viernes, 20 de julio de 2012

CERRADO POR VACACIONES

¡Jelou, bitches!
Como os he ido avisando, ha llegado el momento de que me tome unas vacaciones. 
En agosto me voy a la playa y no tengo ni portátil ni Internet, así que dejaré de escribir hasta que vuelva a mi casa el uno de septiembre o, si meto presión, el 31 de agosto. Aunque quizás suba uno por el cumpleaños de Liam, no prometo nada.
También he de deciros que, a partir del 17 de septiembre, solo subiré capítulos los fines de semana porque empiezo el colegio.
Bueno, solo queda decir que disfrutéis mucho de este agosto y que gracias por leer mis capítulos y comentarlos aquí o por Twitter.
Os quiere mucho mucho muchísimo,
Macarena Tommo.

Capítulo 24.

"Nos reímos. Y seguimos riéndonos así. Hablando sin saber muy bien de qué ni por qué. Después decidimos colgar, prometiendo que nos llamaremos mañana. Es una promesa inútil, lo hubiéramos hecho de todos modos. 
Cuando pierdes tiempo al teléfono, cuando los minutos pasan sin que te des cuenta, cuando las palabras no tienen sentido, cuando piensas que si alguien te escuchara creería que estás loco, cuando ninguno de los dos tiene ganas de colgar, cuando después de que ella ha colgado compruebas que lo haya hecho de verdad, entonces estás perdido. O mejor dicho, estás enamorado, lo que, en realidad, es un poco de lo mismo."


[Narra Louis]
Era 4 de julio y yo no podía estar más tiempo sin Delilah, echaba de menos todo sobre ella, echaba de menos simples detalles que me sacaban grandes sonrisas. Nos quedaban diez días sin hacer nada en USA, ya no hacíamos ni conciertos ¿por qué seguir aquí?
- Liam, ¿no echas de menos a Danielle?- asintió - Y vosotros, ¿no echáis de menos a las chicas y a vuestras familias? - asintieron - Pues vámonos.
- Pero tenemos que estar diez días más aquí.
- ¿Para qué? No hacemos conciertos ni entrevistas ¡volvamos a Londres!
- Creo que Lou tiene razón - dijo Harry - no pintamos nada aquí.
- Pues no se hable más - dijo Niall. Hablamos con el mánager del tour y no se negó así que adelanté el vuelo a Venecia. No avisé a Delilah para que fuera una sorpresa. Recogimos todas nuestras cosas, hicimos unas últimas compras y nos montamos en el vuelo con destino Heathrow.
Una vez que aterrizamos, unas ocho horas más tarde, estaba prácticamente saltando de entusiasmo mientras que caminábamos por el aeropuerto sonriendo de tal forma que daba un poco de miedo.
- Louis, para, van a pensar que estás drogado - susurró Niall dándome golpecitos con el codo, pero eso no me paraba.
- No me importa, tengo a una chica guapa al otro lado de la ciudad así que ¡vamos! ¡vamos! - rogué hasta que me dieron mis maletas y pudimos ir a la zona de llegadas. Me escabullí de todas las chicas que estaban allí esperándonos con pancartas y cámaras y me fui al parking. Una vez que encontré mi coche, metí mis maletas y puse rumbo al número 20 de Cromwell Road.


[Narra Delilah]
Llevaba casi un mes sin ver a Louis, la última vez fue en LA, y aún así lo echaba muchísimo de menos. Todo me recordaba a él, así que invité a Danielle y a Audry a tomar té. Deberían estar al caer. Decidí poner la televisión para que el tiempo pasara más rápido y, por supuesto, había una entrevista de los chicos así que me quedé viéndola. Entonces oí que alguien llamaba a la puerta.
- ¡Pasad! - grité desde el sofá - ¡está abierta!
- ¡Gracias! - oí que decía una voz femenina, en un tono demasiado alto, como si alguien la fingiera. Entonces ese alguien se sentó a mi lado, me pasó el brazo por los hombros y me dio un beso en la mejilla.
- Hola - dije sin mirar.
- ¿Hola? ¿Cómo que hola? - entonces me giré. No podía creerlo. ¿Qué hacía Louis aquí?
- ¡Lou! - grité y lo abracé fuertemente.
- ¡Hey! - dijo como si nada - no me habrás echado mucho de menos ¿no? - vi su enorme sonrisa y sonreí aun más. Nos besamos durante mucho tiempo hasta que empezamos a quedarnos sin respiración y a jadear.
- No tienes ni idea de cuanto te he echado de menos - susurré en su oído.
- No puede ser más de lo que yo te he echado de menos - susurró en el mío.
- ¡Pero tu tour terminaba dentro de una semana! - dije aún sin creérmelo.
- Nada puede mantenerme alejado durante tanto tiempo de mi pequeña. - me besó.
- ¿Y los chicos?
- Deben estar en casa.
- Pues ahora debería ir a verlos.
- No, deberías hacer la maleta.
- ¿Por qué?
- Porque he adelantado el viaje a Venecia, nos vamos mañana.
- ¿En serio? - asintió y le abracé - Por fin podré pasar tiempo con mi novio.
- Pero antes te tengo que dar algunos regalos - salió de mi casa y volvió a los cinco minutos con una maleta de la que sacó dos bolsas.. En la primera había una pequeña caja que contenía una figura de la Estatua de la Libertad y en la segunda había una camiseta amarilla de tirantas que dejaba el ombligo al aire, unos shorts desgastados de talle alto y una camiseta normal de mangas cortas en la que ponía "Él es mi Louis" y una flecha hacia el lado.
- ¿Y ésto? - reí.
- Yo tengo otra igual en la que pone "Ella es mi Harry" y una flecha hacia el otro lado, llévatela a Venecia y nos la ponemos cuando paseemos por ahí.
- Vale - dije después de reírme. 
- ¡Ups! Se me ha olvidado otra cosa - salió corriendo y volvió a entrar con una caja muy grande.
- ¿Qué es eso?
- Es el último regalo - lo abrí y me morí. Era una pequeña máquina de chicles de estos que son bolas y estaba llena. Mi cara debía de ser la de una niña pequeña al ver los regalo bajo el árbol porque él no paraba de reírse. Lo abracé y le llené la cara de besos.
- ¡Muchísimas gracias!
- Todo para mi niña. - ya era tarde, así que preparé huevos fritos con bacon para cenar y pasamos un rato juntos antes de ir a ver a los chicos. Adiviné que Danielle no vino porque Liam la habría sorprendido pero, ¿por qué no vino Audry? Mi madre y mi hermana llegaron cuando estábamos cenando.
- Buenas noches, Mary - dijo Louis levantándose y dándole dos besos, luego hizo lo mismo con mi hermana.
- Hola - dije yo con la boca llena.
- Que aproveche. - dijeron las dos. - ¿no has hecho cena para tu hermana, Delilah? - añadió mi madre.
- No, lo siento, es que no pensé que ibais a llegar para cenar.
- Bueno, no pasa nada - dijo Summer un poco incómoda. Ella no era Directioner pero tener ahí a alguien famoso, la incomodaba - ya me haré cualquier cosa, no quiero molestaros.
- No molestas - dijo Louis - es más, he traído un regalo para ti - se levantó, sacó una bolsa de de la maleta y se la dio. - No te conozco así que no sabía qué comprarte pero tus hermanos me han hablado de ti varias veces así que pensé que esto te podía gustar. - mi hermana abrió la bolsa y se le dibujó una gran sonrisa en la cara.
- ¡Las cuñas que quería! - las sacó de la bolsa y nos las enseñó a mi madre y a mí.
- Pruébatelas para ver si te están bien - lo hizo.
- ¡Me están genial! ¿Cómo sabías mi talla?
- Le mandé un mensaje a tu hermano y me lo dijo.
- ¡Muchas gracias! - iba a abrazarlo pero se detuvo por la vergüenza, aunque eso no pareció importarle a Louis ya que él si la abrazó.
- Para usted tengo algo también - le dio una pequeña bolsita de papel que contenía una pulsera de plata.
- Gracias, Louis - mi madre le dio dos besos - ha sido todo un detalle.
- No tiene por qué darlas - unos minutos después terminamos de cenar - Mary, ¿le importa se llevo a su hija a mi casa para que vea al resto?
- Claro que no, Louis y tutéame, por favor.
- Vale, gracias - cogí mis llaves, salimos y me monté en su coche.
- ¿En serio le has regalado algo a mi hermana y a mi madre?
- Sí - sonrió mientras conducía - y también a tu hermano, te lo daré luego para que tú se lo des.
- Eres un puto pelota.
- Nunca está de más quedar bien con la familia de tu pareja ¿sabes?
- Pero eso ha sido demasiado empalagoso.
- Lo que pasa es que estás celosa.
- ¿De qué? ¿De que mi madre sea todo amor contigo y conmigo todo lo contrario? Pues sí - me crucé de brazos y se rió - a mí no me hace gracia.
- Es que eres toda una cría, ya te hará gracia cuando conozcas a mi familia y la situación sea la contraria.
- No creo, tu madre es amor con todo el mundo.
- Bah, cuando la conozcas valoraré más tu opinión. - aparcó, nos bajamos y abrió la puerta con sus llaves. Cuando entramos todos estaban durmiendo menos Liam, que estaba con Danielle en el sofá besándola sin parar.
- ¿Tanto asco damos nosotros? - le pregunté a Louis en un susurro.
- Espero que no. - nos sentamos en el sofá y entonces se dieron cuanta de que habíamos llegado, Liam me abrazó y empezamos a hablar los cuatro. Danielle me pidió perdón por no avisarme de que no iba a ir a mi casa pero le dije que no pasaba nada, que lo entendía. Me contó todo lo que le había regalado Liam y entonces se fueron juntos a su nueva casa, a la que se compraron antes de que Liam se fuera de tour. Así que Louis y yo nos quedamos solos, por lo que él aprovechó para abrazarme.
- Eh - dijo Harry desde la cocina y con voz de dormido - deja algo para los demás. - se acercó, me abrazó, me besó en la frente.
- Ya está - dijo Louis - búscate tu propia chica - nos reímos y Harry me dio su regalo: unas gafas de sol de aviador. Eran iguales que las que yo tenía sólo que eran verdaderas Rayban.
- Gracias, Hazza - me estuvo contando todo lo que había hecho durante el tour y lo le escuchaba atentamente aunque la mayoría ya me lo hubiera dicho Louis. - ¿Sabes? Creo que tienes la voz aún más grave.
- Vaya, gracias - dijo poniéndola más grave todavía. - Tú estás incluso más guapa.
- Gracias - sonreí - ¿Y Niall?
- Está durmiendo, mañana coge un vuelo a Irlanda y pasado, a Marbella.
- ¡Que suerte!
- Tú no te quejes, que te vas a Venecia conmigo - dijo Louis.
- ¿Qué? ¿Me dejáis solo con Zayn?
- Y Liam.
- Sois unos cabrones, al siguiente viaje en pareja me apunto.
- Bueno, creo que debería irme - dije levantándome - tengo que hacer las maletas para mañana.
- Te llevo.
- De eso nada, Lou, no has dormido nada - dijo Harry cogiendo sus llaves del coche - la llevo yo.
Al llegar a casa subí rápidamente a mi habitación, cogí la maleta más bonita y medianamente grande que tenía y la llené. No sabía qué íbamos a hacer allí así que metí ropa cómoda y un par de vestidos y ropa más elegante para por si salíamos a cenar. Por supuesto, todo era de mangas cortas ya que en julio hacía bastante calor en Italia.


A la mañana siguiente, Louis me recogió y nos fuimos directamente al aeropuerto. Allí desayunamos y compramos varias tonterías antes de coger el avión. 
Tres horas más tarde, ya estábamos en Venecia. Cuando llegamos, eran las 17h de allí, 15h de Londres. 
Una hora después cogimos un taxi acuático que nos llevó a la isla de San Clemente, una isla artificial del Lago Venecia en la que se encontraba el hotel San Clemente, el hotel más lujoso de la ciudad. Tenía piscina, pista de tenia, un pequeño lago y una superficie enorme de jardín. El hotel era de color marrón y blanco, y tenía la típica estructura de edificio italiano.
Mientras que Louis hablaba con el recepcionista, yo me senté a mirar los folletos y los mapas sobre Venecia.
- Vamos, Del - Louis cogió nuestras maletas y salimos por la puerta trasera el jardín.
- ¿A dónde vamos?
- A nuestra habitación.
- Louis, estamos en el jardín.
- Nuestra habitación es "La Villa", se trata de una casita separada del edificio, desde allí tenemos las mejores vistas de Venecia. - seguimos andando, cruzamos el pequeño lago y llegamos a la casita. Estaba dividida en dos suits, Louis había reservado una pero el pidió al recepcionista que no dieran la otra para que tuviéramos más intimidad. Tenía un pequeño jardín privado desde el que se veía la parte más bonita de Venecia, en él había varios muebles de jardín preciosos y tenía su propia salida. 
En cuanto a la habitación era perfecta, estaba segura de que esos cuatro días iban a ser los mejores de mi vida.


[Narra Audry]
No fui a ver a Delilah porque me enteré por Twitter de que los chicos habían vuelto, así que me imaginé que ella había ido a verlos a su casa. Al día siguiente vi que había twitteado "¡Venecia!" así que ahora no podría hablar con ella.
De todas formas, fui a la casa de los chicos para verlos y hablar un poco con ellos. Cuando llegué, me llevé la sorpresa de que Niall estaba en Dublín y Liam estaba viviendo con Danielle, así que solo quedaban Harry y Zayn. Estuvimos desayunando y contándonos todo, absolutamente todo lo que habíamos hecho y con todo detalle. La verdad es que me lo pasé muy bien con ellos, aunque bueno, Zayn seguía siendo un puto imbécil a ratos.
Este tiempo que había estado sin los chicos me había sentido muy sola, en parte por ellos y en parte porque Delilah solo quería encerrarse en su casa, ver entrevistas y fotos de los chicos y esperar a que lo llamara Louis. No me malinterpretéis, me alegraba por ellos como la que más pero me molestaba que Delilah me hubiera apartado a un segundo plano. ¿Qué digo segundo? Ese eran el resto de los chicos, me había apartado a un tercer plano. Así que ver que los chicos me trataban como siempre me alegraba aunque claro, yo no era Delilah y ciertas cosas se notaban.
Por la tarde Harry se fue a la piscina y yo, como no traía bikini, me senté en el sofá a ver la tele bajo la atenta mirada de Zayn.
- ¿Qué miras?
- ¿Qué coño tienes que me encanta?
- No estoy para coñas, y menos contigo.
- No estoy de coña, te estoy diciendo que hoy tienes el guapo subido - me quedé callada, intentaba hacerme me la dura pero me costaba, mi ídolo, que ahora era uno de mis amigos, me estaba diciendo que tenía el guapo subido - pero no solo hoy, siempre estás preciosa.
- Pero, ¿qué te crees? ¿Que por hacerme sonreír, ser genial y adorable conmigo, ¿me vas a gustar? - reí sarcásticamente - Bueno, vale.
- ¿Acabas de decir que te gusto?
- No - mentí - te sigo el rollo, ¿para qué te iba a decir que me gustas si yo a ti no?
- Eh, idiota - se sentó junto a mí - que sí, que te quiero y que me gustas más que a nadie.
- Eso sí que no me lo creo - reí forzada - ¿Por qué me ibas a querer tú a mí?
- ¿Te has visto? ¿Te has oído? Sería imposible no hacerlo.
- Entonces, ¿es verdad?
- Sí - suspiró - empecé a sentirlo desde que te besé en el rodaje del videoclip pero no quería enamorarme porque iba a ser muy duro no poder estar contigo así que empecé a ser un borde contigo para ver si me olvidaba de ti pero... no ha funcionado.
- Eres un capullo - le pegué en el hombro - Yo pensaba que me odiabas, que mi ídolo me odiaba ¿sabes lo que duele eso?
- Pues dolerá más o menos lo mismo que ver cómo se te acercan chicos y que no puedo hacer nada, o pensar que tú no sientes lo mismo que yo.
- Yo siento lo mismo que tú - le miré, me miró y sonreímos - desde siempre, desde que te vi en Factor X y ahora que te conozco, se ha hecho más fuerte.
- Entonces... entonces ¿podemos probar a... a salir juntos? - asentí.
- Pero antes, debes decirme por qué me quieres.
Supongo que te quiero porque cuando te miro es como si te conociera desde siempre, porque entiendes como soy, y eso nadie puede cambiarlo.
- Bueno, vale - reí - probemos a ver qué pasa, pero si sale mal no quiero que te vuelvas un borde ni que me ignores como están haciendo Eleanor y Louis.
- Lo prometo. - se acercó lentamente y nos besamos, era el primer beso que nos dábamos siendo pareja así que fue el mejor que me habían dado hasta entonces.
- Zayn pásame una toa... ¡no! ¡Otra pareja no! - gritó poniéndose de rodillas en el suelo  y mirando al techo mientras agitaba los puños. Zayn y yo nos separamos y nos reímos - ¡Pero si vosotros os odiáis!
- No, actuábamos como tal.
- Bueno, como sea - entró y subió las escaleras - Niall y yo somos los únicos supervivientes ¡voy a llamarlo!
Después de cenar, me despedí de Zayn y Harry me llevó a mi casa. Al llegar me tumbé en mi cama, no podía creérmelo. Siempre había soñado con estar con él, siempre me había imaginado cómo sería eso y ahora que estaba pasando, me sentía un poco indiferente. Supongo que sería porque ya no era "Zayn el ídolo", ahora era "Zayn el amigo". Bueno, ahora era más que un amigo, ahora ya empezaba la fase de salir juntos y ver qué pasaba.
Y creédme, estaba ansiosa por saber qué iba a pasar.

martes, 17 de julio de 2012

Capítulo 23.

"Sabes que te estás empezando a hacer mayor cuando llega ese día en que sientes que estás cansado de las despedidas y de perder gente que quieres."


Me acababa de dar in mini infarto. Bueno, ¿qué coño? Me iba a morir ahí mismo.
- Gracias - dije sin mirarle a los ojos - tú también eres más guapo que en los pósters.
- O sea, que además de modelo, eres fan nuestra - asentí - ¡que suerte!
- Bueno, muchas gracias por darme esta oportunidad.
- Gracias a Hollister por elegirte como imagen mundial, gracias a mi móvil por mantenerme ocupado y que me chocara contra el escaparate y gracias a ti pro aceptarlo.
- ¡Bien chicos! - gritó el director - ¡A empezar, que esto no va a rodarse solo! - nos reunimos con el resto del equipo de grabación. Los otros integrantes del grupo no habían venido porque no iban a salir en el vídeo así que la gente pensaba que tardaríamos menos en terminarlo.
Primero, nos hicieron sentarnos a Adam y a mí en un sofá, a él le pusieron en brazos a una bebé. El plan era hacernos algunas fotos para ponerlas de decoración en la casa, así que Adam sujetó el bebé mientras sonreíamos y fingíamos ser una familia. Luego, nos hicieron otra foto en la que Adam cogía a la bebé y apoyaba su cabeza en la de la niña poniendo una cara divertida mientras yo pasaba mi brazo por los hombros del cantante.
Después comenzamos con la grabación del videoclip en sí. Sentaron a la bebé, que se llamaba Mia, en una silla y le dijeron a Adam que jugara con ella mientras a mí me hacían un plano friendo algo en una sartén, luego le hicieron un plano a Levine dándole de comer a Mia, era muy tierno. 
Decidieron grabar las escenas en el orden en el que aparecerían en el videoclip así que grabaron varias secuencias en las que salía Adam entrenando y después, algunas jugando con la bebé mientras yo seguía cocinando y los miraba sonriendo. A continuación, le servía la comida a Adam y él me dejaba a la niña, yo me sentaba delante de él con Mia en brazos y lo observaba. Luego me sentaba a su lado y le hacíamos carantoñas.
Llevábamos cuatro horas rodando porque nos entraba la risa o porque el bebé empezaba a llorar así que hicimos una pausa. Estaba hambrienta, así que me senté en una de las sillas del set y empecé a comer todas las porquerías que había sobre la mesa hasta que Adam se sentó a mi lado.
- He pensado que, ya que eres una fan del grupo, te gustaría que te firmara algo.
- ¡Sería genial! - exclamé - Pero no he traído nada.
- Yo sí - se levantó y volvió con una libreta y un bolígrafo a los pocos segundos, escribió algo y firmó - aquí tienes.
- Para la chica más guapa del mundo, gracias. Con amor, Adam Levine xx. - leí en voz alta - ¡Gracias! - le abracé y se rió.
- ¿Cuántos años tienes?
- Casi dieciocho.
- ¡Vaya! Pareces mayor.
- No mucho ¿no?
- No - rió - ¿has venido alguna vez a Los Ángeles?
- Que va, he estado en Nueva York pero aquí no.
- ¿Y piensas hacer turismo?
- Si me sobra tiempo y a mi novio también, no estaría mal.
- Así que tienes novio eeh - me dio pequeños codazos. Para tener 33 años era un poco infantil, eso molaba.
- Sí - sonreí.
- ¿Cuánto lleváis juntos?
- Apenas un mes.
- Entonces ahora estaréis como flotando ¿no? porque los primeros meses siempre son los mejores.
- Sería así si pudiéramos estar juntos.
- No lo pillo - reí.
- Que siempre tiene mucho trabajo y lleva desde el 22 de mayo aquí, en USA.
- ¿Hasta cuándo?
- El 16 de julio más o menos.
- Eso es una putada.
- Sí, pero bueno, no me quejo es el precio que tengo que pagar por salir con el mejor chico del mundo.
- Espero que no sea celoso.
- ¿Por qué?
- Porque en este vídeo tengo que besarte.
- ¡¿Qué?!
- Tranquila, es un pico.
- Me da igual lo que sea ¡voy a besar a Adam Frungible Levine! - rió.
- ¡Chicos dos tomas más y terminamos por hoy! - Adam y yo nos levantamos y fuimos al set. Volvimos a la posición en la que lo dejamos: Adam estaba comiendo y yo sobre su regazo con la niña en brazos. - ¡Acción! - Adam se comió el último trozo de filete que quedaba sobre el plato, se limpió la boca, se levantó y antes de que pudiera darme cuenta, me había agarrado la barbilla y me había besado fugazmente. Luego le dio un beso a Mia en la cabeza e hizo como si boxeara con ella, se fue a coger sus cosas y yo me quedé allí de pie con la bebé en brazos mirando cómo se iba. Me hicieron varios planos mirando hacia la puerta con cara de tristeza. - ¡A positivar!
Le di la bebé a su madre y fui a mi camerino a ponerme mi camiseta. Cuando salí, Adam ya estaba montado en su descapotable y Fred me esperaba en su coche para llevarme al hotel
- ¡Delilah! - gritó Adam - ¡nos vemos mañana!
Cuando llegué al hotel me duché y me tiré en la cama a descansar, no me había traído el portátil así que no podría skypear con Audry, mis padres y mi hermana o mi hermano así que los llamé. Primero a mis padres, luego a Cory, después a Louis y por último a Audry. 
Louis me dijo que mañana tenía el día libre así que podíamos quedar después de mi grabación y pasear por la ciudad. Lo que hablé con Audry fue más especial.
------- CONVERSACIÓN TELEFÓNICA ------
- Ya me estás contando qué tal con Adam Violable Levine.
- Buenas tardes a ti también.
- Serán buenas noches, aquí es de madrugada.
- Sí, bueno, me la suda porque ¡he besado a Adam Levine! - grité.
- ¿Qué? ¡Tía, pero si estás con Louis! Muy mal empieza lo vuestro eeh.
- No tonta, en el vídeo.
- ¿Y qué tal besa? ¡Dímelo!
- Era un pico de nada pero esos labios... Dios, son el cielo.
- Bueno, bueno, no hables muy alto que Louis quizás se entera porque estáis en el mismo país ¿no te da rabia no poder verlo?
- ¡No porque voy a verlo!
- ¿Qué?
- Que los chicos llegan mañana a Los Ángeles y podremos pasar el día juntos.
- Joder, eres la tía más afortunada del universo.
- Pero es que no sabes lo mejor.
- ¡¿Hay más?! - le conté por qué me habían escogido a mí - Vamos, que has enamorado al mismísimo Levine.
- No creo - oí como bostezaba - bueno, oigo que tienes sueño así que te dejo, en dos días ya me tendrás por ahí dándote por culo de nuevo.
- ¡Haz fotos del hotel!
- Sí.
- ¡Y hazte alguna con Adam, no seas tonta!
- Eso está claro - reímos - adiós, te quiero.
- Ídem.
-------- FIN DE LA LLAMADA ----------------


A la mañana siguiente todo fue más breve, cuando llegué Adam ya estaba allí. Habían construido un ring al lado de la casa para que él pudiera hacer sus escenas de combate. Llevaba unas calzonas de boxeador y los guantes y estaba ensayando algunos golpes y cosas de esas. La verdad es que durante el poco tiempo que hablamos, no le miré a los ojos, me quedé embobada con sus abdominales. Me pusieron la misma ropa, maquillaje y peinado que el día anterior y al rato comenzamos a grabar. Él entró en el ring con varios extras y comenzaron a boxear mientras que yo estaba en la casa recogiendo mi ropa y haciendo las maletas. Adam y el extra se pegaban fingiendo que boxeaban mientras yo metía ropa en un montón de cajas y maletas bajo la mirada de Mia, fue curioso grabar esa escena porque escuchaba los jadeos de Adam y tenía que aguantarme la risa. Por último, Adam entraba en la casa y ya no quedaba nada, solo las fotos rotas y varios trofeos por el suelo.
- ¡Muy bien! - gritó el director. Yo salí de la casa, Adam se bajó todo sudado del ring y nos acercamos a él - durante lo que queda de día, estaré montándolo y mañana os pasáis por aquí a las 10h para ver el resultado.
- Perfecto - dijimos a la vez. Nos fuimos a nuestros camerinos y nos cambiamos.
- ¿Tienes planes?
- Sí, mi novio me está esperando en Ocean Avenue a la altura de Santa Mónica Boulevard.
- Te llevo.
- Gracias pero no tienes por qué, me pillo un taxi y ya está.
- Insisto - puso cara de cordero degollado.
- Bueno, está bien - nos fuimos a su descapotable y puso rumbo a la dirección que le dije. La verdad es que Los Ángeles era una ciudad grande, de largo tenía 120km y era impresionante. Me dejó justo en el semáforo de la esquina y quedamos en que nos veríamos al día siguiente.  Cuando llegué no vi a nadie así que me acerqué a la banda de la playa y me fijé en un chico que estaba sentado en un banco mirando al mar. Era él. Me acerqué corriendo por detrás intentando hacer el mínimo ruido posible y me tiré en su espalda.
- ¡Del! - se giró y me abrazó con muchísima fuerza.
- ¿Cómo sabías que era yo?
- Por el olor, hueles a vainilla y a bebé - sonrió - y bueno, te he visto el tatuaje de la muñeca.
- Así no es divertido jugar contigo - me senté en su regazo - te he echado de menos.
- Y yo, no sabes cuánto - nos besamos. Llevaba casi tres semanas sin besarle, sin sentir sus labios juntos los míos y su lengua contra la mía. Estuvimos un rato en el banco, en ese tiempo aprovechamos para contarnos todo lo que había pasado durante el tiempo que llevábamos separados, lo bueno y lo malo, todo porque para eso éramos, ante todo, mejores amigos. Le veía muy contento por mi nota en selectividad y bueno, flipaba por el rodaje con Maroon 5 así que los dos estábamos más felices que nunca.
Paseamos por todo Santa Mónica Boulevard, parándonos en cada tienda que nos pareciera curiosa y en algún que otro Starbucks hasta que llegamos a Beverly Hills. Le enseñé mi hotel y curioseamos las casas de algunos famosos. Entonces, llegamos a Hollywood Boulevard. Siempre había soñado con pasear por ahí y ahora lo estaba haciendo de la mano de mi novio. Pff. No podía estar más feliz, os lo aseguro. Estando en Hollywood Boulevard nos hicimos una foto en una parada de autobús en la que había una foto mía posando para Hollister y luego varias con el cartel de "Hollywood" detrás, la verdad es que nunca había hecho tantas fotos con un móvil. Primero fuimos por el lado izquierdo de la acera y luego por el derecho, quería ver todas y cada una de las estrellas que formaban el paseo de la fama. Finalmente, llegamos al teatro Kodak, cenamos por la zona y cogimos un taxi para que me llevara a mi hotel. 
- ¿A qué hora te vas mañana?
- A las 12h, llegaré a Londres a las 23h del 17 de junio, me pasaré un día entero en el avión.
- No puedo despedirte allí porque sería peligroso así que vendré aquí a las 9h.
- Vale - nos besamos - hasta mañana.
- Que duermas bien - entré en el hotel y vi como el taxi en el que iba Louis se marchaba. Subí a mi habitación, me duché y me dormí pensando en que ése había sido el mejor día de mi vida. Por el momento.


- ¡Buenos días, Ricitos! - gritó la voz inconfundible de Louis.
- ¿Qué haces aquí? ¿Cómo has entrado?
- Ya iremos mejorando tu humor mañanero conforme pase el tiempo.
- En serio, ¿cómo has entrado?
- No es muy difícil colarse en un chalet ¿sabes? Además tu habitación da directamente a la piscina ¿y si el que se hubiera colado no hubiera sido yo, sino un ladrón?
- Ahora mismo solo quiero dormir.
- Tendrás 12h de vuelo para hacerlo, he venido a despedirme.
- Hostia, es verdad - me incorporé y le besé - lo siento.
- No pasa nada - sonrió - oye, mañana podríamos hacer algo juntos.
- ¿Hola? Mañana estaré en Londres.
- Sí ¿y?
- Esta conversación carece de sentido alguno.
- Me refiero a ver una peli a la vez y comentarla por teléfono - reí - vamos, Delilah, hacemos un mes juntos... tendremos que hacer algo ¿no?
- Tienes razón - dije mientras que me vestía de espaldas a él - Además me parece muy bonito.
- ¿Qué te parece si vemos "Los pitufos"? 
- Genial, la tengo descargada en el portátil.
- Menos mal porque es la única que tenemos en el bus del tour. Bueno, esa y las tres de "Toy Story" - reí. - Así que mañana te llamo a la hora de siempre y vemos la peli juntos.
- Perfecto - sonó el móvil de la habitación, era la recepcionista avisándome de que habían venido a por mí. - Me tengo que ir al estudio.
- Es verdad, hoy tenías que ver el resultado - cogió mi maleta y me acompañó a la recepción - espero que haya quedado bien.
- Bueno, te mando un mensaje cuando llegue. - le besé.
- Que no se te olvide, que esas cosas siempre se te olvidan.
- Tranquilo, nos vemos en un mes. - cogí mi maleta y salí del hotel, Fred la metió en el maletero y volví a entrar corriendo.
- Menos mal, pensaba que te ibas a ir así - salté y me abrazó, rodeé su cintura con mis piernas mientras él me sujetaba por el culo - te voy a echar mucho de menos, esto va a ser sin duda lo más duro.
- No pienses eso, piensa que queda menos para pasar todo el verano juntos.
- Es verdad, tendremos que encontrar un plan.
- Lo haremos cuando llegues a Londres, que tendremos tiempo de sobra.
- Te quiero - era la primera vez que Louis me decía "te quiero" mirándome a los ojos así que me emocioné, nos besamos por última vez y me bajé de él.
- Y yo - le revolví el pelo y salí de ese lujoso hotel, esta vez sí, para siempre.
Cuando llegué al estudio Adam ya estaba allí así que nos enseñaron el videoclip rápidamente. Había quedado genial, me encantaba, era perfecto.
- Bueno, tenemos que despedirnos ¿no? - dijo Adam una vez nos pusimos de pie y salimos del estudio.
- Llevo dos despedidas en lo que llevamos de día.
- Pero bueno, esta es para siempre porque dudo mucho que nos volvamos a encontrar.
- Mira, hacemos una cosa - saqué mi móvil - dame tu número y si vienes a Londres o alrededores me llamas - lo cogió y se guardó como "Adam Frungible Levine".
- Dame el tuyo por si alguna vez vuelves a LA o alrededores - me dio su iPhone y me guardé como "Delilah Hollister". - ¡Fred! ¡Haznos una foto! - el mánager se acercó, Adam le dio su móvil y nos hizo un foto, después hizo lo mismo con el mío.
Aproveché el tiempo que tuve que esperar en el aeropuerto para conectarme a Twitter y ver qué pasaba en el mundo, entonces me llevé la sorpresa de que Adam me seguía y de que había fotos en las que salíamos Louis y yo paseando por Hollywood Boulevard cogidos de la mano. Miré mis menciones y encontré una de la cuenta de mis fans "¿Estos sois Louis Tomlinson y tú?" y le respondí "Sí, fui a LA por motivos de trabajo y aprovechamos para vernos xx." Había muchos rumores de que estábamos juntos y como Louis y yo no queríamos que todavía lo supieran, twitteé "Entre Louis y yo no hay nada, simplemente fui a LA por motivos de trabajo y no vimos. ¿Dos amigos no pueden hacer turismo cogidos de la mano?" Estaba claro nadie se lo iba a creer pero bueno, mientras que tardaran más en saberlo mejor.
También subí la foto con Adam a Instagram y a Twitter diciendo "@adamlevine un placer trabajar contigo, espero verte pronto xx." y subí algunas de las que me hice con Louis en los diferentes sitios de LA pero esas no las twitteé.


El 18 de junio, hicimos lo de ver la película juntos mientras la comentábamos por teléfono. La verdad es que perecía una tontería pero fui muy feliz durante poco más de hora y media, solo con oír su voz ya era feliz.


El 25 de junio se estrenó en videoclip de "One More Night" así que pasé la noche agradeciendo las felicitaciones por el buen trabajo en Twitter, sobre todo por parte de Adam, el resto de el grupo y las fans de Maroon 5, y hablando por teléfono con mis familiares, los chicos, Danielle, Audry y Louis.
--------- CONVERSACIÓN TELEFÓNICA ----------
- ¿Sí?
- Pero si es la chica más famosa del mundo.
- Se equivoca, no soy Lady Gaga - rió.
- Me ha gustado mucho el vídeo, se te veía muy bien con la bebé pero se notaba mucho la diferencia de edad entre Adam y tú.
- Bueno, no pasa nada - suspiré - ¿cuándo llegáis a Londres? Esto ya es demasiado monótono y triste.
- El 14, pero he pensado que podríamos irnos de viaje.
- ¿No prefieres pasar unos días con tu familia?
- Mi familia siempre estará allí.
- Ah ¿y yo no?
- Me refiero a que ellos los he tenido toda la vida pero de ti he podido disfrutar muy poco.
- Vale, lo has arreglado un poco.
- ¿Has estado alguna vez en Venecia?
- No.
- Pues mejor, porque nos vamos para allá.
- ¿En serio?
- Sí - rió - ya he reservado el vuelo y el hotel, pasaremos cuatro días en Venecia.
- Y luego irás a ver a tu familia ¿de acuerdo?
- Tu irás conmigo.
- No, es muy pronto.
- Tú eres tonta.
- Tal vez pero aun así me llevarás a Venecia.
- Porque te quiero.
- Entonces tú también eres tonto, somos dos tontos. - bostecé.
- Hablamos mañana, descansa.
- No podré dormir hasta que estemos en Venecia. - rió.
- Eres toda una enana.
- Habló el maduro - reímos - Bueno, que duermas bien.
- Sí, nos vemos en 24 días.
- Te quiero.
-------- FIN DE LA LLAMADA ---------------------

lunes, 16 de julio de 2012

Capítulo 22.

"Cualesquiera que hayan sido nuestros logros, alguien nos ayudó siempre a alcanzarlos."


[Narra Delilah]
Los días siguientes fueron largos y duros aunque por lo menos contaba con que tenía que estudiar, y eso me distraía. Louis mantuvo su promesa y me llamaba cada día, siempre a la misma hora.
El 1 de junio llegó sin darme cuenta, y con él, el trabajo. Me desperté a las 7am para estudiar un poco ya que quedaban tres días para selectividad y me fui de mi casa a las 11h. Cuando llegué, media hora más tarde, James y Mark me estaban esperando.
- Encantado de verte de nuevo, Delilah - James me abrazó y me dio dos besos - ¿qué tal todo?
- Muy bien, aunque bueno, ahora tengo que presentarme a selectividad y estoy nerviosa.
- Oh no te preocupes, seguro que lo haces bien, además Mark y yo tenemos una buena noticia.
- Así es Delilah Harper - Mark me dio dos besos - esta sesión de fotos la acabaremos hoy mismo porque solo son bikinis, así que tendrás tiempo para estudiar los próximos días y no tendrás que volver hasta septiembre.
- ¡Qué bien! Muchas gracias.
- Y además la semana que viene hay un acto en el que inauguramos las rebajas y como tú eres nuestra imagen, tendrás que ir. - añadió James
- Pero, ¿de qué se trata?
- Es una pequeña fiesta con modelos de otras firmas en la que los periodistas entran y os hacen preguntas. - explicó Mark.
- Es como una fiesta de clausura de la temporada - añadió James - por supuesto, iremos nosotros y el modelo masculino.
- ¿Qué modelo masculino?
- Nunca has coincidido con él pero se ha puesto enfermo y no se lo perdonamos, así que lo hemos despedido y hemos contratado a otro.
- Se llama Noah, no va a ser la imagen masculina para lo que queda de año pero nos ayudará al salir del paso con los bañadores. - un momento. ¿Había dicho Noah? ¡No me lo podía creer! ¡Iba a posar junto a Noah! - Bueno, si estás lista empezamos.
- Empecemos, pues. - me metí en el vestidor y me puse el primer bikini. Era de rayas celestes y blancas, la parte de arriba era de forma de 8 y tenía un estrella de mar en el centro y la parte de abajo, era ajustable. Me recogieron el pelo en un moño playero y no me maquillaron.
Cuando salí me quedé embobada mirando al chico que estaba posando. Estaba buenísimo. Era Noah. Llevaba un bañador de estos que se llevaban ahora que llevaba a la mitad del muslo con el mismo estampado de mi bikini. Primero posamos cada uno por nuestro lado y luego, juntos. Hicieron que nos abrazáramos, que me cogiera en brazos, que posáramos como si corriéramos, como si jugáramos a las palas... en fin, que me lo estaba pasando como nunca.
A continuación me puse un bikini de mini volantes con forma de rectángulo y estampado de flores y a Noah, un bañador rosa a juego con mi bikini.
Luego me pusieron un bikini push up de forma de 8, de color turquesa fluorescente y a Noah un bañador del mismo color. Yo nunca había usado push up porque nunca me había hecho falta, así que cuando me puse ese bikini me hacía un pecho mucho más grande de lo normal, por lo que Noah no paraba de hacer bromas.


La noche antes de selectividad, estaba tan nerviosa que le mandé mensajes a los chicos para relajarme un poco. Buscando los números, vi que Harry se había guardado como "Harry", Niall como "Nialler ♥", Liam como "Liam :)", Zayn como "Zaynie :)" y a Louis me lo habían cambiado por "Boo Bear ♥" así que no pude evitar reírme. Primero le mandé un mensaje a Louis: "Te echo de menos", luego a Harry "Hfjsgndnsgnekskoodbfnsj" y por último a Niall "Eres un culo apestoso". No me dio tiempo a mandarle uno al resto porque en seguida me respondieron.
Boo Bear ♥: "¡Ooh yo también te echo de menos Del! Mi pequeño mono, nos veremos pronto :) xx" "¡Oh Dios mío, es muy tarde en Londres! Será mejor que te vayas a dormir pequeña xx te quiero, buenas noches ¡que duermas bien! xxxx"
Harry: "¡Hfjsgndnsgnekskoodbfnsj para ti también! ¡Tonta, es decir, pequeño mono tonto! ¡Oh pequeño mono cuanto te quiero!"
Nialler ♥: "¿Yo soy el culo apestoso? ¡Oh no, yo creo que tú eres el culo apestoso! Buenas noches pequeño mono <3"
Liam :): "Deberías cambiar tu username de Twitter e Instagram a: monoharper o algo con mono en él"
Zaynie :): "¡No es justo! Haha... ¡Todos los chicos te están mandando mensajes! ¡¡Y son sobre las 4am en Londres!! ¡Bien hecho, chica!"
Estos chicos no eran normales, me habían hecho sonreír con esos mensajes y me habían relajado bastante. Tanto, que me dormí en seguida.


A la mañana siguiente, recibí mensajes de los chicos deseándome suerte para los exámenes de hoy. Estaba muy nerviosa, tan nerviosa que no desayuné nada, me fui a recoger a Audry para ir juntas al colegio en el que se hacían los exámenes. Por el camino no hablamos una sola palabra, íbamos repasando mentalmente los pasos que había que llevar a cabo para hacer bien un comentario de texto y los hechos más importantes de la historia inglesa. Cuando llegamos, estaban todos mis antiguos compañeros y profesores, a los que saludé calurosamente. Medio hora después ya estaba sentada en la mesa haciendo un comentario de William Shakespeare. Tuvimos 1:30h para hacer el examen, que me salió bastante bien y media hora más tarde comenzamos el de historia, que me salió bien. 
Me fui contenta a casa, los exámenes me habían salido bien, suficiente como para aprobar y tener nota para periodismo. Al día siguiente tocaban los exámenes de matemáticas aplicadas a las ciencias sociales y de economía y al siguiente, el de geografía.


El sábado tuve que ir de urgencia a comprarme un vestido para la fiesta de final de temporada. Las notas las colgaban el lunes en Internet así que estaba un poco nerviosa, los exámenes me habían salido bien pero no estaba segura de si obtendría la nota necesaria para entrar a periodismo. Opté por un mini vestido blanco de palabra de honor y con un poco de vuelo con un lazo azul marino a la altura de la cintura para romper un poco la sobriedad del color, me compré unos tacones semi abiertos del mismo color que el lazo con plataforma interna de unos cuatro dedos y el tacón de aguja de uno 15 centímetros. Me dejé el pelo suelto, ondulado, al natural y apenas me maquillé.
Cuando llegué al lugar de la fiesta, un bar de copas, había un pequeño photocall a la entrada donde los periodistas entrevistaban a la gente que iba llegando. Así que nada más llegar empezaron a hacerme preguntas.
- ¡Delilah! - gritó una chica joven, de unos 25 años. Me acerqué - buenas noches, trabajo para la revista InTouch ¿te importaría contestar a unas preguntas?
- No, claro que no - ¿cómo me iba a negar? Ya no era Sugarscape, era la mismísima InTouch
- En verano, ¿playa o montaña?
- Generalmente playa, soy de aquí, de Londres así que siempre tiro para la playa. Soy muy playera.
- Además de Hollister, también has trabajado para Topshop y te hemos visto en un vídeo musical ¿harías otro?
- Sí, ¿por qué no? Eso es algo muy entretenido, algo que siempre estoy dispuesta a hacer.
- ¿Te ves con niños?
- Ahora no - reí - pero me encantan, los adoro. No me importaría tener alguno en un futuro.
- ¿Eres una chica tradicional?
- No, a mi edad no se puede ser tradicional.
- ¿Ahora tienes pareja?
- Sí - sonreí al pensar en Louis - empecé una relación hace poco y va bastante bien, estoy muy enamorada.
- ¿Qué hubo con Noah Fisher, modelo con el que has posado esta temporada?
- Nada, hay una amistad enorme.
- ¿Eres enamoradiza?
- Mucho, pero también mujer de un solo hombre. Cuando estoy con alguien, no tengo ojos para nadie más.
- ¿Eres sufridora en el amor?
- Depende. Todos aprendemos a base de palos, todo el mundo ha sufrido en el amor y yo también.
- Bueno, pues esto es todo - sonrió - muchas gracias por responder.
- A ti por preguntar - sonreí - ¿cuándo saldrá la revista?
- El lunes.
- Vale, gracias - le di dos besos, caminé hacia el centro del photocall y posé mientras que todos los medios me lanzaban flashes. Una vez dentro, me encontré con Noah y pasamos toda la velada juntos.


El lunes me desperté muy tarde, había estado madrugando durante dos semanas así que ahora me debía dormir hasta tarde. Nada más que me desperté, me metí en la página web de la universidad de Londres y metí mis datos. Ahí estaba. Delilah Jane Harper, mi documento de identidad y mi nota. No me lo podía creer, debía de ser un sueño. Bajé corriendo las escaleras y reuní a mis padres y mi hermana.
- He visto mi nota en selectividad.
- ¿Y bien? - dijo mi padre.
- ¡Tengo un 8.05! - grité, provocando que todos gritaran de alegría.
- ¿Y cuál era la nota de corte?
- ¡Un 7,43!
- ¡Vamos a un restaurante a celebrarlo! - dijo padre. Llamé a mi hermano y se lo conté, se emocionó tanto que se apuntó en seguida a lo de comer en un restaurante. Mientras que mis padres y Summer se vestían, llamé a Louis.
--------------- CONVERSACIÓN TELEFÓNICA ------------------
- Hola - suspiró.
- Te he despertado ¿verdad? - silencio - ¿estás asintiendo?
- ¿Cómo lo has adivinado? - rió.
- Porque te conozco - reí. Siempre que hablábamos por teléfono pasaba lo mismo. - Perdón pero es que he visto los resultados de selectividad.
- ¿Y qué tal? - preguntó sorprendido, incluso diría que se había incorporado.
- ¡He sacado un 8.05 y necesitaba un 7.43!
- ¡No me jodas! - gritó - ¡No me jodas!
- ¡Que entro en la universidad! - grité.
- ¡Mi novia es universitaria! - gritó. Me gustó eso de mi novia, nunca lo había dicho.
- Y modelo, que no se te olvide - reímos - que hoy salgo en la revista InTouch así que más te vale comprar un ejemplar.
- Lo haré - ahora mismo había sonreído, se le había notado en la voz - Bueno, tengo que colgar, que los chicos me piden explicaciones para esos gritos.
- Vale.
- Celébralo a lo grande.
- Y tú.
- Te quiero.
- Y yo.
---------------  FIN DE LA LLAMADA -------------------------------
Cuando estuvimos listos, fuimos en búsqueda de un restaurante bueno pero no muy caro para celebrarlo en familia. Por el camino, me conecté a Twitter desde mi iPhone y me encontré con menciones de Liam, Harry, Niall y Zayn dándome la enhorabuena por aprobar. Los retwitteé y luego twitteé "Tenéis ante vosotros a una futura periodista ¡sí! ¡He aprobado selectividad!". Justo antes de entrar al restaurante, me llamó Audry para decirme que había conseguido entrar en medicina y la puse en altavoz para que toda mi familia la oyera porque, al fin y al cabo, Audry era una Harper más. Y como era una Harper más, la invitamos a comer con nosotros. La comida estuvo llena de brindis y anécdotas sobre mí y Aud que mis padres y Cory, que se había traído a Sunshine, no paraban de sacar a la luz. Podía notar el orgullo que sentía mi familia por Audry y por mí y era bastante feliz.
Al acabar de comer, compramos un ejemplar de InTouch y leímos la entrevista juntos. El titular estaba escrito en turquesa y decía así: "Delilah Harper", debajo, como subtitulo ponía "Estoy myu enamorada"  y seguidamente, comenzaba el texto: "La londinense está feliz por haberse convertido en imagen de la firma estadounidense Hollister. Y como tal asistió el sábado pasado a una fiesta de clausura en Londres." Ahora venían las preguntas que me hicieron y mis respuestas y luego, otro texto "Éste está siendo una gran año para Delilah Harper: está enamorada y no le falta trabajo. Después de triunfar en el mundo de la moda, no sabe si tendrá vacaciones o no pero una cosa si tiene clara: va a sacar tiempo para esta junto a su novio, del que todavía no sabemos nada. La modelo y estudiante inglesa confiesa que le gusta el mundo de la moda pero reconoce que es una mujer que no sigue las tendencias." A la izquierda de la entrevista, había una foto mía en el photocall y en la esquina superior de ésta, un pequeño texto en el que decía: "La modelo eligió un vestido de la firma Zara, para la que aún no ha trabajado". El reportaje no había sido nada del otro mundo, pero me había hecho ilusión salir en ese tipo de revistas.
Al fin del día recibí una mención de Louis al Twitter en la que decía "¡Mira a quién me he encontrado en San Jose! Te echo de menos xx." adjuntando una foto de él posando junto a un cartel mío que había en una parada de autobús y sujetando la revista abierta por la página de mi entrevista en un mano. ¡Qué fuerte! Sabía que era imagen mundial pero nunca me imaginé que hubiera fotos mías por ahí en paradas de autobuses. No me lo pensé dos veces y respondí "Posas mejor que yo, le hablaré de ti al jefe haha :) yo también te echo de menos xx."


Al día siguiente, estaba preparándome la cena cuando mi móvil comenzó a sonar. Por primera vez en mi vida, miré la pantalla antes de descolgar. No era un número inglés, no me sonaba de haberlo visto en mi vida, quizás fuera de USA. ¿Y si era Louis llamándome desde una cabina telefónica porque había perdido el móvil o algo? Decidí cogerlo.
----------- CONVERSACIÓN TELEFÓNICA -------------
- ¿Sí? - dije desconfiada.
- Buenos días, ¿es usted Delilah Harper? - preguntó un hombre con voz seria, seca y acento americano.
- Dirá buenas noches - reí nerviosa.
- Es verdad, usted está en Londres, perdone.
- No pasa nada - reí de nuevo - sí, soy yo ¿ocurre algo?
- No, no, soy Fred, el mánager de Maroon 5. - Al oír "Maroon 5" se me había acelerado el corazón - ¿conoce el grupo?
- Claro, soy una gran fan, iba a comprarme "Overexposed" el mismo día que saliera, el 26 de junio - dije nerviosa. Era verdad, yo era muy fan de Bruno Mars, Chris Brown y Maroon 5 además de One Direction, claro.
- ¡Qué bien! - rió por primera vez - verá es que estábamos buscando a una chica para que fuera la protagonista del segundo single del álbum pero las chicas que se han presentado a los castings no convencen a Adam - ¡oh Dios, acababa de nombrar a Adam Frungible Levine! - y hoy me ha dicho que ayer iba paseando por Nueva York, se chocó contra un cristal y que al levantar la vista vio a la chica perfecta, a la del escaparate de Hollister. Así que me hizo remover cielo y tierra para contactar con la empresa y que me dieran tu número.
- Qué honor.
- Bueno, ¿le gustaría participar en el vídeo?
- Claro - exclamé - ¿cómo no lo iba a hacer?
- Perfecto - carraspeó - cogerás un vuelo hacia Los Ángeles pasado mañana y yo te recibiré en el aeropuerto, por supuesto, te lo pagamos nosotros.
- ¡Allí nos veremos!
- Adiós.
- ¡Y muchas gracias por el trabajo!
- A ti.
----------- FIN DE LA LLAMADA ----------------------------
No me lo podía creer. No me lo podía creer. ¡Iba a trabajar con el mismísimo Adam Noah Frungible Levine! Seguro que me desmayaba nada más verlo de lejos. No quería saber ni de qué iba el vídeo, no me importaba, solo quería viajar a LA y conocer a Adam. Un momento. ¡Iba a viajar a LA! Los Ángeles estaba en California y los chicos ahora mismo estaban en San Jose, California. Empecé a dar saltos en la cama y a gritar miles de cosas sin sentido. 
Se lo conté a mis padres, a mi hermana, llamé a Cory, a Audry, a Danielle... ya solo quedaban los chicos. Esperé a que Louis me llamara a eso de las 22h y se lo conté todo. Lo mejor era que él estaría en LA el día 15 así que quizás coincidiríamos.


Dos días después y al anochecer me encontraba en LAX, el aeropuerto de Los Ángeles. Al recoger la maleta y llegar a lo que digamos el aeropuerto, vi a un hombre con un cartel en el que ponía "Mrs. Harper". Sonreí y fui directa hacia allí. El hombre era muy algo, tenía un poco de tripa y diría que estaba bien entrado en los 40.
- Esa soy yo - dije señalando al cartel.
- Yo soy Fred, encantado - me estrechó la mano - ¿todo bien?
- Un poco cansada, la verdad. Es que ahora mismo en Londres estaría amaneciendo.
- Lo entiendo, por eso el rodaje empieza mañana. - salimos del aeropuerto y nos metimos en un coche con pinta de caro y de color rojo que estaba justo en la puerta. - Ahora te llevamos al hotel, allí descansarás y te recogeremos mañana a las 10h para llevarte a Universal Estudios para que conozcas al director, a los chicos y empecemos con el rodaje.
- De acuerdo - estaba un poco nerviosa, pero sobre todo me moría de cansancio. El coche paró delante de "L' Ermitage Beverly Hills". ¿En serio estaba en Beverly Hills? Siempre había soñado con ir allí y pasear por las casas de los famosos y allí estaba. Fred sacó mis maletas del maletero, habló con la recepcionista y se fue. Era un chalet enorme así que solo había una planta, mi habitación era la número 4 por lo que daba a la piscina y al jardín, vamos, a lo más bonito.
La habitación era muy grande, quizás fuera la habitación de hotel más grande en la que había estado hasta entonces. Los muebles eran de madera en color marrón claro y había un gran ventanal que daba a la piscina. Dejé las maletas en una esquina de la habitación y me tiré en la cama, dejando que el sueño se apoderara de mí.


Recibí una llamada a la habitación a las 9h para que me arreglara por lo del videoclip así que me duché y me puse mis vaqueros rasgados con una camiseta de Nirvana y mis converse amarillas, me dejé el pelo suelto y no me maquillé con la idea de que ya lo harían allí. Cuando salí del hotel, el coche ya estaba allí. Beverly Hills quedaba cerca de Studio City así que tardamos poco en llegar.
Nada más entrar, me recibió Peter Berg, el director del vídeo y me contó todo lo que necesitaba saber de la canción: fue escrita por Adam Levine, Shellback, Max Martin y ¡el mismísimo Savan Kotecha! Líricamente, hablaba de no llevarse bien con alguien y la esperanza de que solo estará con ella una noche más. En el vídeo, Adam hacía de un boxeador que trabajaba para ayudar a su novia y a su bebé, medida que el cantante pasaba tiempo de entrenamiento para una gran pelea, luchaba por permanecer cerca de su novia mientras criaba a su hijo. A pesar de que parecía decidido, su pareja parecía preocupada por su profesión sangrienta y la estabilidad financiera de su hija, y las cosas tomaban un giro lamentable, doloroso para el final del vídeo. ¿Y a que no sabíais qué era yo? Estaba claro que el bebé no. 
Entré directamente al camerino, donde me dejaron los vaqueros rasgados y me pusieron una camiseta básica gris de tirantas, me dejaron el pelo suelto ya que según la peluquera, era precioso y fui al set de grabación. Habían preparado un decorado de típica casa americana de las afueras, la típica en la que viviría una pareja joven.
Me senté en unas sillas que había en el set y esperé a que me dieran instrucciones, entonces entró él. Iba vestido con una camiseta interior blanca de tirantas, una camisa de cuadros verdes por encima y unas bermudas vaqueras, además llevaba puestas sus gafas de sol. Entró con una gran sonrisa, saludó al equipo y se acercó a mí.
- Hola - me levanté y nos dimos dos besos, era mucho más alto que Louis o cualquiera de los chicos, me sacaba dos cabezas más o menos. - tú debes de ser Delilah Harper.
- Sí - sonreí nerviosa y tú - Adam Levine.
- Creo que sí - rió - eres mucho más guapa en persona.

viernes, 13 de julio de 2012

Capítulo 21.

"Dicen que cuando conoces al amor de tu vida el tiempo se detiene, y es verdad, lo que no te dicen es que cuando se pone en marcha lo hace aun más rápido para recuperar el tiempo perdido."


No quería moverme, no quería irme de allí, no quería dejar de besarle, pero tenía que hacerlo.
- Louis, tengo que irme a estudiar - dije cuando nos separamos para coger aire.
- Es verdad, la selectividad está a la vuelta de la esquina - le levantó, extendí mi brazo y tiró de mí para levantarme. - Te llevo, así llegarás antes. - Fue ponernos de pie y darnos la mano automáticamente, se notaba que llevábamos un tiempo muriéndonos por hacerlo. 
- Recuerdo que cuando era pequeña pensaba que darle la mano a los chicos era asqueroso.
- Yo pensaba exactamente lo mismo - reímos - pero ahora no me importa mucho, es más, sienta realmente bien. - fuimos paseando tranquilamente hasta el coche, nos montamos y me llevó a casa. - Llámame cuando acabes de estudiar.
- No, mejor me paso por vuestra casa.
- Eso es una buena idea - sonrió y nos besamos.
- ¡Ah! No le digas nada a los chicos, que quiero estar delante para ver su reacción.
- De acuerdo - me dio un beso en la frente y me bajé del coche.
Cuando entré en mi casa, mi padre ya se había ido a trabajar, mi hermana ya estaba en el instituto y mi madre estaba limpiando la cocina. Quizás sería buen momento para contarle que Louis y yo habíamos empezado a salir. No es que quisiera hacer la cosa oficial ni nada de eso, simplemente, pensé que era buena idea contárselo para que supiera dónde se estaba metiendo. Así que me fui directamente a la cocina y le di un beso en la mejilla.
- ¿Por qué estás tan contenta? - preguntó dejando de limpiar el horno. La verdad es que yo no era muy cariñosa con ella. Ni con ella ni con nadie, solo con Cory así que cuando les daba besos siempre sabían que era porque estaba feliz.
- Buenos días - canturreé.
- Sí, ¿qué pasa?
- Mamá, debo decirte que no te extrañes si últimamente salgo mucho en revistas.
- Ya sales mucho.
- Bueno, pues a partir de ahora saldré más.
- ¿Por qué? - preguntó asustada.
- ¡Porque Louis y yo hemos empezado a salir!
- ¿En serio? 
- ¡Sí!
- Louis era el que gritaba mucho siempre ¿no? 
- Sí, el que me acompañó al hospital.
- ¡Ah! - exclamó - Entonces me alegro mucho por ti, es un buen chico. Pero eso sí, a partir de ahora ten más cuidado con cómo vistes y cómo actúas porque todo el mundo tendrá los ojos fijados en ti.
- Vaya, ni que fueras una experta en relaciones con famosos.
- No lo soy pero siempre he soñado con tener una - reí - anda, vete a estudiar.
Subí a la habitación de mi hermana ya que, como era Directioner, supongo que se iba morir al saberlo. Si ya flipó cuando se enteró de que era amigo de los chicos imaginaos cómo se puso cuando le dije que Louis y yo habíamos empezado a salir.
Fui a mi habitación y después de quedarme mirando todos los pósters de los chicos y de saltar y bailar de alegría, me senté para estudiar un poco. 
Si antes me costó concentrarme porque no paraba de pensar en Louis y Noah, ahora no podía porque solo pensaba en contárselo a Audry, en ir a ver a Lou y contárselo a los chicos. Para conseguir nota suficiente para periodismo, debía estudiar historia, lengua y literatura para hacer un comentario, matemáticas aplicadas a las ciencias sociales, geografía y economía. Decidí dedicar uno o dos días a cada materia para no liarme mucho y pensé que sería mejor empezar por lengua y literatura ya que el comentario de texto era indispensable.
Después de estar toda la mañana haciendo comentarios de texto, fui a un McDonald's que había en Earl Street y compré comida para Audry y para mí, necesitaba ir a su casa y contárselo, necesitaba dejar de estudiar por unos minutos. Cuando me abrió la puerta todavía tenía el uniforme puesto así que acababa de llegar del instituto.
- Traigo McDonald's - dije enseñándole las bolsas con comida.
- Te iba a dejar pasar de todas formas - nos sentamos en el sofá y empezamos a comer - ¿qué tal te ha ido la mañana de estudio?
- Mejor de lo que pensaba, mucho mejor - le conté lo de que no podía concentrarme y que me fui al parque y bueno, lo de Louis - y eso es todo.
- ¿Cómo que "y eso es todo"? ¿Cómo que "y eso es todo"? - dijo histérica, su vena fan estaba a punto de salir a la luz - ¿estás saliendo con el jodido Louis Tomlinson y lo dices como si nada?
- Bueno, es que para mí no es el cantante famoso, ya sabes, para mí es mi ídolo y mi mejor amigo.
- Y ahora tu novio.
- Eso todavía suena un poco fuerte, acabamos de empezar.
- No seas tonta, sois novios ¿cómo besa?
- ¡Es el mejor beso que me han dado nunca!
- ¿Y ya lo habéis hecho público?
- No y no creo que vayamos a hacerlo.
- Pero la gente tendrá que saberlo en algún momento.
- Lo sabrán cuando llevemos un tiempo juntos y veamos que las cosas van bien.
- Dios, si es que pareces hasta una profesional - reí.
- Oye, luego voy a ir a la casa de los chicos ¿te vienes?
- No, de veras que me apetece pero tengo mucho que estudiar, tú has tenido toda la mañana para hacerlo y yo no.
- Bueno, no pasa nada - me levanté - pero si cambias de opinión ya sabes, me llamas y te recogen Harry o Louis.
- Sí - le di un beso en la mejilla - ¡vivan los novios!


[Narra Louis]
Se me había hecho muy difícil no contárselo a los chicos pero le dije a Delilah que no lo iba a hacer y no lo hice, ya que sería empezar la relación con muy mal pie. Ellos me notaban raro, decían que estaba más sonriente de lo normal y no paraban de preguntarme cosas pero yo intentaba mantenerme fuerte.
Después de estar con Del en el parque, me fui con Harry al estudio porque teníamos que ultimar ciertos detalles de nuestros solos, luego comimos en casa y pasamos la tarde jugando a la consola hasta que Delilah me llamó diciendo que ya venía para acá.
- Era Del - dije al colgar - dice que viene para acá.
- ¿Y esa sonrisa? - dijo Zayn.
- Soy feliz - reí - ¿no puedo sonreír?
- Sí, pero es demasiado... molesto.
- ¿Por qué?
- Porque sonríes más de lo normal.
- ¿Y eso te molesta?
- Sí - reímos - Es como si pensaras que al venir Del va a ocurrir algo entre vosotros - añadió Liam.
- ¿Pensáis que no puede haber nada entre nosotros? - dije sorprendido.
- Tío - dijo Niall - siento mucho decirte esto pero... es modelo.
- Y yo cantante.
- Pero ella es más guapa que tú - rieron - además, ¿es que quieres que haya algo entre vosotros?
- No, no - reí nervioso - pero me apuesto lo que queráis a que consigo que hoy me bese.
- Está bien - dijo Harry - si te besa, haremos lo que tú quieras durante el tour.
- Y si no te besa, nos prometes que no gritarás nunca más - añadió Liam.
- Tío eso es demasiado - dijo Niall. - Sus gritos nos gustan mucho.
- Pero a veces son molestos.
- No importa, trato hecho - estreché la mano con todos y esperamos impacientes a que Delilah viniera. Tal vez era hacer trampas porque ellos no contaban que estábamos saliendo pero necesitaba darles una lección por llamarme feo. Pasaron 45 minutos eternos y entonces sonó el timbre, los chicos se levantaron de un salto y se fueron corriendo hacia la puerta.
- ¡Hola! - dijeron todos a la vez.
- Hola - dijo confusa, oí como les daba un beso a cada uno y luego cómo venían todos al salón. Venía andando por el pasillo con los cuatro detrás y tenía una cara muy rara, los chicos se sentaron en un sofá,ella se sentó a mi lado en el otro y me besó brevemente en los labios.
- ¡Vais a hacer lo que yo diga durante todo el tour! - grité - ¡y podré gritar siempre que quiera!
- ¿Cómo lo has hecho? - dijo Harry.
- Louis, ¿qué os pasa? ¿Por qué estáis más raros de lo normal?
- Hemos hecho una apuesta contra Louis y la hemos perdido - dijo Zayn.
- ¿De qué se trataba?
- Pues si tu lo besabas, haríamos lo que él quisiera durante el tour por USA y si no, el no gritaría nunca más. - dijo Niall.
- Espera, espera - exclamó Liam de repente - ¡vosotros estáis saliendo! - Del y yo nos miramos, sonreímos y asentimos.
- Pero si vuelve a apostar cosas como esas, no le volveré a besar. - dijo ella riéndose.
- ¡Tío, no vale!
- ¡Nos has mentido!
- Solo os he ocultado al verdad.
- Me da igual, eres un tramposo.
- La apuesta queda anulada - dijo Delilah.
- ¿Qué? ¿Eres consciente de que seré su dueño durante un mes y pico?
- ¿Y tú de que eres un tramposo? - me besó fugazmente en los labios - anda, hoy os preparo yo la cena.
- Lo que sea con tal de que no tengamos que ver cómo os besáis de nuevo. - dijo Harry.
- Pero si era solo un pico - dije.
- Déjalo, está celoso - Delilah se levantó del sofá y se fue a la cocina - ¿qué queréis que os prepare? - gritó desde allí.
- Ala - se quejó Liam - otra a la que le gusta gritar...
- A mí me apetece un poco de foi de atún con albahaca y caviar - dije haciéndome el estirado.
- A mí un poco de espagueti a la gorgonzzola - dijo Harry siguiéndome el rollo.
- Yo tomaré lo mismo que el señor de los preciosos ojos azules y el acento de Doncaster - dijo Niall.
- Vale, ¡sándwiches de jamón york para todos! - después de varios minutos en los que solo se oyeron cosas caerse y numerosos "joder", Del trajo una bandeja con seis sándwiches.
- Para una vez que cocinas podrías haberte esmerado más.
- No sé si aprobar vuestra relación - dijo Harry - ella no sabe cocinar y yo sí.
- Callarse todos y comer, que para una vez que me ofrezco a hacer algo en esta casa, nada más que os quejáis. - la obedecimos sin rechistar y a los quince minutos, ya habíamos terminado todos menos ella, que era una lenta masticando. Le enseñó su nuevo móvil a los chicos y se lo dejó para que les guardaran sus números, pero ellos aprovecharon para hacerse fotos y descargarle juegos y aplicaciones. Más tarde llegó Danielle, ella tenía sus propias llaves ya que cuidaba la casa mientras que nosotros no estábamos, así que entró sin que nos diéramos cuenta.
- ¡Tengo buenas noticias! - dijo mientras que dejaba su bolso y su abrigo en la entrada, luego se acercó a nosotros, nos dio un beso a cada uno y por último besó a Liam, eso sí que fue asqueroso de ver.
- ¿De qué se trata? - preguntó Liam impaciente.
- ¡Me han llamado para ser animadora del equipo de voleibol en las olimpiadas!
- ¿Qué? - exclamamos todos a la vez.
- ¡Sí! - dio saltos de emoción - los ensayos empiezan la semana del 9 de julio.
- ¡Estoy muy orgulloso de ti! - Liam la abrazó y se besaron de nuevo.
- ¡Qué bien! - Delilah se levantó y la abrazó - Me alegro mucho por ti.
- ¡Dí que sí abuela Peaz! - dijo Harry.
- Y tenemos que daos otra noticia - dijo Liam abrazando a Danielle - ¡nada más que volvamos del tour nos vamos a vivir juntos!
- Ooh - dijimos todos a la vez - Bueno, vamos a celebrarlo ¿no? - pregunté.
- Sí, vámonos a un bar de copas.
- Yo no puedo, mañana tengo que seguir estudiando.
- Ah...
- ¡Es verdad! - dijo Danielle - tú tienes selectividad.
- No pasa nada, id sin mí - sonrió.
- Pero...
- Pero nada - me interrumpió - tengo que descansar para madrugar y tú vas a divertirte ¿vale? - asentí y nos besamos - nos vemos mañana.
- Mañana te llamo y salimos por ahí.
- Vale - me besó de nuevo y se fue. Llamamos a dos taxis y le conté todo a Danielle por el camino. Fuimos a la zona donde había más bares de copas y entramos en el de siempre. Nos sentamos en una barra y disfrutamos de la noche celebrando el triunfo de Danielle.


A la mañana siguiente estaba resacoso y agotado, no recordaba nada pero seguramente me habría emborrachado bastante. Ya había pasado la hora de almorzar y tampoco es que tuviera mucha hambre así me tiré en el sofá y llamé a Delilah para organizar algo.
------------- CONVERSACIÓN TELEFÓNICA ---------------
- ¿Sí? - ya está, una sonrisa había aparecido en mi cara nada más oír su voz.
- Buenos días.
- Serán buenas tardes - rió - ¿te acabas de despertar? - asentí con la cabeza - ¿estás asintiendo?
- Sí - reí - ¿cómo lo has sabido?
- No sé - rió - quizás es que te conozco muy bien. ¿Qué tal estuvo lo de ayer?
- Pues tuvo que ser la hostia porque no me acuerdo de nada - rió.
- Eres un puto borracho - me encantaba esa forma que tenía que decirme que me quería a base de insultos.
- Bueno, ¿qué hacemos hoy?
- Yo estoy en la casa de mi hermano, hoy es su cumpleaños y he aprovechado para que me ponga ejercicios de matemáticas.
- Pues felicítalo de mi parte, ¿cuántos cumple?
- 23
- Ya le regalaré algo.
- No es necesario, Lou.
- Lo sé pero quiero hacerlo, y como también quiero verte, ¿qué te parece si te pasas por aquí con tus deberes?
- Bueno, no es una mala idea.
- Claro que no, vente cuando quieras, te espero.
- Vale, hasta luego.
- ¡Y que no se olvide traer tarta!
- No - rió - nos vemos luego.
- Adiós.
------------- FIN DE LA LLAMADA ------------------------------
El resto de la tarde pasó lentamente hasta que alguien llamó a la puerta, abrió Harry ya que estaba al lado.
- Hola - escuché cómo se daban un beso en la mejilla o en la frente.
- Hola - otra sonrisa, otra sonrisa provocada por esa voz ronca pero dulce - ¿qué haces con todas esas maletas? - escuché como las voces se acercaban y me puse nervioso.
- Estamos preparando las cosas para el tour, bueno, todos menos tu novio.
- Ahora os ayudo si queréis.
- No, hace falta - Harry empezó a subir las escaleras - te dejo que disfrutes de Lou el poco tiempo que os queda juntos - Delilah se sentó a mi lado y la besé dulcemente en los labios.
- He traído un poco de tarta para todos.
- Pero están muy ocupados, quizás sea mejor que nos al comamos toda nosotros solos.
- No, quizás sea mejor que estudie - dejó un libro, un cuaderno y un bolígrafo encima de la mesa - Por cierto, ¿cuándo os vais?
- Pasado mañana, pero no te preocupes, tenemos una reserva en uno de los mejores restaurantes de la ciudad para despedirnos a lo grande.
- ¿Todos?
- Sí, también hemos contado con Audry.
- Ah, bien - abrió el libro y el cuaderno y comenzó a escribir muchos números y letras. Era muy gracioso verla porque para hacer las cuentas bien, decía los números en voz alta y los repetía con un ritmo muy pegadizo. Fui a la cocina y le preparé un poco de té. Estaba muy mona e irresistible. Tanto, que no me pude aguantar y empecé a besarle el cuello. - Vete, Louis.
- Me parece que no - susurré mientras seguía besándole el cuello.
- Louis, tengo que estudiar - dijo molesta.
- Sí, bueno, quizás sea el momento de estudiar biología.
- Sí, estaría bien si hubiera escogido ciencias, pero desafortunadamente para ti, no lo hice. - me miró y sonrió como la típica lisa de la clase, suspiré, me levanté y encendí el estéreo del salón - realmente odio esa mierda de música - se levantó sin soltar la taza de té e intentó poner otra pero yo tenía el mando y acaparaba el estéreo, así que ella no llegaba.
- ¿No te gusta? - negó y le di el mando para que pusiera la que ella quisiera.
- Chris Brown, eso sí - sonrió, le quité la taza de té y di un sorbo - oye, pues me ha salido bueno.
- ¡Dámela idiota! - dijo estirando las manos y dando saltitos para intentar cogerla ya que la había puesto en lo alto de la estantería. La cogí de las manos, intentando que se estuviera quitas - idiota, es mi taza - dijo riendo.
- Si te ríes, no es creíble.
- Idiota, es mi taza - repitió intentando no reírse, poniendo cara de estreñida.
- Bueno, te la doy porque me das pena eeh - me puse de puntillas y la cogí, ella estiró los brazos para cogerla pero la volví a dejar en su sitio - pero antes... - la besé agarrándola por la cintura. Estaba harto de esos picos que siempre dejaban con ganas de más, sabía que ella lo hacía porque era mi casa y allí estaban los chicos, porque le daba vergüenza que nos vieran pero a mí eso me daba igual, ya se acostumbrarían.
- En momentos así mandaría los estudios a la mierda - dijo mordiéndose los labios y mirando a los míos. - Pero no puedo, así que ahora toca escuchar lo que yo quiera - reí, le agarré por la cintura y le di un pequeño mordisco en la espalda, haciendo que se estremeciera. 
Entonces, comenzó  sonar "Never Close Our Eyes" de Bruno Mars. Se giró y ahí estaba ella, con su sonrisa de siempre, despreocupada, fresca, radiante, perfecta. ¿Cuánto tiempo llevaría enamorada de ella? ¿cuánto tiempo he estado intentando reprimirlo? Ya daba igual, todos los intentos habían sido en vano porque, míranos, ahí estábamos los dos. En mi habitación, compartiendo momentos felices antes de volvernos a separar. Entonces llegó el momento, el momento en el que nos despediríamos por unas horas para vernos la noche siguiente.
- Mañana paso a recogerte a las 19:30h
- Genial - nos besamos tan apasionadamente como antes y se giró, comenzó a bajar las escaleras de la entrada y cerré la puerta.


Me había mantenido tan ocupado al día siguiente, que me di cuenta de que había llegado la hora de recoger a Delilah cuando Liam nos dijo a todos que nos vistiéramos. Subí a mi habitación y busqué lo más elegante y cómodo que tenía. Quería ir guapo para que Delilah me recordara así durante el mes y medio que iba a estar fuera, así que me puse unos pantalones de color beige, una camisa negra y unos tirantes blancos con dos rayas verticales del mismo color que la camisa. Me dejé el pelo alborotado y fui a recoger a Delilah y a Audry con Harry y Niall.
Pité con el claxon dos veces, las suficientes para que una preciosa Delilah y una preciosa Audry salieran por la puerta del 20 de Cromwell Road. Del llevaba puesto un vestido dividido en dos partes, de esos que se llevaban ahora que parecía una camiseta y una falda. La parte de arriba era como una blusa negra y tenía un lazo del mismo color que la diferenciaba de la parte de abajo, de color gris oscuro. Llevaba una chaqueta del mismo color que la falda del vestido, unos tacones negros semiabiertos con la punta redondeada pero con terminación en pico y una plataforma interior altísima. Audry llevaba un vestido ceñido de color rosa chicle que llegaba hasta la mitad del muslo, una chaqueta negra y unos tacones iguales que los de Delilah, pero un poco más bajos, del mismo color que el vestido que tenían un lacito del mismo color qeu la chaqueta. Las dos llevaban el pelo en un recogido con algunos mechones despeinados, de forma que hacía que quedara menos elegante, más desenfadado y juvenil. Delilah se había puesto maquillaje ahumado en los ojos y se había puesto brillo en los labios mientras que Aud, se había puesto sombra de ojos y pintalabios de tonalidades rosas.
- Estáis preciosas - dijo los tres a la vez. Las chicas se sentaron atrás con Niall y pusimos rumbo al restaurante del chef Gordon Ramsey en el 68 de Royal Hospital Road.
Cuando llegamos, Liam, Danielle y Zayn ya estaban allí. Nos sentamos en la gran mesa que habíamos reservado y disfrutamos de la noche. Luego fuimos a un bar de copas, llevamos a Danielle y a Audry a sus casas y finalmente, fuimos a la mía, a la de los chicos.
- Oye, Lou, yo no...
- Ya sé que no quieres hacer nada, que crees que es muy pronto y ¿sabes, Delilah? No te voy a forzar a nada.
- ¿Entonces qué hago aquí?
- Simplemente quiero que pasemos la noche juntos, sin dormirnos, totalmente despiertos para pasar más tiempo juntos disfrutando antes de que me vaya durante un mes y medio. Podemos ver la tele, llamar por teléfono a gente, molestar a quien queramos, comer, cantar, podemos hacer cualquier cosa menos dormir.
- Me parece bien. - se quitó los tacones y se sentó en el sofá a esperar a que yo me pusiera el pijama y volviera con ella. Los chicos se fueron inmediatamente a dormir y me aconsejaron que hiciera lo mismo, que al día siguiente nos esperaba un largo día pero me negué.
Cuando bajé al salón, ella estaba viendo la tele así que seguimos haciendo lo mismo, cuando nos aburrimos empezamos a jugar a las cartas. Estuvimos así hasta las 4am, hora en la que calló rendida. Sinceramente, me sorprendió que aguantara tanto así que me limité a abrazarla mientras ella dormía.
Ahí estaba yo, tendría que irme pronto pero no quería. Sabíamos que esto iba a pasar, lo sabíamos desde hacía un tiempo pero, ¿cómo había llegado tan pronto? Era nuestra última noche, era tarde, Del estaba dormida pero yo evitaba dormirme por todos los medios porque sabía que cuando me despertara, tendría que despegar hacia Nueva York. Cuando la luz del día llegara tendría que irme pero esa noche quería abrazarla muy fuerte porque cuando amaneciera, cada uno iría por su lado, así que esa noche necesitaba sentirla junto a mí.
Ahí estaba yo, mirando embobado a su perfección, en mis brazos, tan hermosa... El cielo se estaba aclarando, las estrellas desapareciendo, quería que alguien para el tiempo o, por lo menos, que lo ralentizara. Y era muy duro porque sabía que en tres horas ya no estaría a mi lado.


- Eh, tío - alguien me abofeteaba suavemente - coge tus cosas, tenemos que irnos.
- Ya voy - dijo con voz de medio dormido. ¿Medio dormido? Mierda, el sueño me había vencido. Aunque bueno, por lo menos había dormido abrazado a ella por primera vez. - Id tirando, quiero despedirme de Delilah - La miré, estaba en la otra punta del sofá ¿y si le había dado patadas mientras dormía? El vestido lo tenía muy arrugado, su pelo era el de una loca, el maquillaje se le había corrido por toda la cara, aun así estaba guapa. - Delilah - le acaricié las mejillas - Del, despierta, me tengo que ir.
- No - se incorporó automáticamente.
- Sí, debo hacerlo.
- Pero me he quedado dormida.
- No pasa nada - reí - yo también, ¿quieres venir al aeropuerto?
- Con estas pintas no - rió - además, no creo que sea buena idea si queremos que nuestra relación siga siendo secreto.
- Tienes razón - suspiré - anda, ve a lavarte la cara mientras que bajo mis maletas que con esa cara no me puedo poner serio. - se levantó y se fue corriendo al lavabo, subí a por mi equipaje y cuando bajé estaba esperándome con la mejor de sus sonrisas. Salí a meter las maletas en la furgoneta negra que nos iba a llevar al aeropuerto y entré para despedirme de ella. Le acaricié las mejillas y le sequé las lágrimas que empezaban a caer de sus ojos  -  Te llamaré todos los días, te skypearé, cualquier cosa que sirva para hablar contigo.
- Aun así te echaré de menos.
- Y yo también, pero tenemos que demostrarle a la distancia que a pesar de los kilómetros, nos queremos más que nadie.
- Le enseñaremos que nada puede con nosotros - dijo riéndose mientras me abrazaba. Hubiera dado lo que fuera por tener una grabadora para poder escuchar esa risa día y noche.
- Así se dice, pequeño mono.
- ¿Me acabas de llamar pequeño mono? - asentí - te vas a enterar, tengo mucho tiempo para pensar un mote para ti.
- ¡Tenemos que irnos! - gritó Liam.
- Bueno, te llamo cuando llegue.
- Y siempre que tengas tiempo.
- No lo dudes - se reguinchó de mi cuello y nos besamos.
- Te quiero - dijo sonriendo y mirándome directamente a los ojos. Me emocionó, ella, mi mejor amiga, mi novia, acababa de decirme por primera ver que me quería.
- Yo también y acuérdate que aunque no estés a mi lado, te seguiré queriendo a cada minuto del día. - la estreché contra mi pecho y nos volvimos a besar. Salimos de mi casa, cerré con llave y me monté en la furgoneta.