks para tomar algo y descansar.
- ¿Qué queréis vosotras?
- Frapuccino de mango - dijo Danielle - pero no te preocupes, yo voy a pedirlo.
- No, mejor que lo pida yo que cuando digan me nombre llamará menos la atención.
- Tienes razón.
- ¿Y tú, Delilah?
- Capuccino de vainilla, gracias. - Audry se alejó y se fue a la barra. Entonces Danielle se inclinó en mi dirección y agudizó la vista.
- ¿Esa no es...?
- ¿Quién? - me giré, miré y miré a Danielle escandalizada - ¡No puede ser!
- Eres muy descarada.
- Lo siento - reí - pero es que me picaba la curiosidad. - me levanté - Voy a decírselo a Audry ahora mismo, tú sigue mirando a ver qué pasa. - Fui a la barra y me acerqué a Audry, que justo en ese momento había recogido lo que habíamos pedido. - Tía, mira - le señalé el sitio y entonces me miró flipada.
- ¿Qué cojones? - aceleró el paso y se sentó al lado de Danielle para tener visionado directo con lo que estaba pasando. - ¡Oh Dios mío!
- ¿Qué pasa?
- ¡Qué fuerte!
- ¿Qué pasa? Joder, ¿por qué estoy de espaldas?
- Vale, gírate pero con disimulo - me giré con un descaro máximo y miré la escena. Me quedé en blanco. ¿Cómo podía estar pasando eso? Sin pensarlo, me levanté y me acerqué a ellos.
- Hola, Ashley - sonreí falsamente - ¿se puede saber por qué coño te estás liando con un tío que no es Louis?
- ¿Y a ti qué te importa?
- ¿Que qué me importa? ¡Es mi mejor amigo!
- Creí haberle dicho que se alejara de ti.
- Pues vaya cosa, él cree que le quieres.
- No se lo dirás.
- Claro que lo haré.
- No te creerá.
- Eso ya lo veremos - volví a la mesa en la que estábamos sentadas pero Danielle y Audry ya habían cogido las cosas y estaban esperándome en la puerta. No podía creer que Ashley le hubiera puesto los cuernos a Louis con un tío cualquiera. ¿Quién en su sano juicio engañaría a Louis con otro? ¿Quién se arriesgaría a perderlo de esa manera? Ya no es porque fuera el famoso Louis Tomlinson, es porque era Louis Tomlinson, mi mejor amigo y la mejor persona que conocía en este mundo, la que menos se merecía eso.
De vuelta a casa no dije ni una sola palabra, seguía intentando pensar por qué Ashley habría hecho eso. Dani y Audry me habían dicho que no le dijera nada, que le iba a partir el corazón y, sinceramente, no pensaba hacerlo. No pensaba hacerlo hasta que me abrió la puerta, entonces y sin saber por qué lo abracé muy fuerte.
- ¿A qué viene esta demostración de afecto? - no dije nada, lo abracé con mucha fuerza y cuando nos separamos vio que tenía los ojos humedecidos - Vale, ya me estás contando que te ha pasado.
- No me pasa nada, de verdad - me senté en el sofá.
- Y por eso tienes lágrimas a punto de caer y la voz quebrada ¿no? Vamos, que te conozco como si te hubiera parido, ¿qué ha pasado?
- Louis yo... - cogí aire - hemos visto a Ashley liándose con otro en el Starbucks de Oxford Street.
- ¿Qué? - rió pero luego me miró muy serio - Mira, entiendo que te moleste que Ash no nos quiera ver juntos, pero inventarse eso es de muy mal gusto.
- ¿No me crees? ¿Por qué iba a inventarme eso si sé que te va a doler?
- Para que la deje y te preste más atención.
- Lou, por favor, que no tengo cinco años.
- Bueno... quizás... quizás la hayas confundido con otra - en ese momento llamaron a la puerta, Louis se levantó y abrió.
- Louis, sea lo que sea lo que te haya dicho esa, no la creas - dijo Ashley sofocada, como si hubiera venido corriendo.
- ¿Cómo sabes que me ha dicho algo? - miró en mi dirección - Espera, entonces... ¡Dels, ven aquí! - obedecí.
- Hola de nuevo - dije sonriendo.
- ¿Es cierto que viste a Ashley en el Starbucks liándose con otro? 
- Claro.
- ¡No! ¡Es mentira! ¡Louis, no la escuches! Ella quiere que cortemos para así volver a ser la única que acapara tu atención - Louis me miró confuso y luego la miró a ella.
- Dels, ¿estás segura de lo que viste? - asentí - Lo siento, Ashley pero confío mucho más en mi mejor amiga.
- ¿Qué? ¿No me crees?
- No solo me engañas con otro sino que vienes a mi casa, a nuestra casa - añadió señalándome - para llamarla mentirosa y mentirme a la cara.
- Louis...
- Adiós, Ashley - le cerró la puerta en la cara y me abrazó - Siento haber dudado de ti.
- No pasa nada, lo entiendo.
- No, eres mi mejor amiga, debería haberte creído desde el principio.
- Bueno, ¿qué te parece si hacemos nuestra tradición de las rupturas?
- Perfecto - fuimos a la cocina, cogimos un poco de helado y nos fuimos a su habitación - Me asusta el hecho de que tengamos una tradición para las rupturas - reímos - ¿tanto fracasamos?
- Hombre, para triunfar hay que fracasar antes.
- Pero, ¿cuántas veces?
- No sé, supongo que depende de cada persona. - rió - ¿qué te hace gracia?
- Que estamos exactamente como hace dos años, yo lo acabo de dejar con mi novia y tú estás aquí consolándome.

Al día siguiente me desperté en la cama de Louis, más bien con mi cabeza apoyada en su pecho y mi cuerpo entre sus brazos. Echaba mucho de menos despertar así. Lo miré, estaba guapísimo. Un momento, no, no y no, me negaba a pensar en Louis de esa forma. El cubo de helado vacío estaba a los pies de la cama y teníamos la misma ropa del día anterior. ¿Cómo habíamos podido dormir tanto tiempo? ¡Si ni siquiera nos despertamos para cenar! No quise darle más vueltas al asunto y me levanté con mucho cuidado para que no se despertara.
- ¿Harry y tú estáis saliendo? - preguntó Louis después de bajar e ir a comprar el periódico.
- ¿Qué? - reí - No seas ridículo, nunca saldría con el mejor amigo de mi ex.
- Entonces ¿por qué dice el Sunday Mirror que estáis liados? - me dio el periódico y vi la portada. En ella salíamos Harry y yo mirándonos y sonriendo, era de noche así que estaba claro que las fotos las hicieron la noche que salimos para dejar solo a Niall. El titular decía "Styles y Harper, ¿juntos?".
- Louis, se supone que ya deberías saber esto pero te lo diré de todas formas: la prensa y las fans siempre inventan rumores.
- Cierto, cierto - rió - no sé cómo he podido pensar que tú y él... bueno, ya sabes.
- Sí yo tampoco - reí - pero tampoco entiendo tu reacción, ¿estabas celoso?
- ¿Qué? - rió falsamente y giró la cara para que no viera que se había puesto colorado. - Por favor, Dels, ¿celoso yo? ¿De Harry? Quizás por ese pelo y sus pezones de más pero, ¿por esto? No.
- Primero, tu risa falsa da pena y segundo, tu pelo no tiene nada que envidiar al de Harry - se lo revolví.
Horas más tardes, a eso de las 16h, alguien llamó a la puerta. Yo estaba en mi habitación dándome unos últimos retoques así que abrió Louis.
- ¡Dels! - gritó - ¡Tienes visita!
- ¡Voy! - bajé corriendo, me fui a la entrada y le di dos besos a Nick - Hola.
- Hola - dijo tímidamente.- ¿Nos vamos?
- Sí - cogí mi bolso y le di un beso en la mejilla a Louis, que me miró con un cierto aire de tristeza. ¿Por qué me miró así? Luego nos fuimos a pasear. Un rato después, decidimos parar a descansar y tomarnos algo en la zona de Covent Garden.
- Así que vives con tres tíos.
- Sí - reí - puede sonar raro pero no lo es en absoluto, somos como hermanos.
- Siento sacar el tema pero uno de ellos es tu ex novio ¿verdad?
- Sí, el que te abrió la puerta ¿cómo lo sabes?
- Bueno, creo que cuando empezaste a posar yo era tu único fan de verdad porque saltaste a la fama gracias a que empezaste a salir con él. No había día que no aparecierais en las revistas o en programas del corazón.
- Así que tú eras mi fan eeh.
- Bueno, yo tenía 16 años así que me enamoré de la chica guapa de Hollister - rió avergonzado. Entonces alguien me dio dos toques en el hombro y me giré. Era una chica de mi estatura de unos 18 años más o menos.
- ¿Puedo ayudarte en algo? - pregunté.
- Tú eres Delilah Harper, la novia de Louis ¿verdad?
- Ex novia.
- ¿No has vuelto con él?
- No - reí.
- ¿Estás segura?
- Hombre... si hubiera vuelto lo sabría - Nick y yo reímos.
- Pues esta foto no dice lo mismo - sacó su móvil y me enseñó una foto que había subido Harry al Twitter en la que salíamos Louis y yo durmiendo la noche anterior.
- Bueno, mira, ¿cómo te llamas?
- Emma.
- Emma, cielo, Lou y yo solo somos amigos y los amigos pueden dormir abrazados sin problemas y ¿ves a este chico? - señalé a Nick y ella asintió - Ahora mismo estoy en una cita con él así que...
- Vale, lo entiendo, perdona.
- No pasa nada - sonreí, la abracé y se fue fangirleando.
- Así que estás en una cita conmigo eeh - dijo Nick echando su brazo sobre mis hombros.
- Solo lo he dicho para que se fuera.
- Sí, claro. - Seguimos hablando hasta que, un rato después, decidimos que ya era tarde y que debíamos volver a nuestras casas. - Bueno, me ha encantado esta cita contigo - dijo ya en la puerta de mi casa.
- ¿Ves? Tú también dices que era una cita - reímos - Bueno.
- Bueno.
- Bueeeeno.
- ¿Te llamo mañana?
- Sí, claro.
- Bueno, adiós - me dio dos besos y se dio la vuelta. Abrí mi bolso para buscar las llaves, cuando las encontré las metí en la cerradura y justo cuando la había abierto, escuché que Nick me llamaba. Me di la vuelta, lo vi corriendo hacia mí y, antes de que me diera cuenta, estábamos besándonos. No sé si fue porque llevaba un tiempo sin besar a nadie, porque Nick era dos años más joven que yo o porque me emocionaba la idea de besar a un fan pero lo importante es que me encantó. Fue perfecto.

[Narra Louis]
Escuché que alguien abría la puerta pero no entró nadie así que salí a ver si pasaba algo, entonces lo vi. Dels y Nick se estaban comiendo la boca a lo bestia delante de mis narices. Vale que había pasado un año desde nuestra ruptura y que lo habíamos superado y habíamos salido con otras personas, pero al verla besando de esa manera, de la que me besaba antes a mí, a otro tío me removió algo por dentro. Carraspeé y nada, seguían igual.
- Dels - carraspeé de nuevo - ¡Dels! - elevé mi tono de voz y se separaron - deberías entrar para ayudarme a preparar la cena y las habitaciones.
- ¿Para qué?
- ¿No lo recuerdas? Esta noche es la última que los chicos y yo estamos aquí así que van a venir todos a cenar y a dormir aquí en plan fiesta pijama.
- ¡Es verdad! - se giró y miró a Nick - Hablamos mañana ¿vale?
- Claro - el chaval sonrió y se dieron un pico - ¡hasta luego!
- ¿Estáis juntos? - pregunté nada más que cerré la puerta.
- No.
- ¿Y ese beso de película?
- No significaba nada ¿vale? Simplemente nos hemos besado, todavía no estamos juntos.
- Pero te gustaría.
- Claro.
- ¿Por qué?
- ¿Y por qué no? - rió - Es guapísimo, más joven que yo, más alto que yo, es mi fan, estudia, trabaja y lo mejor de todo: no es ni ha sido famoso.
- Vamos, el chico perfecto - dije irónicamente. El resto de la tarde la pasamos preparando las cosas para la noche. Habíamos comprado muchísimas porquerías y, sobre todo, alcohol así que la noche pintaba bastante bien. Salvo por el hecho de que Liam y Danielle acababan de romper, él solo nos lo había dicho a los chicos y a mí así que cada vez que las chicas preguntaban por Danielle les decíamos que estaba enferma.
Cuando llegaron todos, llamamos a una pizzería y después de cenar vimos varias pelis y nos montamos una especie de fiestecita en plan con música y sobre todo gente borracha como Harry, Niall, Dels y yo.
- Son las cinco de la mañana - dijo Liam - será mejor que nos vayamos a dormir.
- ¿Cómo nos distribuimos? - preguntó Audry.
- Tú y Zayn dormiréis en su habitación, yo en la de Dels porque antes era mía.
- ¿Y yo? - preguntó Dels, que no podía ni tenerse en pie.
- Con Harry.
- No, conmigo no - dijo el otro borracho -  Dels es como una puta estufa.
- Pues Harry y Niall en la suya - dijo Zayn.
- Entonces esto queda así: Zayn y Audry en la de Zayn, yo en la mía, Harry en la suya, Niall en la suya y Dels y Louis en la de Louis.
- No me parece buena idea que Dels y Louis duerman juntos - dijo Audry.
- ¿Por qué? No va a pasar nada - dije.
- Pues perfecto - recogimos más o menos y todos fueron subiendo menos Dels y yo. Entonces la cogí como una princesa y subí las escaleras hasta llegar a mi habitación, donde la solté en la cama. Ya estábamos en pijama así que nos metimos directamente en ella. Al principio cada uno estábamos en una punta pero luego noté como Dels se fue acercando poco a poco hasta tal punto en el que empezó a besarme el cuello.
- Dels, para - susurré.
- ¿Por qué? ¿Vas a decirme que no te gusta? - rió - Yo sé todo lo que te gusta y lo que no - estaba tan borracha que casi no podía ni hablar pero yo tampoco es que estuviera sobrio así que no pude vencer a la tentación. Me giré, nos quedamos mirando durante un buen rato y me besó. Fue un beso rápido, de esos que dejan ganas de más. Nos miramos. Los dos teníamos ganas de más así que nos besamos. Este estaba lleno de rabia, pasión y tensión sexual y, no os voy a mentir, me gustó. Todo iba bien hasta que me di cuenta de que estábamos sin camiseta.
- Dels, para.
- No, ahora no.
- Dels, para.
- Que no - me la quité de encima intentando no hacerle daño.
- Estás muy borracha y yo he bebido un poco así que no quiero hacer nada de lo que te arrepientas.
- No me arrepentiré.
- ¿Y Nick? - entonces su expresión facial cambió por completo, me dio un beso en la mejilla y se giró.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Capítulo 44.

"Elegimos a las personas que queremos que estén cerca y, cuando las hemos elegido, nos quedamos junto a ellas. La gente que se queda contigo cuando el día llega a su fin, es la que merece la pena conservar. Aunque a veces cerca, es demasiado cerca. Sin embargo, a veces, la invasión de tu espacio personal es lo que necesitas."

[Narra Delilah]
Era junio. Quedaban unos días para que los chicos se fueran a su último tour por USA. No es que fuera el último porque iban a dejar de cantar, era que a partir de entonces, solo harían tours por Europa y algunos conciertos esporádicos en USA.
Era el primer día que hacía sol en mucho tiempo así que decidimos ir a pasar el día a la playa pero luego pensamos que no merecía la pena pasar dos horas de ida y otras dos de vuelta así que decidimos quedarnos en la piscina. 
A la hora de comer, Louis, Niall y yo fuimos al Nando's que había calle abajo para llevar la comida a casa.
- Al parecer a Ashley y tú os va bien eeh - dijo Niall mientras que estábamos en la cola.
- Sí - sonrió - Delilah, deberías echarte novio.
- Es cierto, ¿hace cuanto que no tienes?
- Desde principios de febrero más o menos.
- ¿Quién fue el último?
- Sam.
- ¡Es verdad! El del hijo, ¿no? - asentí - Pues deberías empezar a salir con alguien.
- No es tan fácil ¿sabéis? Entre la universidad y el trabajo no tengo tiempo para esas tonterías, además con tantos paparazzis siguiéndome asusto a la gente.
- Eso no es excusa, Dels, míranos a Ashley y a mí o a Zayn y a Audry o a Liam y Danielle.
- O a Harry, que sale con una chica diferente cada noche.
- Ahora que lo dices, Niall, tú no has tenido novia desde Factor X. - dijo Lou.
- ¡Es cierto! - exclamé - ¿Sabes? Debería presentarte a una chica que está en el último año de la carrera, sí, es mayor que tú pero es española y es un cielo.
- ¿De qué la conoces?
- Nos hemos cruzado varias veces por los pasillos y siempre me saluda, además es una de las mejores estudiantes de la facultad, todos la conocen.
- ¿Cómo se llama?
- Arizona María O' Flanagan.
- ¿No has dicho que es española?
- Sí, pero su padre es irlandés.
- De acuerdo, prepara una cita.
- ¡Bien! - di varios saltitos y lo abracé.
- Hola, buenas tardes ¿qué desea?
- Hola - miré su placa y leí su nombre - Nicholas.
- Llámame Nick. - sonreí - ¿qué desea?
- Está bien, Nick, dos pollos enteros al peri-peri, diez alitas de pollo y... ¿qué quería Ashley?
- Ensalada mediterránea - dijo Lou.
- Y una ensalada mediterránea.
- ¿Algo más?
- Nada más - sonreí.
- ¿Cómo se llama?
- Delilah.
- Tú eres la modelo ¿no?
- Sí.
- He fingido muy mal la indiferencia ¿verdad? - rió.
- No he notado nada.
- Entonces la he cagado diciéndotelo - reímos - Sé que es un poco descarado pero, ¿me das tu número y te llamo y quedamos para conocernos?
- Claro - me dio una servilleta y un bolígrafo y se lo apunté.
- Gracias.
- A ti - sonreí - ¡llámame!
- Gracias - dijo Niall intentando imitar la voz de Nick nada más que salimos del establecimiento.
- A ti - dijo Louis imitando mi voz - ¡llámame!
- Sois imbéciles.
- Delilah tiene novio, Delilah tiene novio - canturrearon a lo largo de todo el camino. Después de comer, salimos de nuevo al jardín. Las chicas nos pusimos a tomar el sol mientras los chicos jugaban al fútbol.
- Dels, ven a jugar - dijo Niall.
- No, no, que voy a estorbar.
- ¿Qué dices? Si tú juegas tan bien como Liam.
- ¿Es una especie de insulto a mi forma de jugar? - preguntó Liam confuso.
- No - rieron - vamos, juega.
- Que no, que no - entonces Louis se acercó a mí, me cogió y me puso en sus hombros cual saco de patatas.
- Vas a jugar porque si no te tiro a la piscina.
- Está bien pero bájame - Tan pronto como me soltó, Ashley lo llamó y se fueron a hablar a una esquina. Bueno, más bien a discutir. Después de eso Louis no me dirigió la palabra en todo el día, ni siquiera me miró. Al final del día, cuando todos se habían ido y Lou ya estaba acostado, subí a su habitación.
- Lou, ¿tienes algún problema conmigo?
- No, no.
- ¿Entonces por qué no me has mirado en todo el día?
- Habrán sido cosas tuyas.
- No te sentabas a mi lado, has estado muy distante.
- Es que... déjalo, no debería contártelo.
- Somos mejores amigo, ya lo estás largando.
- Ashley no quiere que seamos amigos porque sabe que salimos juntos y me ha pedido que me aleje de ti lo máximo posible.
- Ah vale. Pues... buenas noches - sonreí falsamente y me di la vuelta.
- ¡Espera! - lo miré de nuevo - ¿No me vas a dar un beso de buenas noches?
- Louis, ya sabes lo que te ha dicho Ashley - dije acercándome a su cama.
- Pero ella no está aquí.
- Ah, así que solo vas a pasar de mí cuando ella esté delante ¿no? - asintió y cogí uno de sus cojines - eres un capullo - le di con él en la cara.
- Entonces, ¿no hay beso de buenas noches? - salí de allí y me fui a la habitación contigua, a la mía.

- Niall, he hablado con Arizona - dije cuando volví de la universidad al día siguiente.
- ¿Qué le has dicho?
- Que tengo un amigo de casi 21 años, rubio y con unos ojazos estupendos dispuesto a conocerla.
- ¿Y qué ha dicho?
- Que estará bien conocer a alguien nuevo y quiere saber cuál es tu plan.
- Pues no sé, ¿qué crees que le gustaría?
- Por lo que sé es muy sencilla y lleva un tiempo sin salir con chicos así que con que prepares una cena todo irá bien.
- ¿Que yo prepare una cena? No querrá volver a verme.
- Bueno, Harry la preparará pero dirás que has sido tú. - fui a la cocina y abrí la nevera - ¿Por qué siempre te acabas todo y nunca avisas? Ahora tendré que ir al supermercado.
- ¡Eh! No me eches la culpa todos sabemos que tú eres igual que yo.
- Está bien - reí - ¿Dónde están Louis y Harry?
- Louis con Ashley - dijo imitando la voz de niña pija de Ashley al decir su nombre - y Harry estaba conmigo hasta que escuchó que abrías la puerta.
- ¿Me estás diciendo que el gatito se está escondiendo de mí?
- Algo habrá hecho.
- ¡Harold Edward Styles! - grité - ¡Mueve tus rizos hasta aquí ahora mismo! - segundos después salió de detrás del sofá. - ¿Qué vas a preparar para Niall y su cita esta noche?
- No sé, tú eres la que conoce a la chica.
- Prepara pasta y un buen postre, que eso le gusta a todo el mundo.
- ¿Hay ingredientes?
- No, por eso vamos a ir al supermercado ahora mismo.
- ¿Vamos?
- Sí, tienes que venir conmigo para comprar los ingredientes.
- Por esto me escondía de ti, sabía que ibas a pedirme algo.
- Conduces tú ¿vale? Es que me gusta mirarte conducir - Harry se rió y cogió las llaves de su gran Range Rover negro. Nos despedimos de Niall y fuimos al Tesco más cercano. Una vez allí cogimos un carro y empezamos a andar sin rumbo alguno por el establecimiento. - Vale, necesitaremos harina, huevos, chocolate, leche y otras cosas para el postre - dije sin saber que Harry ya no estaba a mi lado. Seguí andando sola por los pasillos buscándolo pero no lo encontraba y justo cuando lo iba a llamar al móvil, escuché su voz. Me giré y lo vi en la sección de quesos.
- Dels, tienes que probar este queso de Lancashire, es como el cielo pero en forma de queso. Es ligeramente seco pero a la vez tiene una textura cremosa - reí por lo pretencioso que era a veces.
- Prefiero la mozzarella.
- Qué aburrida eres, Dels ¡vive un poco! - vi que tenía una porción de queso en las manos así que se la quité y la metí en el carro, Harry me besó en la mejilla y luego se fue a la otra punta del supermercado. - ¡Ven, Dels! - bufé y me acerqué a el - ¿Eso es todo lo rápido que puedes llegar? Eres la chica del carro y no estás siendo nada eficiente - dijo con los brazos cruzados y fingiendo estar enfadado. Suspiré, solté el carro y me senté en el suelo - Bien, sí quieres estar así... - se acercó e hizo lo mismo. - Oye, ¿te pasa algo con Louis? - dijo después de que estuviéramos un rato pegándonos de broma ahí en el suelo.
- No.
- Entonces, ¿por qué estáis tan distantes de la noche a la mañana?
- Es por Ashley, no quiere que Louis y yo sigamos siendo amigos así que le ha pedido que no me hable, que ni me mire.
- ¿Qué coño le pasa a esta tía? - reí.
- Creía que era la única que no la soportaba.
- ¿Bromeas? Ninguno de los chicos entendemos por qué Louis está con ella. Vale, es mona pero no tiene nada que ver contigo. Tú le das mil vueltas y molas mucho más ¿qué es todo eso de que está haciendo dieta? Por Dios, lo guay son las chicas que comen como cerdas pero están buenísimas.
- Gracias, supongo - reímos y nos levantamos para ir a pagar.
- ¿Y qué me dices de su tono de voz? Pff, es insoportable. 
- Pero es que no entiendo por qué lo hace. Se creerá que Lou y yo vamos a recaer o algo porque si no, no me lo explico.
- Eso sería fantástico, ya sabes, que volvierais juntos.
- Sé que te gustaría pero no va a pasar, Harry, Lou y yo terminamos hace más de un año y estamos mucho mejor así.
- ¿Sabes? Creo que dejarías de ser una amenaza para Ashley si empezaras a salir con otro.
- ¿Con quién, Harry? ¿Con mi jefe, con mi primo de seis años o con Noah, que resulta que es gay?
- ¿Que Noah es gay? Pero si le gustabas.
- Hace dos años - reí - Las cosas han cambiado.
- Pues sal conmigo - reí.
- Muy bueno.
- No, es en serio.
- Harry, no voy a salir contigo por varios motivos: primero, eres como mi hermano, segundo, eres el mejor amigo de mi ex y tercero, paso de famosos.
- Vamos, solo una cita de prueba. 
- No te ofendas pero en mi vida saldría contigo, vamos, eres el típico tío que solo va de rollos de una noche.

[Narra Harry]
¿Que si me dolió que Dels me dijera eso? Muchísimo. Le había ofrecido salir conmigo no en plan novios, sino en plan amigos pero ahora que me había dicho eso... no quería ni verla.
- Debería llamar a Nick, el chico de Nando's - dijo mientras yo metía las cosas en la bolsa. Ella no paraba de hablar en ese chico pero yo solo me fijaba en como se movían sus labios, no prestaba atención al contenido de sus palabras, en ese momento estaba dolido. 
De vuelta a casa ella seguía hablando sin parar y yo seguía mirando al frente, ella ya sabía que yo me había enfadado pero la conocía y no iba a pedirme perdón, seguro que esperaría a que se me olvidara. 
Metí todas las bolsas de la compra en casa y empecé a preparar las cosas para la cena mientras Dels y Niall hablaban sobre la chica. Cuando terminé con todo subí a mi habitación para vestirme y salir por ahí porque si Niall iba a pasar la noche con una chica, yo también lo haría. Me puse lo más guapo que pude, salí de mi habitación y empecé a bajar las escaleras, entonces me dio por mirar al frente y sonreí. Al final de la escalera, estaba Dels vestida con sus vaqueros pitillos rasgados y un crop top con el logo de Batman, sin olvidar sus taconazos negros con mucha plataforma y su precioso pelo suelto. Estaba deslumbrante, pero había algo más. Tenía un montón de sus folios entre sus manos. Sonreí aún más al reconocer que Dels estaba intentando decirme algo imitando una escena de Love Actually, mi película favorita.
"Hola, Hoyuelos" - tiró ese folio y vi el siguiente - "Lo siento" "¿Te has sentido vacío por dentro alguna vez? - asentí y cambió de folio - "Pues a mí me pasaba todo el tiempo, pero ya no." "¿Sabes por qué?" - negué y cambió de folio - "Por que tú estás ahí para llenar ese vacío" - sonreí y volvió a cambiar de folio - "Te quiero." - Me acerqué a ella y la abracé muy fuerte.
- Yo también te quiero, mucho - le di un beso en la mejilla.
- Bueno, ¿nos vamos ya?
- ¿A dónde?
- ¡No me digas que lo has olvidado! ¡Vaya comienzo de mierda! - rió - A nuestra cita, Harold. Espero que te hayas dejado la piel preparando algo alucinante.
- No lo dudes - y, aunque no hubiera preparado nada en absoluto, le ofrecí mi brazo, lo agarró y nos fuimos a la puerta - ¡No nos esperes despierto! - le grité a Niall.

[Narra Niall]
Vale, Dels y Harry se habían ido y yo estaba solo en casa ultimando los último detalles para lo que podría ser el comienzo de algo. Estaba nervioso. Muy nervioso. Ya había tenido muchísimas citas después de X Factor pero esta era especial. Primero porque era una cita a ciegas, segundo, porque la chica no sabía que yo era Niall Horan y tercero porque esto no sería simplemente un cita ya que yo tenía casi 21 años y me sentía preparado para empezar una relación seria. Estaba pensando los temas sobre los que podría hablar con ella cuando sonó el timbre, fui corriendo a la puerta y la abrí. Entonces noté como si Cupido me hubiera clavado una flecha directamente en el corazón. Tenía delante a una de las chicas más guapas de había visto en mi vida. Era de una altura media, delgada pero con curvas, vamos, que tenía el tipo de Delilah. Su pero era moreno y ondulado y le llegaba hasta el pecho, sus ojos eran marrones y su piel morena.
- Hola - dijo en inglés con una sonrisa radiante.
- Hola - dije en español.
- Parece que nos hemos cambiado los papeles - dijo riéndose.
- No te he entendido - dije embobado provocando que se riera más.
- Lo siento, creí que hablabas un español fluido - dijo en inglés - Hablaré en inglés a partir de ahora.
- Vale - sonreí - soy Niall, el amigo de Delilah.
- Arizona - puso su mano en mi hombro y yo la mía en su cintura y nos dimos dos besos.
- Pasa, por favor. - Me eché a un lado, sonrió y entró. 
- ¡Qué casa más bonita! - exclamó mirando a todos lados - Vaya, qué de fotos ¿cuánta gente vivís aquí?
- Cuatro, pero antes éramos cinco.
- ¿Y el otro se fue porque lo espantaste?
- No, se fue a vivir con su novia.
- Ah, bien - sonrió - No sabía qué habías preparado pero he traído un poco de vino.
- ¡Perfecto! - cogí la botella y la llevé a la cocina - Ponte cómoda, espero que te guste la lasaña.
- Me encanta - se sentó en la mesa y unos minutos después ya estábamos comiendo. Hicimos una larga ronda de preguntas para conocernos en la que intenté evitar que era cantante y formaba parte de One Direction aunque me asombraba que ella no me hubiera reconocido pero claro, ella tenía 23 años, era un poco mayor para ser nuestra fan. Arizona se iba a graduar en unas semanas pero no iba a ejercer de periodista porque era bailarina, cuando me lo contó le pregunté por Danielle y me dijo que sí la conocía. Pero cuando me preguntó a qué me dedicaba... no supe qué inventarme.
- Yo - suspiré - yo estoy estudiando ingeniería.
- ¿Ah sí? ¿Qué tipo de ingeniería?
- Aeronáutica - Sonaba poquísimo convincente pero parecía que se lo creía.
- ¡Qué bien! ¿Y en qué curso estás?
- En tercero - dije después de hacer varias cuentas.
- ¿Y trabajas mientras?
- No - suspiré. Si mentía y al final empezábamos a salir, nuestra relación se iba a basar en una mentira - Mira, no puedo mentir a una chica tan guapa.
- ¿Qué?
- No estudio, nunca he empezado estudios universitarios porque a los 16 años entré en X Factor y acabé en un grupo, desde entonces hago tours.
- ¡De eso me sonabas! ¡Qué tonta soy! ¡Mira que no reconocerte! Eres Niall ¿Horan?
- Exacto, el mismo.
- Mi hermana pequeña estaba obsesionada con vosotros, oh Dios, ahora mismo me mataría - rió - Bueno, cuéntame todo - Eso hice. Le hablé de los últimos cinco años y de todas las experiencias que había vivido hasta que llegó su hora de irse. - Me ha encantado pasar este tiempo contigo.
- Sí, ha sido genial - la acompañé a la puerta posando mi mano en su cintura - Oye, me preguntaba si... si querrías darme tu número para volver a vernos pronto.
- Claro - le di mi móvil, tecleó y me lo devolvió. - Me he guardado con mi nombre ¿vale?
- Vale - fui a darle dos besos pero giró la cabeza y acabamos dándonos y pico fugaz.
- Llámame - cerró la puerta y suspiré. ¡Había sido la mejor cita de mi vida! Esa chica era perfecta, quizás fuera la definitiva.
Minutos después, cuando ya estaba recogiendo, escuché las risas de Harry y Dels y segundos después abrieron la puerta.
- Voy a quitarme la ropa y en seguida me cuentas qué tal la cita - dijo Harry justo antes de subir las escaleras.
- Bueno, ¿qué tal?
- ¿El qué?
- Tu cita con Harry.
- No ha sido una cita - rió - simplemente hemos salido por ahí a cenar y a pasear.
- Sabes que él quería que salierais para que cambiaras tu opinión sobre él ¿verdad?
- Sí.
- ¿Y qué?
- Nada, ha sido todo estupendo. Harry es un encanto, un amor. Su futura esposa será la chica más afortunada del mundo pero yo no puedo cambiar mi opinión respecto a él, siempre lo veré como un hermano, como mi mellizo pervertido.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Capítulo 43.

"Siempre dije que estaría mejor sola, tendría mi trabajo, mis amigos... pero, ¿alguien en tu vida todo el tiempo? Son más problemas de los que merece la pena. 
Al parecer lo he superado. Hay una buena razón por la que dije que estaría bien sola. No fue el hecho de pensar que sería feliz sola, fue porque pensaba que si yo amaba a alguien y entonces se acababa, no lo podría superar. Es más fácil estar solo porque, ¿y si te das cuenta de que necesitas amor y luego no lo tienes? ¿Y si te gusta y te apoyas en él? ¿Y si moldeas tu vida al rededor de ello y luego se derrumba? ¿Puedes sobrevivir a esa clase de dolor?
Perder el amor es como perder un órgano dañado, es como morir. La única diferencia es que la muerte se acaba pero, ¿esto? Esto podría durar para siempre. O no."

[Narra Delilah]
- Pero... ¿no puedo dormir aquí contigo? No quiero dormir solo. - susurró Harry desde la puerta.
- No, Harry, tienes 20 años. Tienes tu propia habitación y cada semana duermes al menos una noche conmigo desde que volví. Me da la sensación de que te estoy mal acostumbrando. Y no estarás solo, hay muchísimos peluches por toda la casa, solo tienes que cogerlos.
- Pero... ¡pero hace frío! - reprochó abriendo mucho los ojos.
- Pues duerme con más ropa puesta - dije señalándolo, solo llevaba puesto sus bóxers negros. 
- ¿Estás segura de que no puedo dormir contigo? - preguntó mordiéndose el labio. Me levanté y lo empujé hacia fuera.
- Vete a tu cama, vamos.
- ¿Puedes arroparme por lo menos? - preguntó después de convertir mi empujón en un abrazo.
- ¿Luego me dejarás seguir durmiendo? - pregunté con mi cabeza apoyada en su pecho.
- Supongo... - suspiré y me separé de él, le di la mano y lo acompañé hasta su habitación.
- Mira, aquí tienes un gran peluche por si te sientes solo - dije dándole la araña gigante que gané en la feria a la que fui con Louis hacía casi dos año. Harry se metió en la cama, lo tapé y le besé la frente. - Buenas noches, Hoyuelos, te quiero. - Salí de su habitación y volví a la mía, me metí en la cama y cerré los ojos.
- ¿Dels? - oí la voz de Harry desde la puerta - No puedo dormir allí...
- Ven aquí, pequeño - lo interrumpí echándome a un lado para dejarle libre el otro.
- ¿Pequeño? Me gusta ese nuevo apodo - rió mientras se metía en la cama.
- No es un nuevo apodo, es porque eres como un bebé - Enredó sus piernas con las mías, rodeó mi torso con sus brazos y me pegó a él.
- Styles, estás caliente - dije después de que me besara la cabeza.
- Tú también, nena - rió y me dio otro beso en la mejilla. Entonces recordé que a Harry le encantaba dormir desnudo así que puse mi mano en su barriga y empecé a bajar lentamente para ver si llevaba los bóxers. - Dels, todavía llevo mis calzoncillos, no te preocupes - rió - Buenas noches, chica favorita, no olvides que te quiero.

- ¡Buenos días, Dels! - dijo Louis desde el final de la escalera, se acercó y me dio un beso en la cabeza.
- Buenos días.
- Voy a correr por ahí, ¿te vienes?
- La verdad es que no me apetece salir por ahí, además he planeado obligar a Niall a hacer ejercicio y Audry vendrá con Zayn para enseñarle a nadar.
- Pero es principios de marzo, el agua estará helada.
- Por eso he comprado palomitas, será divertido.
- Grábalo, por favor.
- Lo haré - sonreí y le di un beso en la mejilla - ¡que te sea leve!
- Buenos días - canturreó alguien con acento irlandés nada más que Louis se fue.
- A ti te estaba yo esperando - me levanté, fui a la cocina y volví al comedor - Te he preparado el desayuno.
- ¿Qué me has hecho?
- La pregunta es qué va a hacerte - dijo Harry después de bajar las escaleras y antes de darme un beso en la mejilla.
- Niall, te quiero mucho pero eres muy vago y últimamente bebes demasiado así que he pensado que podríamos bajar al sótano y hacer un poco de ejercicio.
- No me encuentro bien.
- Eso es lo que consigues al salir todas las noches. - Subí a mi habitación, me puse la equipación del Three Horse Shoes, me recogí el pelo en una cola alta y bajé - Vamos, prepárate. - Cinco minutos después tenía a Niall y a Harry en el salón vestidos con unos chándales. Bajamos al sótano y llevé a Niall directamente a las bicicletas estáticas.
- Lo siento, ¿podemos volver a arriba para sentarnos y ver la tele? - preguntó Niall con un brillo de esperanza en los ojos.
- Claro que no, vamos - me monté en una de las bicis y él me siguió no muy contento de que su mejor amiga le obligara a hacer ejercicio mientras Harry se puso a hacer pesas. Niall apoyó la cabeza en el manillar y cerró los ojos. - ¡Niall! ¡Dale fuerte o vete a casa!
- ¡Estoy en casa!
- En serio, Niall. Casi nunca pasamos tiempo juntos porque estás trabajando con los chicos y cuando lo hacemos, estamos todo el rato sentados en sofá viendo pelis. Solíamos divertirnos mucho, ¿recuerdas cuando alquilamos el barco y pasamos toda la tarde para arriba y para abajo? ¿O cuando me enseñaste a surfear? Ya nunca hacemos esas cosas y lo echo de menos, echo de menos al amigo que quería pasar tiempo conmigo. - Niall me miró callado y suspiré.
- Todavía sigue aquí - lo miré - lo siento, princesa, yo también lo echo de menos... ¿y si pasamos una hora aquí, comemos y luego hacemos algo divertido?
- ¡Perfecto! - Niall empezó a pedalear muy motivado. Vi que Harry se había ido a las máquinas esas de andar así que me fui con él. Me acerqué y vi que había puesto la velocidad de la cinta andadora casi a tope.
- Buena suerte - Harry me miró.
- ¿Perdona?
- No serás capaz de correr tanta distancia a esa velocidad - encendí la cinta de al lado, puse la velocidad media y empecé a correr.
- ¿Quieres apostar?
- Sí, sí que quiero.
- Bien, corremos la misma distancia a la misma velocidad y quien termine el último, le debe un premio al otro.
- ¿Y cuál sería el premio, Styles?
- Lo que tú quieras.
- De acuerdo - puse mi velocidad tan alta como la suya y la distancia tan larga como la suya. Empezamos a correr y noté como si mis piernas quemaran nada más pasar el primer kilómetro.
- ¿Te rindes, nena? - lo miré, estaba corriendo casi sin sudar y luego estaba yo, que moría por un poco de oxígeno.
- Todavía no, Harold. - Cerré los ojos e intenté concentrarme.
- El premio, mantén los ojos en el premio. - miré la distancia que quedaba. Estaba a punto de rendirme, todavía quedaba la mitad. Me concentré en la respiración. Miré a Harry cuando me quedaba un cuarto de la distancia, parecía tener problemas. Caían gotas de sudor de sus rizos y sus piernas parecían inestables.
- ¿Cómo vas?
- No te preocupes por mí, Dels. - miré al frente. Parecían que mis piernas ya no me pertenecían, me dolía el lado del estómago y mi cabeza palpitaba.
- ¡Terminado! ¡He ganado! - yo seguía corriendo - Ya puedes parar, he ganado ¡Estoy listo para mi premio! - lo ignoré, seguí corriendo. Cien metros, cincuenta metros, treinta, diez, cinco. Di un salto y me bajé de la cinta, miré abajo y respiré profundamente. - Vaya, lo has terminado, estoy impresionado. - Harry apagó mi máquina, me cogió en brazos y me acercó a Niall, que ya había terminado.
- ¡Bien hecho, Niall! - dije sin casi respiración.
- Gracias - sonrió, se bajó de la bici y subieron las escaleras.
- Estoy tan cansada - dije una vez que Harry me había soltado en el sofá.
- No te olvides de que me debes un premio.
- Sí, sí, lo sé.
- Preferiblemente ahora.
- ¿Qué es lo que quieres?
- Un masaje.
- Está bien - me incorporé y el se tumbó a lo largo del sofá, de forma que tenía su cabeza en mi regazo.
- Mmmmm eso sienta tan bien... - dijo mientras acariciaba sus rizos. Reí al pensar que era igual que un gato ronroneando.
- Eres muy raro, Harry.
- Raro no, solo pasa que me gusta cuando la gente juega con mi pelo - reí - Mmmmm - cerró los ojos.
- Harry, los ruidos que estás haciendo suenan tan sexuales...- reí - Ooooh mmmmm - le imité. Entonces escuché el ruido de la puerta abriéndose y vi como Zayn y Audry entraban.
- ¿Qué está pasando aquí? - preguntó Zayn a Niall, que acababa de bajar después de ducharse.
- He escuchado algunos ruidos - dijo él. Harry y yo nos miramos y reímos.
- Delilah y Harry estaban siendo totalmente sensuales y casi los pillamos - dijo Audry.
- Sí, claro que sí.
- Sí - dijo Harry - No.
- Bueno, Zayn, adivina qué vamos a hacer hoy - dije levantándome.
- ¿Qué?
- ¡Vamos a enseñarte a nadar!
- Sé nadar.
- Lo sabemos - dijo Audry - Y estamos muy orgullosos de ti pero no sabes nadar en competiciones.
- ¿Y con quién voy a competir exactamente?
- ¡Con nosotras por supuesto! - dijo Audry señalándonos. Zayn se rió y salimos al jardín.
- Pero el agua está helada.
- Deja de ser tan maricona y échale huevos - dijo Harry, que se quitó el chándal ahí mismo y se tumbó en una tumbona para tomar el sol. Zayn cogió el bañador que Audry le había traído y subió a cambiarse a su antigua habitación mientras que Audry y yo hacíamos lo mismo en la mía.
- ¿Qué consigo si gano? - preguntó una vez que estuvimos todos abajo de nuevo.
- Conseguirás la satisfacción de saber que has ganado a tu novia y a tu amiga en una carrera de natación - dijo Audry dándole unas gafas de bucear.
- No puedes estar en serio, no me voy a poner esto.
- Póntelas, Malik - se negó de nuevo así que Niall lo agarró y ella misma se las puso.
- Estás muy sexy - dijo Niall riéndose mientras que Zayn daba saltitos dentro del agua para entrar en calor. Audry y yo nos tiramos al agua e hicimos lo mismo.
- Vale, cuatro largos, ida y vuelta. Quien gane... ¿qué quieres si ganas?
- Si gano me lleváis de compras y si pierdo me Audry me llevará de compras de todos modos.
- Si eso es lo que quieres... - reímos y antes de que nos diéramos cuenta ya estábamos nadando. Zayn era realmente rápido, íbamos empatados.
- ¡Gané! - gritó Audry.
- ¡Sí! ¡Me llevas de compras! ¡Qué sorpresa!
- Una gran sorpresa, eres alucinante, casi me ganas - Audry estaba subiendo las escaleras para salirse cuando Zayn la abrazó por detrás y la metió de nuevo.
- Ir de compras puede esperar, quedémonos aquí un poco más. - Salí de la piscina y me acerqué a Harry, que seguía tumbado con los ojos cerrados así que me tumbé encima y le di un abrazo.
- ¡Quita! ¡Quita! ¡Estás empapada! - se movía mucho para intentar quitarme de encima pero no lo conseguía, finalmente, me agarró las piernas, me cogió en plan princesa y empezó a dar vueltas.
- ¡Bájame! ¡Bájame! - grité agarrándome con fuerza a su cuello.
- Voy a tirarte a la piscina - dijo acercándose al bordillo e inclinándose hacia el agua - ¡venganza!
- ¡Se me está cayendo la parte de arriba del bikini! - dije agarrándomelo con una de las manos mientras la otra seguía en el cuello de Harry, que miró a otro lado para no ver nada.
- Harreh, espera a que estéis dentro para quitarle la ropa - gritó Zayn. Harry me soltó con cuidado y enrojecimos. 
- ¿Puedes ponérmelo? - dije dándole la espalda.
- Sí - dijo avergonzado.
- No, no paréis por nosotros - dijo Niall.

[Narra Louis]
Llevaba más de una hora corriendo y ni siquiera sabía por qué, no me estaba preparando para la maratón ni nada y para mantenerme en forma solo necesitaba correr una hora diaria así que me di la vuelta para volver a casa. Justo en ese momento en el que me di la vuelta me choqué con una chica. Era rubia, alta, delgada y con unos ojos marrones preciosos.
- Perdona - dije rápidamente.
- No pasa nada - rió - por lo menos no me has tirado al suelo.
- Soy Louis, no te doy dos besos porque estoy sudado - reí.
- Ashley - sonrió.
- ¿Puedo invitarte a un café para compensártelo?
- Claro - nos dirigimos al Starbucks más cercanos. Allí me compré un frapuccino de chocolate y a ella uno de caramelo y nos sentamos en una mesa para hablar y conocernos un poco. Y, ¿sabéis qué? Era fantástica. Quizás no fuera tan guapa o divertida como Delilah pero había algo de ella que me atraía.
- Oye, sé que puede parecer de acosador pero quería preguntarte si te apetecería salir a tomar algo esta noche.
- Sí que es un poco de acosador pero me arriesgaré.
- Perfecto, ¿sabes cuál es el McDonald's de Piccadilly?
- Sí - dijo extrañada.
- Pues nos vemos en el pub de al lado a las 20h - rió al ver que la "cita" por así decirlo no sería en el McDonald's.
- Me parece bien - sonrió - Te daría dos besos pero estás sudado.
- Mierda - reímos - ¿un apretón de manos?
- Un apretón de manos - estrechamos las manos y nos fuimos cada uno por un lado. Cuando llegué a casa y después de darme una ducha, les conté a Niall y a Harry cómo era.
- Le gustan los perros, toca el bajo, hace deporte, le encantan las comedias, come lasaña, no lee libros, adora a The Fray y quiere tenes dos hijos, los dos niños.
- ¿Y qué opina Dels?
- No se lo he dicho.
- ¿Por qué?
- Primero porque no sé donde está y segundo porque quizás le hará sentir mal.
- Soy tu amigo y odio decirte esto pero eres imbécil.
- ¿Por qué? 
- ¡Ella ya lo ha superado!
- Es cierto, Louis, y si queréis retomar vuestra vieja amistad deberás contárselo.
- De acuerdo. 
Cuando llegó la hora de irme, Harry me dijo que no podía llevarme y yo no quería coger el coche porque seguramente bebería y no podría volverme así que me senté en el sofá a esperar una solución.
- ¿Te llevo a algún sitio, vaquero?
- No me meto en Porsches amarillos con extraños.
- Qué lastima, tengo caramelos.
- ¿Caramelos? - me levanté, cogí dinero, el móvil y la seguí. 
- ¿Y la gran cita? - preguntó cuando ya íbamos de camino al pub.
- ¿Cómo lo sabes?
- Me lo ha dicho Niall.
- Será chivato.
- Lou, tienes que contarme estas cosas - dijo mirándome y acariciándome el brazo. - Si no, nunca podremos volver a ser lo que fuimos.
- Ya pero es que siento que si te lo cuento te haré daño.
- Pues no pienses eso, somos amigos, mejores amigos así que aquí nadie hace daño a nadie.
- Nos haremos daño como no mires la carretera.
- No seas tan tiquismiquis y dime qué puntuación tiene esa chica.
- Muy alta - sonreí - tiene 22 años como yo; estudios universitarios no, pero trabaja; hace deporte, no lee libros, le encanta la pasta.
- ¡Yuju!
- ¿Sabes? Empiezo a notar celos.
- ¿Qué más?
- Detesta parecer un tío - dije para picarla.
- ¿Y quiere casarse y tener hijos?
- Sí y sí, quiere tener dos hijos, dos niños.
- Vaya. ¿Sabes? He estado pensando en eso y creo que quiero tener cero hijos.
- ¿En serio? ¿Sigues igual?
- ¿Sabes, Lou? No todo el mundo es tan mujer como tú. - le di un golpecito en el brazo - ¡eh! ¡Que estoy conduciendo!
- Gracias por llevarme - dije cuando Dels paró el coche.
- Mucha suerte con tu cita, espero que ella sea todo lo que estás buscando.
- Gracias - le di un beso en la mejilla y me bajé del coche. Entré en el pub y la busqué con la mirada hasta que vi que alguien me saludaba. Sonreí y fui hacia allí.

[Narra Delilah]
Cuando llegué a casa Harry estaba sentado en el comedor en lo que parecía ser una cena romántica para él solo. La mesa tenía varias velas y había dos copas y una gran ración de pasta en el centro.
- ¿Qué es todo esto? - pregunté después de soltar las llaves y quitarme los zapatos y el beanie.
- Audry ha preparado esto para disculparse por una cita que se cargó en noviembre.
- ¿En noviembre? - reí .
- Por lo menos me lo ha compensado. - se levantó, fue a la cocina y volvió con una copa de vino - ¿Quieres hacerme compañía?
- ¿No sería para Niall?
- Cuando vine ya no estaba así que supuse que Audry lo habría hecho después de que se fuera para que no se lo comiera.
- ¿Qué pasta es?
- Espaguetis con boloñesa, bechamel, queso y mucho orégano, también hay tarta de queso en la nevera. - me retiró la silla y me senté.
- Gracias. - Me aparté un poco de pasta, me sirvió vino y disfrutamos de una cena deliciosa. - Entonces, ¿Audry hizo que no volvieras a ver a esa chica?
- Exacto.
- Deberíamos hacer un trato - bebí un poco de vino - si pasan los años y para entonces tenemos cuarenta y aún seguimos solteros... - sin dejarme terminar, Harry se levantó, se arrodilló ante mí y me cogió la mano.
- Delilah Jane Harper, ¿serías mi esposa de repuesto?
- Todas las mujeres soñamos con oír esas palabras - reímos - Sí, sí, millones de síes - nos levantamos y nos abrazamos.
- Está bien, trato hecho.
- Sí - nos volvimos a sentar.
- ¿No deberíamos establecer unas reglas?
- Vale, ¿cómo cuáles?
- No sé, como que ninguno de los dos se ponga gordo.
- Bueno, a mí no se me ocurre ninguna.
- A mí si, que no te reduzcas ni el pecho ni el culo.
- ¡Harry! - reí - Pues tú no puedes perder ni los rizos ni lo hoyuelos.
- En ese caso que tú no pierdas esa sonrisa.
- Y que tus clavículas sigan marcándose tanto.
- Y que sigas vistiendo tan sexy y que no tengas las tetas ni el culo caído. Vamos, que no envejezcas.
- ¿Solo me quieres por mi físico?
- Hombre, tu personalidad atrae pero tu físico enamora.
- ¿No sería al revés?
- En tu caso no.
- Imbécil.