jueves, 28 de junio de 2012

Capítulo 17.

"En la vida solo hay una cosa segura, aparte de la muerte y las dificultades. No importa lo mucho que lo intentes, no importa lo bueno que sean tus intenciones: vas a cometer errores, vas a hacer daño a la gente, van a hacerte daño. Y si quieres recuperarte, sólo hay una cosa que puedes decir. Cuando alguien hace que nos equivoquemos, queremos tener razón. Sin el perdón nunca se ajustan las cuentas, las viejas heridas nunca se curan, y lo máximo que podemos esperar es que un día tengamos la suerte de poder olvidar."

- Ya, bueno, lo que sea, no importa. - Sí que importaba. La verdad es que me molestaba un poco pensar que Louis estuviera esperando a que ella se arrepintiera y volvieran juntos porque si eso pasaba, yo volvía a quedarme sola. - Oye, los chicos se van mañana a Suecia a grabar parte de su segundo álbum.
- ¿Cuánto tiempo?
- Cinco días.
- Así que Zayn me besa, me dice que era para callarme y luego se va cinco días sin despedirse. Todo muy oc.
- Anda, no te hagas la indignada que en el fondo te gustó que te besara - me lanzó una mirada asesina lo suficientemente creíble como para callarme durante el resto de la noche.

Me desperté a eso de las 11, la hora a la que yo solía despertarme y me preparé para ir al estudio. No tenía ganas puesto que me había hecho a la idea de que tenía vacaciones hasta junio, pero me alegré bastante al pensar que quizás Noah estuviera allí de nuevo. La despensa de Audry estaba llena de oreos y cosas irlandesas que le mandaba su madre cada dos días así que decidí no desayunar nada. 
Cuando llegué allí pillé a Noah saliendo por la puerta. La verdad es que era muy guapo, su personalidad me atraía mucho y yo llevaba poco más de 10 días sin novio así que ya era normal que me empezase a fijar en otros tíos.
- Vaya - dijo sonriendo - creía que ya no te veía hoy.
- Yo también - reí como una idiota.
- Bueno, no tengo nada que hacer, ¿qué te parece si te veo posar y luego nos vamos a comer juntos?
- Genial, porque no he desayunado - reímos - no tardo nada ¿vale?
- Mujer, tampoco vayas con prisas que no me pasará nada por esperar - Entramos en el estudio y empecé a posar con los conjuntos de la colección "Festival Shop". Todos eran maravillosos, tenían estampados de rayas y de las banderas de USA y de UK y todo era muy feriante. Debo confesar que me encantaban las ferias así que estaba enamorada de esa colección.
Una hora más tarde, Noah y yo salimos del estudio con la intención de comer algo en algún buffet italiano de esos baratos que había por la zona de New Row. Después paseamos por la zona de Covent Garden y nos compramos unos pasteles para comérnoslos por el camino de vuelta a casa. Durante todo el tiempo que pasamos juntos nos conocimos mucho más. Me contó que venía de San Francisco y que lo que más añoraba era el buen tiempo y a su familia. Él era el menor de dos hermanos, el otro se llamaba Sam y tenía 28 años. Me contó toda la historia de su familia y yo le conté la mía. También me dijo que vino a Londres por amor, que al final todo acabó mal y se quedó aquí por trabajo.
- Oye, yo ya no voy a ir más al estudio - dijo una vez que llegamos a mi casa.
- ¿Qué? ¿Te vuelves a USA? ¿Por qué? - para una vez que encontraba a un chico no-famoso, guapo, simpático, divertido y que notaba que empezábamos a congeniar, se iba.
- Que no iré más al estudio. No, no me vuelvo a USA y porque ya he terminado mi trabajo en Zara y Mango y ya estoy de vacaciones - rió.
- Ah - suspiré - menos mal, ya pensaba que tendría que despedirme de ti para siempre y que me quedaría sola.
- Que esté de vacaciones no significa que no volvamos a vernos, haré todo lo posible por verte todos los días - me dio un beso en la mejilla - mañana te llamo cuando acabes la sesión de fotos y quedamos.
- Vale - le di un beso en la mejilla y entré en mi casa. Este chico era perfecto, mucho más que eso. Y lo peor de todo era que solo lo conocía desde hacía un día y ya empezaba a pensar que me gustaba un poco. Estaba pensando en lo mucho que se parecía físicamente a Niall cuando una llamada me sacó de mis pensamientos.
--------------- CONVERSACIÓN TELEFÓNICA ----------------
- ¿Sí?
- ¿Eres Delilah Harper?
- Sí.
- Trabajo para Sugarscape, me gustaría hacerte unas preguntas para escribir un artículo.
- Adelante - estaba muy emocionada, era mi primera entrevista así que no me iba a negar.
- A ver, empezaste en Hollister y ahora estás en Topshop ¿cómo te sientes?
- Abrumada, sinceramente no creo que sea para tanto. Soy una chica corriente de 17 años que quiso probar suerte y ha tenido bastante.
- ¿Dónde te veremos después de Topshop?
- No tengo ni idea, eso es lo malo de este trabajo, que depende de que te llamen.
- Vayamos a tu vida personal - carraspeó - ¿cómo te van las cosas con tu novio Ronnie? Hace mucho que no se os ve juntos por las calles londinenses.
- Lo dejamos hace poco, espero que a él le vayan las cosas tan bien como a mí.
- Lo siento... bueno entonces ¿estás libre?
- Sí.
- ¿Segura? Porque te hemos visto por ahí con Louis Tomlinson y otro chico muy parecido a Niall Horan, ¿Qué dices al respecto?
- Que Louis es mi mejor amigo y el otro chico es un compañero de profesión.
- Pero se te ha visto abandonando la casa de los chicos de One Direction en numerosas ocasiones.
- Porque son mis amigos, no tengo nada con ninguno de ellos y nunca lo tendré. - Me estaba empezando a incomodar bastante.
- Si son tus mejores amigos podrás contarnos algo sobre su vida privada ¿no?
- Lo siento, no soy nadie para hablar de ese tema - suspiré - Si me disculpa, tengo que ir a trabajar - mentí - Adiós.
--------------  FIN DE LA LLAMADA --------------
Se notaba que Sugarscape solo manejaba cosas del cotilleo, menos mal que me inventé lo del trabajo y pude colgar antes de que la cosa fuera a más.
Me aburría mucho y no sabía qué hacer así que me conecté a Twitter y twitteé "Acabo de hacer una entrevista para Sugarscape ¡mi primera entrevista yujuuuu! PD: Lo he pasado un poco mal". Entonces me fijé en mi TL y vi que la cuenta que llevaban algunos fans había subido fotos mías paseando con Louis y otras paseando con Noah por el centro diciendo que se rumoreaba que el rubio era mi novio y que le había puesto los cuernos a Ronnie con él así que les twitteé "@FansDelilahHarper no tengo novio, lo dejé hace poco con mi ex y ahora estoy soltera xx." Me aburría tanto que decidí hacerme un Instagram, me llamé "DelilahJ94" y a los pocos minutos de hacérmelo ya tenía 100 seguidores. Entonces recibí un mensaje al chat de la blackberry.
Tommo: "Hoy a las 20h estrenaremos el videoclip de "Save You Tonight" en VEVO"
Yo: "¡Qué bien! Voy a decírselo a Aud!
Tommo: "Por cierto, enhorabuena por tu entrevista con Sugarscape haha estaré atento para leerla"
Yo: "Gracias pero no es para tanto, me preguntaron por vosotros y no hablé"
Tommo: "Muchas gracias pero no tenías por qué callarte, hoy en una entrevista he dicho que Els y yo ya no estamos juntos"
Yo: "Yo he tenido que hacer lo mismo con Ronnie haha"
Tommo: "Creo que ese era un paso importante para olvidarla del todo"
Yo: "Sí, yo me siento más liberada"
Tommo: "Bueno, nos vemos en cuatro días"
Tommo: "PD: te echo de menos xx."
Yo: "Y yo a ti xx"
No me podía creer que Louis hubiera hecho público lo de él y Eleanor, no se hablaba de ellos por ningún lado. Entonces miré los TTs mundiales y lo entendí todo. Ahí estaba, el primero "Louis and Eleanor". Si lo había hecho oficial significaba que ya no iban a volver, que no la quería tanto, que intentaba olvidarla y, llamadme mala amiga, pero eso me hizo feliz.
Le conté todo a Audry y quedamos en que se vendría a mi casa y lo vería con mi familia, también llamé a Cory para que viniera. Aceptó sin problemas.
Y ahí estábamos, los Harper, Sunshine y Audry, todos reunidos en el salón de mi casa con el portátil conectado a la tele para verlo en grande. Estábamos en Youtube desde las 19:30h, así que cuando llegaron las 20h refrescamos la página y disfrutamos del momento. Cory y mi padre se rieron bastante de los disfraces de los chicos y mi hermana y Sunshine se limitaban a suspirar. Cuando llegó el momento del beso de Zayn y Audry todos gritamos "ooh" y ella se quedó embobada mirándolo, luego llegó el mío con Niall, se acabó el videoclip y todos aplaudieron. Lo vimos unas diez veces más hasta que se fueron Cory y Sunshine.
- ¡A Zayn y a mi se nos veía geniales besándonos! - gritó Audry - ¡Y el tuyo con Niall es muy dulce!
- ¡Lo sé! - fangirleamos un rato más en mi habitación y nos conectamos a Twitter para saber las impresiones de las Directioners. Twitteé "Sí, para eso viajé a Nueva York ¿qué os ha parecido?", un montón de chicas me mandaron mensajes de odio pero algunas pocas decían que era lo más tierno que habían visto en su vida y me preguntaban que si estaba con Niall así que twitteé "No, no estoy con Niall, somos amigos. El chico con el que he paseado hoy que se parece a él es un amigo mío, NO era Niall. Sigo soltera xx." Me llegó una mención de Harry "Un gusto trabajar con @ DelilahHarper y @AudryGallagher xx." , otra de Niall "Ha sido un beso muy bonito pero @DelilahHarper y yo no estamos juntos! PD: te echo de menos xx" y otra de Louis "Un gran aplauso para @DelilahHarper y @AudryGallagher ¡os echo de menos! xxxx." Me desconecté y me puse el pijama mientras Audry desmentía que estuviera saliendo con Zayn y luego se fue.

Al día siguiente me sentí rara de camino al trabajo porque la mayoría de las chicas que pasaban a mi lado se me quedaban mirando en plan "Esta tía me suena". 
Cuando terminé de posar con la ropa que formaba parte de la colección llamada "Belief", entré en el vestuario, me puse la ropa que traía y me llevé una sorpresa. Había un chico rubio, alto, batsante guapo y vestido con ropa callejera sentado en una de la sillas del estudio.
- ¡Noah! - se levantó al oír mi voz y nos abrazamos - Dijiste que no ibas a venir más.
- Ya, pero pensé que estaría bien darte una sorpresa - se agachó y cogió una cesta de debajo de la silla - ¿te apetece un picnic? - me sorprendió tanto que no pude decir nada - No me digas que no, por favor - reí.
- Claro, perdona es que me has dejado sin palabras. - reí nerviosa.
- No pasa nada - miró al rededor - ¿Lo has recogido todo?
- Sí.
- Pues vámonos - me ofreció su brazo para que me agarrara a él como el padre de la novia y la novia en una boda y lo hice. Como era temprano para comer, decidimos dejar a un lado Burgess Park, ya que era el más cercano, e irnos a St. James's Park. Cuando llegamos, fuimos a la zona más cercana del lago, puso un pequeño mantel en el suelo y comenzamos a comer. La verdad es que Noah me hacía sentir muy especial, única. Y eso que solo lo conocía de dos días. Me empezaba a gustar un poco pero tenía miedo de cagarla así que intentaba controlar mis emociones. Después de dos horas haciéndonos cosquillas y fotos juntos, nos fuimos a casa. 
Me duché, me puse el pijama y me dediqué a ver las fotos que no habíamos hecho. Había una que me gustaba mucho, él salía perfecto y yo salía poniéndole los cuernos con las manos por detrás de su cabeza y aguantándome la risa. Decidí probar eso de Instagram y la subí diciendo "Gran día con @NoahFisher87 xx". Por la noche me fui a cenar a casa de Audry para tener un momento de chicas y preguntarle cómo le iba en el instituto y tal.
- Me va muy bien pero ¿quién ese ese Noah Fisher?
- Así me gusta, cambiando de tema cada vez que te da la gana.
- No, en serio ¡es guapísimo!
- Es un modelo, lo conocí en el estudio hace dos días y desde entonces quedamos y tal.
- ¿Cómo es que no me lo has presentado? ¡Háblame de él! - le conté todo y se quedó flipando - Vamos, que te gusta ese americanito.
- No, no sé - suspiré - Es que es demasiado guapo, simpático y divertido como para ser real, además es americano, tiene nombre unisex y es muy mayor para mí.
¿Qué más da como o de dónde sea, como se llame o en que año nació? Lo que realmente importa es cómo te hace sentir. 
- La verdad es que me hace sentir como su flotara en una nube.
- Pues ahí lo tienes. 
- Vaya, muchas gracias - la abracé, le di un beso en la mejilla y me fui a mi casa.

Los chicos llevaban dos días fuera y la verdad es que gracias a Noah no los echaba de menos. Cuando terminé de posar con la colección "Spotted", se presentó en el estudio y me llevó a la bolera. Este chico era el tío de mi vida, me conquistaba a cada segundo que pasaba a su lado y era puro amor. Adoraba esos momentos en los que me decía que hablara más lento, que no entendía nada y aquellos en los que él intentaba hablar con acento inglés para que lo entendiera mejor, pero solo conseguía que me riera de él.

Al día siguiente me invitó al cine y el siguiente, nos pasamos el día entero en su casa viendo películas y comiendo porquerías. Sinceramente, creía que Noah era mi alma gemela. No solo me hacía olvidar a Ronnie, sino que hacía que me olvidara del resto del mundo. 
Me olvidé tanto del resto del mundo, que no caí en que los chicos llegaban ese mismo día hasta que, al día siguiente, me encontré con Danielle en la peluquería. Estaba esperando a que la atendieran así que me acerqué por detrás.
- ¡Hola! - dio un brinco del susto y nos dimos dos besos.
- ¡Delilah! - rió al imaginarse después del saltito que había dado - ¿vienes a cortarte el pelo? Dime que no, adoro tu pelo.
- No, yo también lo adoro - reí - he venido a hacerme la manicura.
- ¡Yo también!
- No ha hecho falta que quedemos, hemos coincidido ¡mira que bien!
- Pues sí - nos atendió la esteticista y nos llevó al fondo del establecimiento, donde nos sentaron al lado de una mesa llena con instrumentos para hacer la manicura - Bueno, ¿qué tal? ¿Cómo estás desde que lo dejaste con tu novio y todo?
- Muy bien, pensé que las cosas iban a ir peor pero he conocido a un chico súper majo que me ayuda bastante ¿y tú qué?
- Genial, ahora que los chicos han llegado y tengo un pequeño descanso puedo estar con Liam antes de que se vayan a USA el 22.
- ¡Hostias verdad! ¡Los chicos llegaron ayer!
- ¿No fuiste a verlos?
- Qué va, se me olvidó completamente - rió - nada más que acabe con esto voy a verlos.
- Sí, ve cuanto antes que yodos te echaban de menos. - Seguimos hablando de su trabajo, del mío y de nuestra vida en general hasta que terminaron de hacernos las uñas. Las suyas eran de leopardo y las mías de colorines, salimos muy contentas de allí. Nos despedimos con un beso en la mejilla y quedamos en que nos veríamos luego en la casa de los chicos.
Cuando llegué todos me recibieron con un gran abrazo en grupo y me dieron varios besos.
- Te hemos echado de menos - dijo Liam.
- Sí se nos hacía raro no verte ocupando un sitio de nuestro sofá de la habitación del hotel - dijo Harry.
- O no oírte masticar MI comida - dijo Niall recalcando el "mí".
- O no verte acaparando nuestra tele - dijo Zayn.
- O no escucharte cantar en un susurro, como haces siempre. - dijo Louis - Cuéntenos señorita Harper, ¿qué la ha mantenido tan ocupada para no acordarse de nosotros?
- Tío, es obvio que ha sido mi clon - dijo Niall. - Ha habido mucho rumores y queremos oír la verdad, desembucha. - Les conté todo y empezaron con las tonterías de "Delilah tiene novio", "¡Vivan los novios!" y cosas así.
Estuvieron contándome todo lo que les pasó en Suecia hasta que llegó la hora de irme y Louis se ofreció a llevarme en coche a mi casa así que por el camino me contó más cosas.
- En conclusión, te has hartado de ver tetas.
- No - se hizo el indignado - ellas las enseñaban pero yo no miraba. Vale, solo un poco. Pero muy poco.
- No pasa nada, Lou - reí - ya no tienes novia, es normal que quieras ver tetas.
- No - suspiró - bueno, da igual ¿te gustaría que mañana fuéramos a patinar por ahí o ya tienes planes con Noah?
- Me encantaría - sonreí.
- Mañana paso a recogerte por la mañana y pasamos todo el día juntos ¿vale? - me dio un beso en la frente.
- De acuerdo - le devolví uno en la mejilla y me bajé del coche.

Capítulo 16.

"¿Recuerdas cuando eras pequeña y creías en los cuentos de hadas? Fantaseabas sobre como sería tu vida, con un vestido blanco y tu príncipe azul llevándote a su castillo sobre las colinas; por la noche te echabas en la cama, cerrabas los ojos y te abandonabas a tu fe.
Santa Claus, el ratoncito Pérez, el príncipe azul estaban tan cerca que los saboreabas; pero vas creciendo, y un día abres los ojos, y los cuentos de hadas han volado. La mayoría de la gente acude a aquellos en quienes confía. La cuestión es que es difícil dejar que los cuentos de hadas desaparezcan; a casi todo el mundo le queda una mínima esperanza de que un día abrirá los ojos y verá que se han hecho realidad. Cuando el día llega a su fin, la fe es un misterio, aparece cuando menos te lo esperas. Es como si un día te dieras cuenta de que los cuentos no son exactamente como habías soñado. El castillo, puede que no sea un castillo; no es tan importante eso de ser felices para siempre, basta con ser felices en el momento.
A veces, muy de vez en cuando, la gente puede darte una grata sorpresa, de vez en cuando, la gente te deja sin respiración."



[Narra Delilah]
Esa mañana me desperté muy temprano. No había quedado en nada concreto con Louis, dijimos que cuando fuera a su casa como de costumbre, hablaríamos del plan. Estaba imaginándome cómo sería eso de pasear tranquilamente por la ciudad con Louis cuando una llamada me sacó de mis pensamientos.
------------ CONVERSACIÓN TELEFÓNICA ----------------
- ¿Sí?
- ¿Es usted Delilah Jane Harper, la modelo de Hollister?
- Sí, ¿puedo ayudarle en algo?
- Llamo en representación de "Topshop", hemos visto su currículo y estamos interesados en que usted trabaje para nosotros con la campaña de verano.
- Me encantaría.
- ¿Se podría pasar por el estudio de fotografía de la Flint Street?
- Claro, para ultimar detalles ¿no?
- No, sabemos lo bien que trabaja así que queremos empezar cuanto antes.
- ¿Hoy?
- Si le viene bien...
- Por supuesto, estaré allí en media hora.
----------- FIN DE LA LLAMADA -----------------------------
No me lo podía creer. ¡Me habían llamado de Topshop! Danielle y Eleanor fliparían cuando se lo contara porque ella siempre compraban allí. Bueno, Danielle fliparía porque no estaba muy segura de que fuera a ver a Eleanor de nuevo. Me vestí lo más guapa y casual que pude y fui a Flint Street. Cuando entré en el estudio me hicieron pasar a una sala blanca llena de ropa en la que un chico, bastante parecido a Niall, estaba posando con ropa veraniega.
- Tú debes de ser Delilah - me dijo una mujer de unos 40 años. Llevaba el pelo recogido en una cola alta e iba vestida como una alta ejecutiva. 
- Así es - sonreí.
- Julie Stonestreet, encantada - me dio dos besos.
- Igualmente.
- Supongo que ya habrás adquirido bastante experiencia para posar con Hollister así que no tendré que explicarte muchas cosas - carraspeó - tenemos ocho colecciones para verano, de las cuales tú posarás para "Hot Shop", "Festival Shop", "Belief" y "Spotted", el resto las hará otra chica. Cuando él acabe - señaló a Niall2 - irás tú con "Hot Shop" y nos veremos mañana ¿entendido?
- Entendido.
- Pues nos vemos mañana - me dio dos besos y se fue. Me senté en una silla detrás del fotógrafo a esperar a que acabara con Niall2. Debía ser mayor que yo y tener más experiencia porque lo hacía todo genial, el fotógrafo no tenía que corregirle nada y encima todo le quedaba bien.
- ¡Bien un descanso de 15 minutos y empezamos con la siguiente! - gritó el cámara. Niall2 se fue al vestuario y salió al minuto. Qué cambiazo. De verlo con ropa elegante y preciosa había pasado a verlo con un estilo totalmente callejero.
- Eres la de Hollister ¿verdad?
- Sí - dije tímidamente.
- Soy Noah - se sentó a mi lado.
- Delilah, encantada - nos dimos dos besos. Durante el tiempo de descanso estuvimos conociéndonos y tal. Su nombre completo era Noah Fisher y era americano. Noah trabajaba para firmas como Zara y Mango, firmas españolas que aquí no estaban muy expandidas, tenía 24 años recién cumplidos y vivía en un apartamento en Earl Street, la perpendicular a mi casa, no tenía novia ni muchos amigos porque llevaba apenas un año en Londres y se dedicaba estrictamente a trabajar. 
- Te he reconocido nada más que entraste en el estudio y me has puesto muy nervioso.
- Vaya, lo siento.
- No lo sientas, eres la imagen mundial de Hollister durante este año, ni siquiera me creo que esté hablando contigo.
- No soy nada del otro mundo, tú eres mejor modelo que yo - rió sarcásticamente - yo empecé a trabajar en esto en enero y solo tengo 17 años, soy yo la que debe admirarte.
- ¿Estás de coña? ¿Solo 17 años y ya has conseguido ser imagen de Hollister? - reí - También te reconocí por el artículo de Sugarscape con tu novio.
- Ex - interrumpí.
- Y por el robado que te hicieron entrando en el hospital con Louis Tomlinson.
- ¡Delilah, tu turno! - gritó el cámara.
- Te espero, así nos vamos juntos y hablamos por el camino - dijo antes de que me metiera en el vestuario. Posé con vestidos veraniegos, shorts, corsés y tops muy coloridos y nos fuimos. Le dije que, como no tenía muchos amigos y no conocía mucho la ciudad, podía salir un día con nosotros y le encantó la idea. También le hablé de Audry, de cómo conocimos a los chicos y de lo mío con Ronnie. Nos dimos los números de teléfonos, nos seguimos en Twitter y la acompañé hasta su casa porque me pillaba de camino. 
Luego mi hermano me dejó en casa de los chicos, por el camino me dijo que se iba a ir a vivir con su novia Sunshine. Llevaban juntos 8 años y se querían muchísimo, ella era una chica encantadora, tenía un año menos que mi hermano y siempre me había caído genial.
- ¿Qué? ¡No puedes irte! ¡No puedes dejarme sola!
- Vamos, no seas egoísta - suspiró - para mí también es duro pero entiéndeme, algún día encontrarás a alguien con quien quieras irte a vivir y no te parará nada.
- ¿Te despedirás en condiciones?
- Claro, hoy llevaré todas mis cosas y por la noche cenaremos en familia para despedirnos ¿vale? - asentí, me dio un beso en la frente y bajé del coche.
Tenía planeado comer allí pero por desgracia ya era un poco tarde y ellos ya había terminado de comer. Así que me cogí varias zanahorias, ya que no quería engordar y era lo único más liviano que había en esa casa, y me senté en el sofá a ver la tele. Cuando Louis vio que estaba comiendo zanahorias sacó el móvil, me hizo una foto mordiéndola y twitteó "¡@Delilah está empezando a comer sano! xx." y enseguida recibí muchísimas menciones preguntándome si estábamos juntos así que twitteé "Louis y yo no estamos juntos ¿vale? Solo somos dos mejores amigos haciendo tonterías y comiendo zanahorias xx"
Cuando terminé de comer les conté lo de Topshop y lo de Noah y se emocionaron mucho. Los chicos se alegraron bastante por mí y se morían por conocer al clon de Niall. Finalmente, a las 18h, después de estar toda la tarde sin hacer nada, Louis y yo nos fuimos a pasear.


[Narra Zayn]
Me desperté bastante tarde y me aburría así que decidí llevar a Audry la siguiente caja de galletas. Fui a su casa con la idea de dejarla en la puerta para no tener que cruzarme con ella pero estaba claro que el destino quiso que fuera todo lo contrario.
- ¿Qué haces aquí? - preguntó muy enfadada. Iba vestida con el uniforme del instituto y llevaba el pelo recogido en un moño playero bastante informal
- Vaya, hola a ti también - bromeé.
- ¿Qué haces aquí? - repitió. Juraría que sus ganas de matar aumentaban por segundos.
- He venido a dejarte la caja de galletas número 11.
- ¿Por qué te molestas? ¿Es que quieres que engorde tanto que no pueda conocer a ningún otro chico?
- Por Dios, no vuelvas a decir eso que parece que somos ex novios o algo así.
- Pero es la verdad Zayn porque haces esto de las galletas para pedirme perdón por haberme arruinado la noche a causa de que actuaste como un ex novio celoso.
- No, hago esto para pedirte perdón - esta chica me sacaba de quicio - no siento que tenga que pedírtelo, lo hago por compromiso.
- Sinceramente no deberías haberte molestado, por tu culpa ahora estoy gorda.
- No me eches la culpa de que no ligues nunca eeh.
- Eres un capullo, ¿sabes qué?
- ¿Qué?
- Que nunca te voy a perdonar, así que ya puedes gastar tu dinero en ti mismo y dejarme a mí en paz. - subió las escaleras y cogió las galletas.
- ¿Me las vas a devolver?
- Lo que se da no se quita - cerró de un portazo. Me quedé allí parado unos segundos para ver si salía y hacía alguna estupidez pero no pasó nada así que me di la vuelta y me fui. Si no pensaba perdonarme ¿para qué me hizo comprarle 11 cajas de galletas? Y encima me culpaba porque se veía gorda ¡pero si estaba estupenda! Pff. De verdad que no entendía a Audry. Ella era la única persona que podía hacerme sonreír nada más verla y enfadarme nada más oírla hablar. 
Cuando llegué a casa los chicos había preparado pasta, algo que me alegró bastante. Delilah llegó justo cuando terminé de recoger la cocina, le dije que ya habíamos comido y su cara fue un cuadro. Abrió el frigorífico y en vez de coger natillas o helado del congelador, cogió varias zanahorias ¿quién sabes por qué? Las tías eran muy raras. 
Estuvimos toda la tarde haciendo el vago hasta que Louis y Delilah se fueron a eso de las 18h.  Dos horas más tarde, Louis llamó diciendo que Audry vendría a cenar y a la media hora, llegaron a casa. Fue automático, nada más que la vi pasar por la puerta me fui al jardín a fumarme un cigarro.
- ¿Y Del? - oí que preguntaba Harry.
- La he dejado en su casa porque tenía una cena familiar así que fui a casa de Audry para que se viniera y cenara con nosotros. - Louis y Audry se sentaron en el sofá con el resto de los chicos mientras Harry cocinaba. Miré a Louis y le hice una señal para que saliera al jardín.
- Cuando dijiste que iba a venir esta noche pensé que estabas bromeando - miré al salón, lo había dicho bastante alto y pensé que quizás Audry se había enterado.
- No seas imbécil, Zayn, vosotros necesitáis madurar y aprender a llevaros bien o simplemente ignoraros. - Al parecer Audry se estaba enterando de todo porque suspiró, se levantó y vino hacia nosotros mientras podía ver cómo Louis se alejaba un poco.
- Perdona pero yo no tengo que madurar, díselo a él. - dijo señalándome - además, no hables de madurar porque tú eres el inmaduro por sistema. - Me burlé de su respuesta y oí como Louis suspiraba un poco más apartado de nosotros, preparándose para otra de nuestras famosas peleas.
- Yo no necesito madurar, cielo, tú eres la que no sabe divertirse.
- Es por tu culpa Zayn Malik. Para de actuar como si me conocieras porque no es así ¿piensas que no sé divertirme porque no estoy con vosotros cada segundo, a diferencia de Del? - preguntó señalándome de un modo acusatorio.
- No, pienso que no sabes divertirte porque cuando estás con nosotros haces que nos aburramos.
- Solo te aburro a ti, pero si fuera verdad eso de que los chicos se aburren, sería por nuestra culpa porque siempre nos peleamos.
- Sí, ¿y por qué nos peleamos?
- Porque eres un capullo que me mira mal desde que nos besamos en el rodaje del videoclip. - gritó.
- Yo nunca te he mirado mal.
- Oh, sí que lo has hecho - gritó de nuevo - Y no me puedo acercar a ningún tío sin que me mires como si fueras mi marido y te estuviera engañando. - nos quedamos en silencio, yo la estaba mirando fijamente pero ella miró hacia atrás. - Louis se ha ido.
- Menos mal, porque entonces no sería capaz de hacer esto - la cogí de la cintura, la acerqué a mí y la besé. No sé si fue porque quería que se callara, porque echaba de menos besarla o porque quizás me gustaba un poco, pero lo hice. Audry rodeó mi cuello con sus brazos y me devolvió el beso, luego se apartó un poco pero sin alejarse mucho de mis labios.
- ¿Qué ha sido eso? - susurró.
- No te callabas - reímos. Entonces oímos a Louis aplaudiendo lentamente desde la puerta que daba al salón y nos separamos.
- Ya era hora de que resolvierais esta estúpida tensión sexual - sonrió y volvió a dentro con los chicos. Ahora me arrepentía de lo que había hecho, había sido un simple impulso, ni siquiera sabía si me gustaba y además me daba miedo que me dijera que estaba saliendo con Jeydon.
- Oye, este beso no ha significado nada ¿vale?
- ¿Que? - dijo sorprendida.
- Que lo he hecho para que te callaras - dije mintiendo como un cobarde.
- ¿Sabes? - dijo ella enfadada - Hay otras formas de callar a la gente, capullo. - se dio la vuelta y entró al salón. Yo me quedé allí un rato más, pensando en la gran cagada que había hecho.


[Narra Delilah]
El paseo con Louis fue genial. No pasó nada del otro mundo, simplemente fuimos dos amigos paseando por El Soho. Estuvo bien eso de pasar dos horas con mi mejor amigo, él me distraía de Ronnie y yo a él de Eleanor. Fue muy divertido, era la primera vez que Louis volvía a ser el mismo Louis de Factor X y me gustaba pensar que fue gracias a mí, gracias a que yo le hacía sentir como si estuviera con los chicos. Me gustaba lo que teníamos. No era nada, pero era nuestro. Nos lo pasamos estupendamente y ese paseo nos ayudó a olvidar un poco a nuestros ex. Al acercarse la hora de mi cena en familia, me acompañó a mi casa y se despidió con un largo abrazo y un beso en la frente. ¿La razón de ese largo abrazo? Al día siguiente se iban a Suecia a grabar parte de su nuevo álbum, por suerte serían solo cinco días.
Cuando entré en mi casa la mesa ya estaba lista y estaban todos sentados esperando a que mi madre trajera la comida. Me senté al lado de Cory, quería estar con él todo el tiempo posible.
- Bueno, ¿qué tal te lo has pasado con Louis? - dijo Cory intentando romper el hielo.
- ¿Por qué te vas? ¿Por qué me dejas sola en esta casa de locos?
- Delilah, otra vez no por favor.
- Cory, es que no lo entiendes - mi voz estaba quebrada, iba a llorar en cualquier momento - te necesito a mi lado para seguir adelante, no quiero que te vayas con Sunshine.
- Pero yo pensé que ella te caía bien.
- No, más que eso, yo la quiero mucho pero a ti te quiero más y quiero que estés conmigo, no entiendo por qué te vas.
- Porque la quiero, porque llevamos ocho años juntos y porque ya era hora de dar el paso.
- ¿Y a mí no me quieres? ¿Es eso? ¿Prefieres a tu novia antes que a tu hermana? No sé si te acuerdas Cory pero yo siempre te decía "novio" y tú siempre me decías "novia".
- Claro que te quiero Delilah pero debes comprender que yo quiero formar mi familia y que si para eso debo irme a vivir con mi novia, lo haré.
- ¡Pero es que es muy injusto! - grité. Mis padres y mi hermana comían en silencio intentando ignorar la situación mientras que mi hermano y yo empezábamos a pelearnos.
- No quiero que nuestra última cena sea así ¿vale? - me cogió la cara y me la giró en su dirección para que le mirara - Delilah Jane Harper, yo Cory Allan Harper, te prometo que nuestra relación va a ser la misma, vendré a verte muy a menudo y te llamaré todos los días para que sepas que no te he olvidado.
- ¿Y podré pasarme por tu casa siempre que quiera?
- Claro, esa también será tu casa. - Lo abracé con mucha fuerza y él hizo lo mismo, le di un beso en la mejilla y él me dio otro en la frente. Joder, lo quería mucho. El resto de la cena lo pasamos entre risas y luego nos pusimos a ver vídeos caseros de cuando éramos unos enanos así que no reímos más. Entonces recibí un mensaje de Audry "Tía, estoy en mi casa y necesito compañía." No lo dudé un segundo, le dije a todos que me iba a casa de Audry, que probablemente me quedaría a dormir, y me despedí de mi hermano. Me abrigué un poco ya que en mayo seguía haciendo bastante frío, y fui corriendo a su casa. Nada más que llamé me abrió.
- ¿Qué pasa? - pregunté quitándome la chaqueta y sentándome en su sofá.
- Tía - miraba al suelo y estaba muy confusa - Zayn me ha besado.
- ¡Cuéntamelo todo! - me contó todo con mucho detalle, incluso las palmadas que dio Louis cuando los vio, este chico estaba en todos lados y luego me contó lo que le dijo Zayn - ¡Pero será capullo!
- Ya ves tía, encima de que se está metiendo todo el rato conmigo va y me dice que lo hizo para callarme. - entonces recordé lo que Louis me contó en el parque, eso de que creía que a Zayn le gustaba Aud.
- ¿Sabes qué? Yo creo que te ha mentido, que te besó porque sintió que debía hacerlo, por un impulso, y que le entró miedo de cómo pudieras reaccionar.
- No, no intentes justificarlo, es gilipollas y ya está.
- Tú hazme caso ¿vale? Estoy segura.
- ¿Y cómo es que estás tan segura?
- Tú solo créeme.
- Está bien - suspiró, se fue a la cocina y trajo una caja de oreos - yo no pienso comerme sola todas las cajas - reímos.
- ¿Me traes un vaso de leche? Es que no me gustan solas.
- Joder, con la modelo - rió - llego a saber que eres tan milindris y te quedas en tu casa - reímos - por cierto, ¿qué tal con Louis?
- Muy bien, me entretiene mucho y a veces viene bien pasar tiempo con tu mejor amigo.
- Pensé que yo era tu mejor amiga.
- Y lo eres, él es mi mejor amigo. Bueno, Harry y Niall también.
- Ah vale - rió - ¿Y cómo está? ¿Ha superado lo de Eleanor?
- Todavía no, eso lleva un tiempo, y más cuando las fans y los periodistas le preguntan siempre por ella.
- Tiene que ser duro...
- Mucho - asentimos a la vez - pero bueno, con nuestra ayuda saldrá adelante en seguida.
- ¿Por qué crees que no ha hecho público eso de que hayan terminado?
- Quizás porque no quiere que hablen de ello día y noche o porque no quiere que amenacen a Eleanor por Twitter y esas cosas.
- O quizás porque todavía la quiere y espera poder volver con ella.

domingo, 24 de junio de 2012

Capítulo 15.

"Nos empeñamos en buscar la felicidad cada día y no nos damos cuenta de que es ella quien tiene que encontrarnos, y eso será donde menos te lo esperas, en el instituto, en el supermercado o en mitad de una boda. Y cuando llega descubres que ahí no acaba todo, que el final de un camino sólo es el principio de otro, y lo único importante es la persona que escoges para que camine a tu lado. Y esconderse es lo que menos te importa, lo que te importa es que estás tocando con la yema de los dedos eso que has estado soñando toda tu vida, y ya sólo importa el hoy, el presente y lo que queda por venir."


[Narra Delilah]
Fui a ver a Audry al instituto, hacía mucho que no la veía y quería hablar con ella. Le conté todo detalladamente, cómo mi madre me echó de casa, cómo me dejó Ronnie, cómo me aceptaron los chicos, cómo aborté, cómo fui vivir con ellos cinco días y cómo fue eso de volver a mi casa.
- ¿Todo eso en diez días? - dijo sorprendida - Joder, tu vida es muy emocionante.
- Además ya he terminado de trabajar, tengo vacaciones hasta junio.
- Eso sí que es vida - suspiró - yo lo único que he hecho ha sido hablar con mi madre y hartarme de comer las galletas que me manda Zayn.
- ¿Por qué hace eso?
- Para que le perdone, mira ésta es la caja número diez - me la enseñó - eso significa que quedan otras diez para que le perdone pero paso, lo que me hizo fue muy fuerte.
- No volviste a ver a Jeydon, no seas exagerada.
- Ya pero me dio coraje - le quité una galleta - por cierto, hoy es 4 de mayo, hoy llega Liam ¿no?
- ¡Es verdad! - grité - ¡Será la excusa perfecta para volver a ver a los chicos! Hace cinco días que no los veo.
- Oh por Dios, no se vayan a olvidar de ti - dijo sarcásticamente.
- Imbécil - hubo un silencio - oye, ¿como le va a Ronnie? 
- Bien, igual que siempre.
- ¿Piensas que debería hablar con él?
- Pienso que deberías olvidarlo de una vez por todas, él pasa de ti, no te quiso nunca así que debías pasar de él. - sonó el timbre que marcaba el final del recreo.
- Bueno, me voy a la casa de los chicos para ver si ha llegado Liam - le di un beso en la mejilla - pásate luego.
- Sí.
- ¡Que te sea leve! - mientras que salía del instituto me encontré con mis antiguos profesores, me dijeron que estaban orgullosos de lo lejos que había llegado y que podía hacer la selectividad con el colegio sin problemas. Abandoné el instituto y me monté en el metro. Aquella frase llevaba diez días repitiéndose en mi cabeza, todo el mundo mencionándola, todos los sitios, la televisión, la calle, la carretera... "olvídalo". Yo, dirigida por un corazón necio, como siempre, no lo veía. Todo era negro, todo giraba entorno a Ronnie. Llegó un momento en el que mi cabeza se cansó de repetírselo a mi corazón. Ella se dejó llevar, como yo entera. Regida por un corazón loco y enamorado me hice daño a mi misma, desprecié todas mis habilidades. Me hundí en un pozo, echándome piedras y tierra, al mismo tiempo que, poco a poco, me tapaba la salida de ese mismo pozo. Hasta que tanta gente repitiéndomelo, tantas apariciones de esa frase, que al final mi corazón emprendió el camino del olvido. Un camino para nada fácil. Tenía mucho cemento encima mío como para salir como si nada.  Había perdido mucho tiempo en él. Perdí oportunidades y también me destrocé a mi misma. Dejé de ser persona. Todo ese tiempo perdido ahora pasaba factura. Descuidé uno a uno cada detalle de mí, de mi cuerpo, de mi forma de ser...Y ahora, ahora que me daba cuenta de todo lo que había perdido, ahora que era cuando más enterrada estaba, ahora costaba resurgir. Pero bueno ¿qué podía perder? Exacto. Nada. No tenía anda que perder porque no tenía a nadie.
Me planté ante la puerta de los chicos y di varios timbrazos.
- Hola princesa - Niall me abrazó muy fuerte y me dio un beso en la frente - ¿qué te trae por aquí?
- Venía a ver si ya había llegado Liam - dije mientras entraba sin permiso alguno y me sentaba en el sofá.
- Pues sí, ya ha llegado y está durmiendo por eso del jetlag. - se sentó a mi lado.
- ¿Te importa que me queda hasta que se despierte?
- Te ibas a quedar de todas formas - reímos. Estábamos viendo la tele cuando recordé que era 4 de mayo, había pasado un mes desde April's Fools pero yo no estuve con ellos para celebrarlo así que decidí hacerlo entonces. Me fui a la cocina y cogí una de las numerosas cajas de oreos que había comprado Zayn, les quité lo blanco y les puse pasta de dientes. Volví al sofá y le ofrecí una a Niall, él aceptó encantado. La mordió, la escupió y se fue corriendo al lavabo para lavarse la boca.
- ¿Qué coño le has hecho a la oreo? - me mordí el labio intentando no reírme - Está bien, lo descubriré yo solo - cogió otra oreo, la abrió y la olió - ¡puag! ¡Las has rellenado con pasta de dientes! ¡Eres asquerosa!
- ¡Feliz día de los inocentes! - reí.
- Que yo sepa fue hace un mes.
- Pero yo no estaba con vosotros y es mi día favorito del año, así que hoy os toca sufrir - me froté las manos - ¿Qué le puedo hacer a Harry?
- Está en el sótano, ¿qué tal si le haces una broma por teléfono como si fueras una fan?
- ¡Genial! - cogí el móvil de Niall y lo puse en desconocido.
---------- CONVERSACIÓN TELEFÓNICA ---------------
- ¿Hola? - activé el altavoz.
- ¡Dios mío! ¡Oh Dios mío! - grité mientras Niall se reía - ¿¡Eres Harry Styles!?
- ¿Hola? Hola - dijo confuso.
- ¡Oh Dios mío, Harry! ¡Soy tu mayor fan! - grité histéricamente mirando a Niall, que iba a reventar de la risa.
- Emm hola - repitió nervioso.
- ¡Ahhhh! ¡Oh Dios mío! ¡Estás taaaan bueeeeno! - colgó.
---------- FIN DE LA LLAMADA ------------------------------
Niall y yo nos reímos a más no poder y luego pensamos al siguiente broma. Subimos hasta el cuarto de baño de Liam y mojamos su cepillo de dientes en agua salada para que recibiera su broma nada más despertarse.
- ¿Dónde está Louis?
- En su habitación.
- ¿Le pasa algo?
- Qué va, simplemente le apetecía dormir en su cama. - Me lo creí y entramos en su habitación. Estaba distinta, vacía. No había tantos peluches como antes y no había zapatos de Eleanor por el suelo, por no hablar de la ausencia de fotos de Els. Cogí un rotulador negro que tenía Louis sobre su mesita de noche y le dibujé un bigote y un monóculo mientras Niall se reía como un descosido. Cuando terminé dejé el rotulador donde estaba y me fui pero me tropecé con un zapato e hice mucho ruido. Vi como Niall se fue corriendo mientras Louis se incorporaba.
- ¿Qué haces aquí? - dijo bostezando.
- He venido a ver a Liam - dije intentando contener la risa.
- Pues está en su habitación.
- Me lo imaginaba - me di la vuelta para irme.
- ¡Un momento! - cogió un cuadro y miró su reflejo, se tocó la cara y se fue corriendo a su cuarto de baño - Gorda, ¿qué le has hecho a mi cara?
- No me llames gorda - me quejé.
- Sabes que te lo digo de cariño porque comes mucho - rió - ¿qué le has hecho a mi cara?
- Estás tan guapo y elegante con eso... - suspiré y una sonrisa apareció lentamente en su cara. Se mojó las manos y se peinó el pelo hacia el lado como un pijo.
- Estoy de acuerdo - dijo con un acento pijo. Nos reímos y se despeinó pero no se quitó el bigote y el monóculo - ¿por qué me lo has hecho?
- Porque no estuve con vosotros el día de los inocentes.
- Lo llego a saber y pongo un cartel en la puerta en el que ponga "Prohibido entrar" y una foto tuya.
- ¿Te lo quito?
- ¡Ni se te ocurra! - me dio una torta en la mano y me reí. - ¿Quién es el siguiente en recibir una broma?
- Zayn - sonreí - ¿sabes si Harry tiene rizador de pelo?
- No, sus rizos son naturales - dijo orgulloso - pero Liam puede que tenga ¿qué planeas? - No le contesté, entré en el baño de Liam y cogí su rizador de pelo. Fui a la habitación de Zayn y me acerqué a él pero justo cuando iba a rizarle el primer mechón de pelo, me agarró la mano.
- Ni se te ocurra, preciosa - se incorporó.
- ¡Mierda! - desconecté el rizador - eres el único al que no he podido hacerle nada.
- Porque soy el mejor, tengo un sexto sentido.
- Menos flores, cielo - se levantó y bajamos al salón, ya solo faltaba Liam por recibir su broma. No tardó mucho.
- ¡Louis William Tomlinson! - gritó - ¿Se puede saber qué le has hecho a mi pasta de dientes?
- ¡Ha sido Delilah! - gritó Louis.
- ¡Chivato! - le pegué en el hombro.
- ¡Delilah Jane Harper! - gritó Liam de nuevo - ¡sube ahora mismo! - le obedecí, los chicos me siguieron para ver qué ocurría. - ¿qué le has hecho a mi pasta de dientes? Sabe rara.
- No es la pasta, es el cepillo, lo he mojado en agua con sal - todos se rieron.
- Si estabas celosa de mí porque mi cepillo de dientes mola más que el tuyo, no tenías que hacer eso - volvimos a reír. 
Esperamos a que Audry y Danielle llegaran para ver las fotos que se habían hecho en el viaje. Estaban muy morenos, me daban mucha envidia y se lo habían pasado genial. Ojalá yo pudiera irme por ahí con alguien 10 días y pasármelo así de bien.
- Bueno, me tengo que ir - dijo Danielle cuando terminamos de ver las fotos.
- ¿Ya? - dijo Liam.
- Sí, es que he quedado con Eleanor porque quiere hablar conmigo, nos vemos luego - besó a Liam - ¡adiós chicos!
- ¿Cómo lo llevas? - preguntó Liam, pero nadie le contestó. - Louis, ¿cómo lo llevas?
- ¿El qué? - Dijo Louis haciéndose el loco. Niall le dijo algo a Liam al oído y se calló. No entendí nada pero me imaginaba algo. ¿Y si Louis y Eleanor habían roto? Louis no había sonreído de verdad en ningún momento y faltaban las cosas de Eleanor en su habitación. No podía ser. Ellos eran mis referentes, siempre pensé que lo suyo era para siempre, siempre quise una relación así.
- Oye, Louis te veo tan gordo como yo ¿qué te parece si mañana nos vamos a correr por Hyde Park? - Se me ocurrió salir a correr con él para sacarle información, aunque si era su mejor amiga se suponía que él mismo debería contármelo.
- Está bien pero que sepas que yo corro muy rápido. - era difícil no reírse cuando lo mirabas ya que todavía no se había quitado el bigote y el monóculo.
- Bah, eso me da igual, como te adelantes mucho me vuelvo y te quedas solo - reímos.
- No, por favor - se burló - todo menos eso.


Al día siguiente, Louis se presentó en mi casa listo para correr. Llevaba unas calzonas del Manchester United, una sudadera, su beanie y unas gafas de sol, yo me puse un chándal de mi hermano y mis gafas de sol. Pasé de mi beanie porque me recogí el pelo en una cola de caballo. 
Estuvimos corriendo media hora y después descansamos en un banco, entonces aproveché para sacarle el tema.
- Bueno, he estado cinco días sin verte, ¿no tienes nada que contarme?
- No - bebió agua - ¿has vuelto a ver a Ronnie?
- No, estoy intentando olvidarme de él.
- ¿Lo consigues?
- Creo que sí.
- ¿Cómo lo haces? A mí me cuesta mucho.
- ¿De quién te quieres olvidar? - nos quedamos en silencio - Louis joder, se supone que soy tu mejor amiga, puedes contármelo.
- Está bien - cogió aire - Eleanor me ha dejado.
- ¿Cuándo?
- El día que volviste a tu casa, justo cuando te montaste en el coche de tu hermano me mandó un mensaje - me contó todo, la conversación que mantuvieron, las horas que pasó llorando en su coche, los pensamientos que le pasaron por la cabeza, me lo contó todo.
- Lo siento pero te dije que algún día se cansaría.
- Y ahora me arrepiento de no haberte hecho caso - tenía la voz quebrada, rezaba porque no rompiera a llorar, no quería verlo llorar. - Pero es que todo es muy extraño porque cuando estoy rodeado de gente me alegro de que Els me dejara pero cuando estoy solo me hundo en pozo de tristeza.
- Ese es el truco para olvidarla - me miró - mantente ocupado y rodeado de las personas que más quieres, entonces ni siquiera recordarás su nombre.
- Gracias - me abrazó - y perdón por no habértelo contado.
- Eso no importa - le di un beso en la mejilla.
- ¿Sabes? - sonrió mirando al suelo - Creo que Zayn le gusta Audry.
- ¿Y eso?
- Siempre quería que Harry la llamara cada día a la misma hora para saber cómo estaba y cada vez que recibíamos noticias de ella, se le dibujaba una gran sonrisa en la cara.
- Nadie lo diría, trata muy mal a Audry.
- Porque le da miedo que ella no sienta lo mismo.
- Lo siente, le quiere mucho, siempre lo ha hecho.
- Pues tenemos que hacer todo lo posible por juntarlos.
- Creo que ellos sabrán cómo hacerlo ¿seguimos corriendo? - nos levantamos y seguimos corriendo hasta llegar a mi casa.
- Oye, me lo he pasado muy bien contigo ¿qué te parece si mañana quedamos para pasear en plan tranquilo?
- Perfecto - sonreí.
- ¡Genial! - exclamó - Bueno, hablamos mañana cuando te pases por mi casa - nos abrazamos, le di un beso en la mejilla y él me ido uno en la frente. Entré en casa y me duché. Sabía que quedaba conmigo para olvidar a Eleanor, que solo lo hacía con ese fin así que no me hice ilusiones.


[Narra Louis]
Al día siguiente me apetecía mucho pasear con Delilah porque sentía que ella sería una de las pocas personas que me harían olvidarme por unas horas de Eleanor y eso lo agradecía mucho. Delilah era una chica guapísima, realmente atractiva y divertida a más no poder. En ciertas cosas, gestos, me recordaba a Eleanor pero esas cosas o gestos que hacía, me gustaban más cuando los hacía ella. Delilah era una amor y era muy especial, tenía su propia forma de ser y hacía las mismas cosas que los demás pero siempre la distinguía algo. Mientras otras chicas pensaban en qué ponerse, ella sufría por no saber que CD de música poner para relajarse. Siempre se ponía a pensar en como sería su vida de haber tenido más valor, más iniciativa y menos vergüenza. Se imaginaba mundos fantásticos, paralelos a su vida, con historias diferentes y con otro sentido. Cuando se alejó de nosotros, la melodía del rock 'n roll la evadió y la llevó a un mundo alternativo, un mundo dónde ella podía ser una estrella y brillar más que todo el firmamento. El flexo se convertía en un gran foco, su cama en un escenario, y ella, en medio de ese escenario, con el foco señalándola a ella e iluminándola como las estrellas iluminan a los planetas y satélites, derrochaba toda su energía en cada nota, en cada melodía que surgía de su voz. Empezaron a aparecer espectadores a pie de cama, saltando y gritando, alegando que ella era su ídola. Ella siempre miraba hacia la puerta, esperando que el chico con dilataciones, tatuajes y con una guitarra colgada apareciera, pero entonces el foco se apagaba, el escenario desaparecía y los espectadores se esfumaban uno a uno. Todo eran fantasías. Pasó por alto que en el rock, como en la vida real, los príncipes no existen, ni con tatuajes ni peinados con la raya al lado, ni con piercings ni con camisas de burberry, ni empleados de McDonald's ni estudiantes de medicina, ni con pantalones con mil agujeros ni con bermudas y mocasines. Despertó de su fantasía y volvió a ver la triste realidad, el abismal pozo en el que se encontraba, y cada una de las lágrimas derramadas en su almohada. Delilah estaba sufriendo, pero nadie lo veía, todo el mundo la abandonaba, todos emigraban a unas tierras mejores. Y al fin y al cabo solo le quedaba eso, un disco de rock 'n roll girando en una mini-cadena, una camiseta de uno de sus grupos favoritos y nosotros, sus mejores amigos, sus fieles compañeros, aquellos que con solo acariciar sus cuerdas, éramos los únicos que conseguíamos arrancarle una sonrisa a aquella chica ingenua e idiota.
Volvía a ser la misma de siempre, la misma que conocí un 12 de enero pero había momentos en los que su lado más rockanrrolero de daba a conocer y no os negaré que esos momentos me encantaban. En ella me gustaban todas las cosas que siempre había odiado, por ejemplo, los tatuajes. Ese infinito de su muñeca izquierda me atraía mucho, cosa que normalmente me hubiera repelido. Luego estaba la típica chica de 17 años que se quería comer el mundo, infantil y cabezota como ella sola, aquella que tenía los pies y las manos demasiado grandes comparados con el resto de su cuerpo, aquella que no tenía pulso ninguno, aquella que siempre decía tacos, aquella que siempre se mordía el labio inferior, aquella que cogía una confianza inmensa nada más que te descuidabas, aquella que siempre iba mal peinada o con las uñas a medio pintar. Todo en ella era bonito y atractivo, hasta lo más oscuro, hasta sus manías y su bordería. Pero aun así yo la veía como una mejor amiga y no quería que eso cambiara nunca. Nunca.

sábado, 23 de junio de 2012

Capítulo 14.

"Por muchas noches en blanco que uno dedique a pensar en su biografía sentimental, la verdad será que encontrará pocas soluciones.  Podrá parchear tal o cual relación pero al final volverá a pasar lo de siempre, que un momento dado saltará en pedazos como tantas otras veces. Porque uno es como es y no es fácil dejar de serlo para querer a alguien, es casi un combate perdido de antemano. Así que lo mejor que nos podría pasar es que las relaciones sentimentales viniesen con fecha de caducidad como los yogures, así sabríamos de ante mano cual es la fecha del final y no perderíamos el tiempo en inseguridades, sospechas ni discusiones, nos dedicaríamos a disfrutar cada momento hasta la ultima décima de segundo. 
Aunque si lo piensas, lo bueno de no tener fecha de caducidad es que nos permite seguir soñando que esta vez ese yogur sí pueda conservarse para siempre."


[Narra Louis]
Al día siguiente su hermano vino a nuestra casa para dejar un montón de ropa y a su mascota, Willy. Siempre había querido tener uno de esos y ahora que lo tenía me pasaba el día acariciándolo y corriendo detrás de él. 
Su hermano era un buen tío. Cory. Tenía dos años más que yo, era muy atractivo y me cayó genial aunque apenas hablamos durante cinco minutos. 
Me había ido a la cocina para llamar al jefe de Delilah para decirle que esta semana no iría a trabajar porque estaba enferma, me dijo que no había problema alguno y que se mejorara.
- Ronnie, soy Delilah - escuché su voz desde el salón - te he llamado unos 23 veces y me salta el buzón de voz, quizás tengas mal configurado el móvil - rió, pobre ilusa - te llamo de nuevo para decirte que ya no estoy embarazada y que podemos volver juntos cuando quieras. Llámame, te quiero.
- ¿Por qué lo llamas? - pregunté sentándome a su lado y ofreciéndole galletas.
- Porque quiero arreglar lo nuestro.
- Pero si fue él quien te dejó.
- Sí pero fue porque se asustó, yo sé que me quiere y que seremos felices para siempre igual que en los cuentos de hadas. - entonces mi móvil comenzó a sonar.
- Si los cuentos de hadas existieran, todavía estarías con él. - me levanté a buscar el móvil y la miré, estaba pensativa. Eso era lo que yo quería, que pensara y que se diera cuenta de que no iba a volver con Ron. Miré la pantalla de mi blackberry, ponía Els y había una foto preciosa de ella.
----------- CONVERSACIÓN TELEFÓNICA -------------
- ¡Els! ¿Qué tal por Manchester?
- Te llamaba por eso mismo - rió - tengo una semana libre así que voy para Londres ¿te apetece quedar para pasear por la tarde? - No sabía que decirle, miré a Delilah y me dio pena dejarla sola.
- No puedo, lo siento.
- ¿Por qué?
- Tengo que quedarme con Delilah - vi como ella giraba la cabeza hacia mí al escuchar su nombre.
- ¿Está viviendo con vosotros? ¿Por qué?
- Su madre la ha echado de casa y... - Delilah no quería que le dijéramos a nadie que estaba embarazada así que mentí - está enferma.
- Joder Louis, iba a hacer un esfuerzo por ti e iba a ir a Londres para pasar tiempo contigo y ahora me dices que no.
- Vente - dije rápidamente - buscaré un hueco para ti.
- ¿Que buscarás un hueco para mí? ¡Soy tu novia!
- Eleanor, no empecemos - suspiré - estábamos bien.
- ¿Sabes? No siempre son arco iris y mariposas, también es compromiso.
- Lo sé pero me he comprometido a cuidar de ella, te llamo luego, te quiero.
----------- FIN DE LA LLAMADA --------------------------
Colgué para no seguir discutiendo, no entendía por qué nuestra relación era tan bipolar, no entendía qué hacíamos mal.
- Tienes razón - dijo Delilah nada más que me senté a su lado - solo fui una tonta ingenua que creía en los cuentos de hadas.
- Odio verte así, ojalá pudiera hacer algo para que te sintieras mejor.
- Que me hagas compañía ayuda un poco - nos quedamos en silecio - oye, he pensado que mejor me vuelvo a mi casa.
- ¿Por qué?
- Soy menor y necesito a mi madre.
- Pero los chicos y yo nos habíamos repartido los días para cuidarte.
- En ese caso me quedo - reímos - siempre viene bien que me cuiden.
- Buena elección - dije sonriente - que sepas que hoy me toca a mí.
- Pero no me parece bien que dejes de lado a Eleanor.
- No importa pasar contigo todos los días hasta arrancarte una carcajada, ella puede esperar.


[Narra Delilah]
El resto del día lo pasé tirada con Louis en el sofá. El intentaba distraerme pero me costaba mucho dejar de pensar en Ronnie. 
Me encontraba mejor que el día anterior pero aún así estaba muy débil y no podía andar porque al hacerlo me dolía el vientre.


Al día siguiente bajé las escaleras con mucho cuidado y me tiré ne el sofá. No me moví. Decidí esperar a que alguien se despertara y me ayudara a hacerme el desayuno o algo así. Escuché como Louis hablaba por teléfono y decía que hoy no podía, que tenía que cuidar de mí. ¿Otra vez le estaba dando largas a Eleanor? Alguien bajó las escaleras y se tumbó a mi lado con cuidado.
- Hoy me toca pasar el día contigo - dijo Harry con una amplia sonrisa. Me trajo galletas Chips Ahoy y nos las comimos mojándolas en leche, estaban deliciosas, eran mi vicio. - Bonito tatuaje.
- Gracias - sonreí - vi que te hiciste uno en USA y me armé de valor.
- ¿Te lo hiciste por él? Ya sabes... - asentí - siempre te lo podrás quitar en una clínica dermatológica.
- O podré decir que me lo hice por ti, por nuestra amistad - le miré y me abrazó.
- ¿Sabes que hay rumores de que tú y Louis estáis liados y vais a tener un hijo juntos? - rió.
- ¿Cómo?
- Por lo visto se han filtrado fotos de vosotros entrando juntos en el hospital y la gente ha pensado eso.
- Que imaginación tiene la gente, tendré que desmentirlo - Harry me pasó el móvil, me conecté a Twitter y twitteé "Louis es simplemente mi mejor amigo, me encontraba mal y me acompañó al hospital. Todos los rumores son falsos xx." - Harry, me apetece darme una ducha.
- Anda, sí que eres directa.
- ¿Qué?
- Que no pensaba que ibas a pedirme así de abiertamente que nos ducháramos juntos.
- Eres un cerdo - reí - lo que quiero es que me ayudes a subir las escaleras.
- Pues vaya decepción - me ayudó a incorporarme y me subió por las escaleras - tienes ahí mismo las toallas y todo lo necesario, si tienes algún problema llama a Zayn, yo estaré en el gimnasio.
- Vale - me metí en la ducha y a los pocos segundos ya estaba cantando como una loca. Entonces me dio por mirar al techo y vi una horrible y asquerosa araña patilarga. Grité lo más fuerte que pude y Zayn vino corriendo.
- ¿Qué pasa? - preguntó asustado.
- Hay una araña - señalé al techo, él puso los ojos en blanco y me pasó una toalla para taparme y poder salir de la ducha. Salí de allí y a los pocos segundos oí un chillido seco y vi como Zayn salía corriendo del cuarto de baño y se escondía detrás de mí. 
Durante el resto del día estuve picándole y riéndome de él por haberse cagado y haberme obligado a matar yo misma a ese bicho.


Era el último día que pasaba en la casa de los chicos, estaba sola en el sofá y oía como Louis le volvía a decir que no a Eleanor. Él no tenía que cuidar de mí, era Zayn ¿por qué hacía eso?
- No deberías pasar de tu novia - dije nada más que colgó - se cansará y te dejará.
- Bah - hizo un gesto despectivo - ella ya ha dicho adiós muchas veces y nunca ha llegado a irse.
- ¿Y no te importa?
- Me he esforzado mucho, he hecho siempre lo que ella quería pero me he cansado de fingir que todo está bien.
- ¿La vas a dejar?
- ¡No! - exclamó - Arreglaré todo y me aseguraré de que vaya bien.


[Narra Louis]
Cory vino a recoger a Delilah unas horas más tarde. Me dio pena despedirme de Willy, ese animalito me había robado el corazón y, obviamente, también de Delilah. Me lo había pasado muy bien con ella estos últimos cinco días y esperaba que, aunque volviera a su casa, siguiera viniendo a vernos constantemente. Miré el mensaje que había mandado Eleanor "Tenemos que hablar." No olía nada bien, no había ni una sola "x" y yo ya me esperaba lo peor. Fui a su apartamento para facilitar las cosas.
- ¡Els! - nos dimos un pico - te he echado de menos.
- Claro, si no me ves me echas de menos.
- Esperaba que dijeras que tú también.
- Pasa - la obedecí - siéntate - le hice caso y me senté en su sofá - Creo que debería ir al grano y terminar con esto de una vez para que vuelvas a tu casa con Delilah.
- Ya se ha ido.
- ¿No vive más con vosotros?
- No - suspiré - te dije que se iba a quedar hasta que mejorara.
- Ah - se quedó callada.
- Bueno ¿qué ibas a decirme?
- No es fácil de decir porque yo te quiero, te quiero mucho pero es que siento que te doy igual.
- Eso no es verdad, yo te quiero con todo mi corazón.
- Pero no me lo demuestras, últimamente nada más que pasas tiempo con los chicos, Audry y Delilah y a mí de das de lado. Y no digas que es mentira porque sabes perfectamente que llevo razón. Lo único que quiero saber es por qué.
- Estoy cansado.
- ¿De mí?
- De todo. De discutir contigo y luego arrastrarme para arreglarlo, de hacer lo que tú quieras y fingir que me da igual, de esforzarme para nada, de fingir que todo va bien.
- ¿Por qué no lo has dicho antes?
- Porque quiero estar contigo, quiero saber que puedo enfrentarme a algo así.
- Ya no estás conmigo por amor, Louis, estás conmigo por estar con alguien y eso no es así.
- No, yo te quiero.
- Me querías, sabes perfectamente que ya no sientes lo mismo que al principio - me miró - y yo tampoco.
- ¿Me estás dejando? - nunca que me había dejado nadie, siempre lo había hecho yo y me sentía confuso.
- Sí - dijo tímidamente después de un largo silencio.
- Está bien - me levanté, cogí mi móvil y mis llaves y me fui dando un portazo. No podía creerme que Eleanor, mi novia, la chica más dulce del mundo, la chica de la que estaba enamorado me hubiese dejado. Sinceramente, desde que empezamos a salir me imaginé cómo sería eso de sentar cabeza con ella y ahora que me había dejado se me venía el mundo encima. ¿Que si lloré? Mucho. Más de lo que me imaginaba que iba a llorar. Me tiré en en asiento trasero de mi coche y me quedé allí llorando hasta que me dormí.
Cuando me desperté ya había anochecido así que me sequé la cara lo mejor que pude y volví a casa. Nada más entrar los chicos supieron lo que había pasado.
- Lo siento mucho, Louis - dijo Niall - nunca pensé que esto iba a pasar.
- ¿Compro tres cubos de helado de Cookie Dough y llamo a Aud y a Delilah? - preguntó Harry.
- Ni helado ni pollas, eso no sirve de nada - dije subiendo las escaleras - si alguien me necesita estaré en mi habitación. - al entrar me sentí peor que nunca, mis paredes estaban llenas de cuadros con fotos nuestras y de regalos de ella. Me puse el pijama y me tumbé boca arriba en la cama, mirando al techo. No iba a tirar esas cosas por si ella cambiaba de opinión pero me hacía daño verlas. Entonces vi cómo la puerta se abría lentamente y apareció una gran cabeza rizada.
- Pasa - me obedeció, cerró la puerta y se tumbó a mi lado.
- Tío, yo no sé que decir.
- No digas nada.
- Es que nunca pensé que lo vuestro tuviera fecha de caducidad.
- Todo lo tiene - decía frases cortas para no derrumbarme.
- Es que se os veía tan felices, tan perfectos, os queríais tanto...
- Tú lo has dicho, nos queríamos - sonreí. Ahí estaba la clave, ella ya no me quería y en el fondo yo ya estaba cansado ¿por qué sufrir?
- Nunca me habría imagina que sería ella la que terminara con todo.
- Yo tampoco, es más, nunca pensé que se fuera acabar - le miré - ¿Sabes? Cada vez que nos quedábamos en silencio o ella se quedaba dormida, yo la miraba fijamente y me imaginaba cómo sería sentar cabeza con ella, casarse, tener hijos y envejecer con ella - se me cayó una lágrima - pero ya no queda nada.
- Ya verás como se arrepiente - me abrazó - de todas formas, piensa que eso era lo que tú querías - le miré extrañado - siempre te quejabas de vuestras discusiones y últimamente preferías quedarte con nosotros antes que verla. - Eso me abrió los ojos. Harry tenía toda la razón del mundo, eso era lo que yo quería, eso era lo que yo necesitaba, deshacerme de lo que me estaba cambiando, de lo que me impedía ser el mismo Louis de siempre, de lo que me arrastraba a un pozo de malhumor.
- Lo siento, siento haber sido tan borde antes - sonreí - ¿sigue en pie eso de los tres cubos de helado?
- Por supuesto - dijo con una gran sonrisa - ahora mismo voy - añadió levantándose.
- Pero si no te importa, preferiría que no llamaras a las chicas, no quiero que me vean así.
- Hecho - cerró la puerta nada más salir. Pasé unos minutos a solas y bajé a reunirme con Niall y Zayn. Al principio trataron de evitar el tema pero al final terminamos hablando abiertamente de Eleanor, imitando algunas expresiones suyas y desahogándonos de todo lo que nos frustraba. Cuando Harry llegó, se unió al grupo y nos comimos dos cubos de helado, el tercero lo congelamos. Nos pasamos toda la noche hablando de experiencias parecidas y nos dimos apoyo y tal, fue una sesión de lloriqueo mientras comíamos helado. He de confesar que estuvo bastante bien sincerarse así con los chicos, fue una pena que Liam no estuviera allí.


A la mañana siguiente estaba desayunando con Niall cuando alguien llamó al timbre, fui a abrir y me encontré con una de las chicas más guapas del mundo, la chica que me había roto el corazón. Al verla mi sonrisa desapareció y me quedé en blanco.
- ¿A qué has venido? - pregunté cuando pude reaccionar.
- A recoger mis cosas y a terminar de dejar las cosas claras.
- Ya está todo claro - dije serio.
- Bueno pues déjame pasar para recoger mis cosas - no quería que hiciera eso porque eso significaba que iba en serio, que tendría que decirle adiós al amor de mi vida para siempre, que nunca volvería a sentir sus labios sobre los míos, que nunca haríamos nuevos recuerdos.
- Adelante - me aparté.
- Gracias - pasó y entró al salón - ¡Hola Niall! - dijo mientras le revolvía el pelo.
- Hey - dijo él sin ganas mirando a la tele y colocándose el pelo. Ella había sido su mejor amiga hasta que llegó Delilah y ahora que ya no estaba conmigo, Niall prefería dejar de verla para no hacerme daño.
- ¿Puedo subir? - preguntó señalando las escaleras.
- Claro - empezó a subir y la imité, entramos en mi habitación y empezó a sacar toda su ropa de mis armarios.
- Oye, me gustaría que no hiciéramos público nada - carraspeó - más que nada para que no me amenacen ni nada de eso.
- Me parece bien, pero si me lo preguntan diré la verdad.
- Haz lo que quieras - cogió todo el maquillaje y las porquerías que tenía en mi cuarto de baño y los regalos que me hizo, también me dio un caja en la que tenía todos los peluches y cosas que yo le regalé.
- No, quédatelos - sonreí - los regalos no se devuelven.
- Gracias - miró al rededor - bueno, las fotos nuestras te las puedes quedar pero me llevo las que salgo yo sola - asentí. Media hora después ya se había llevado todo. Veía la habitación vacía, triste y sin color pero yo me sentía aliviado, podría decir que incluso feliz ya que me había quitado un gran peso de encima porque hay cosas que uno no puede hacer solo: discutir, subirse y sujetar una escalera a la vez, o doblar una sábana de esas de cama de matrimonio. Yo toda mi vida había pensado que lo ideal era vivir en pareja, por muy extraña que fuera la pareja. De hecho, hay parejas que acaban convirtiéndose en tríos, parejas que se van quedando sin pareja y parejas en las que no se puede evitar el miedo a no estar a la altura. Hay parejas que son imposibles por definición, por historia y por física, aunque no por química, o parejas en las que la química se ha ido gastando aunque sigan compartiendo una familia, familias donde en algún momento hubo una pareja. Parejas que fueron en algún momento y ya no son nada, y eso es lo que más miedo da en la vida, cuando la pareja se rompe. Sea por lo que sea la primera sensación que se tiene es de pánico, miedo al cambio, a la pérdida de control sobre nuestras vidas, un miedo a estar solo, pero cuando se llega a esa soledad, uno se da cuenta de que la ruptura puede llevarnos a un lugar mejor. Ése era el primer día del resto de mi vida porque empecé a creer que lo más importante en esta vida era saber volar solo.