Capítulo 39.

"Vale, de acuerdo, es un error. Ya sé que es un error pero hay ciertas cosas en la vida que sabes que son un error, aunque en realidad no sabes que son un error porque la única forma de saber realmente que son un error es cometiendo y luego mirando hacia atrás y diciendo 'sí, ha sido un error'. Así que, en realidad, el verdadero error sería no cometer el error porque entonces te pasarías la vida entera sin saber si era un error o no."

[Narra Delilah]
- Siempre haces estos estúpidos tests. - Harry se rió, me quitó la revista de las manos y empezó a leerla.
- Me gustan los test, son divertidos, quiero saber qué sombra de ojos me va mejor. - Intenté quitarle la revista a Harry pero me lo impidió.
- Yo te preguntaré. - La primera pregunta era sobre mi color de piel y la respondí sin problemas - Siguiente pregunta, ¿de qué color son tus ojos?
- Verdes. - Dejó la revista a un lado, se inclinó sobre mí y miró mis ojos durante unos segundos.
- ¿Qué estás haciendo?
- Me aseguro de que no me mientes - sonrió y se echó para atrás con las mejillas un poco más rosadas. - Bien, siguiente pregunta. Mmmmm - miró a la revista - Nunca me había dado cuenta que lo largas que eran tus pestañas.
- Harry, siguiente pregunta.
- ¿Prefieres vestir elegante o casual?
- Prefiero mi pijama - reí.
- Yo también prefiero verte en pijama - me guiñó un ojo.
- ¡Harry! - le quité la revista y le pegué con ella en el hombro.
- Dels - dijo Louis entrando por la puerta, había salido a correr y estaba un poco sudado así que no le toqué - me he cruzado con Danielle por el camino y me ha contado que hoy hay un partido de voleibol benéfico para las celebrities, que si te apuntas, que falta alguien.
- ¡Claro! Llevo mucho tiempo sin jugar, ¿a qué hora es?
- En media hora. - Subí corriendo las escaleras y busqué mi antigua equipación de voleibol pero solo encontré las mayas y las rodilleras así que me puse mi camiseta del Manchester United y unas medias de Louis.
- Iréis a verme ¿no?
- Claro, tan pronto como me duche nos vamos todos para allá.
- Hasta luego - salí de casa, me monté en mi coche y puse rumbo al pabellón de Earl Street. Cuando llegué estaban organizando los equipos y Danielle había guardado mi plaza así que pude jugar sin problemas. En un equipo estaban Noah, la mujer de Tom de McFly, Nathan Stewart-Jarret, Karla Crome, Antonia Thomas y Lauren Socha de la serie Misfits; el otro equipo estaba formado por Danielle, Perrie de Little Mix, Ed Sheeran, Robert Sheehan e Iwan Rheon de Misfits y yo.
A mitad del juego, escuché que el público empezaba a cantar algo al unísono. Miré para ver de qué se trataba y vi a Louis y a Niall liderándolos a todos mientras Harry se tapaba la cara con vergüenza.
- ¡Vamos, Delilah vamos! - gritó Louis.
- ¡Delilah, remata! ¡Remata! - Niall no paraba de dar palmadas - ¡Delilah, bloquea! ¡Bloquea! - siguió gritando más cosas técnicas así que le miré.
- Niall, te quiero y me alegra que estéis aquí pero, ¿podrías cerrar la boca, por favor? - grité.
- Perdona, Dels, ya me callo - rió - Por cierto, te quedan bien las mayas - reí al ver que Louis le daba en suavemente en la cabeza.
- Estuviste fantástica - dijo Louis nada más que acabó el partido y bajó al campo. Probablemente mi pelo estuviera hecho un desastre y estaba toda sudada pero a él no le importó, me abrazó y me dio muchas vueltas.
- Gracias.
- ¿Puedo agitar una bebida energética de éstas y echártela? ¿No le hacen eso a los ganadores?
- No, no me apetece quitar manchas pegajosas de color azul.
- ¿Y si te llevo a cenar por ahí para celebrar la victoria?
- ¡Yo me apunto! - dijo Niall.
- Delilah, ¿eres una chica verdad? - preguntó Harry antes de que Louis, Niall y yo saliéramos a cenar.
- Que yo sepa, sí.
- No, no, obviamente eres una chica. Quiero decir ¿hola? - dijo señalándome las tetas - ¿Crees que puedo preguntarte algo? ¿Algo sobre chicas?
- Pensé que eras un experto con las chicas Mr. Todassemuerenpormisrizos.
- Bueno, no sé... Da igual, es una tontería. - Se dio la vuelta pero lo agarré de la muñeca.
- No, lo siento, puedes preguntarme cualquier cosa.
- Imagina que me gusta una chica, ¿debería decírselo casualmente o debería organizar algo?
- Depende de la chica, ¿es extravagante o tímida?
- Imagina que es muy tímida y que le van las cosas románticas.
- Pues deberías llevarla a cenar a un sitio mono, darle flores y decírselo.
- Vale, gracias - me dio un beso en la mejilla y se giró para irse.
- Espera, ¿tienes una cita hoy? - asintió - ¿Y te gusta?
- ¡Qué va! - rió - La conocí hace poco en un bar y solo hablamos esa vez, era solo por si me preguntaba cosas o yo que sé.

- Buenos días - cuando me desperté Louis dormía así que decidí dejarlo en la habitación y bajar a desayunar algo con la sorpresa de que Harry estaba en la cocina.
- ¿Qué tal tu cita de anoche?
- Bastante bien.
- Me alegro - me giré para irme al sofá y vi que había una chica así que me giré de nuevo hacia Harry para pedirle una explicación.
- Bueno, me voy a correr.
- ¿Vas a dejarme con esa extraña?
- No te preocupes, es una chica fantástica. Cuando termine de desayunar, ¿te importaría decirle que no busco una relación seria? Sería genial.
- ¿Cómo?
- Tú suéltaselo tranquilamente, dile que soy un solitario.
- ¿Puedo decirle que eres un cerdo?
- Vamos, los chicos siempre lo hacen, incluso preparan tortitas para la chica.
- No pienso decirle nada, no es responsabilidad mía.
- Vale pero si podrás hacerme tortitas para cuando vuelva ¿no? - le hice un gesto para que se fuera y me obedeció. Entonces la chica se giró al escuchar cerrarse la puerta.
- Hola - dijo muy sonriente.
- Hola - fui al salón, me senté a su lado y me dio dos besos - soy Hilary.
- Hola, yo Delilah.
- Hola - rió - no quiero parecer imbécil pero... ¿ha dicho algo sobre mí?
- ¿Te apetecen tortitas?
- No, ya he desayunado pero gracias. - Hubo un incómodo silencio y entonces escuché que alguien bajaba las escaleras, me giré esperando que fuera Louis y bingo. Me levanté rápidamente y lo besé.
- Esto sí que son unos buenos días - rió.
- Oye, tienes que encargarte de esa chica.
- ¿Quién es?
- Un ligue de Harry.
- Cómo se nota que normalmente te levantas más tarde que yo.
- O sea, ¿esto pasa todos los días?
- La mayoría - sonrió, me besó y fue a sentarse junto a esa chica. Al cabo de unos minutos, se levantó y subió a arriba.
- ¿A dónde va?
- Me ha caído tan bien que no he tenido huevos de decirle nada así que le he dicho que si quiere puede ducharse.
- Ahora mismo te pegaría en el hombro pero me duele todo demasiado como para no moverme en todo el día.
- ¿De qué?
- Tengo agujetas.
- Ah ¿del balón volea?
- Por última vez, es voleibol.
- Dos cosas - dijo levantándose - primero, a veces eres tan descarada que parece que estoy saliendo conmigo mismo y segundo, ¿qué puedo hacer para que te sientas mejor?
- ¿Podrías hacer mis tareas de hoy mientras yo voy al Nando's de la esquina y traigo comida para todos?
- Parece un plan - sonrió, me besó y me levanté para coger mi móvil y un poco de dinero. - ¿Vas a ir en pijama?
- ¿En serio me estás preguntando eso?
- Esa es mi chica - reí y me fui. Estaba hablando con Audry por teléfono sobre lo que había pasado con Harry aquella mañana mientras esperaba mi turno. Intentaba ser discreta porque estaba rodeada de gente y no sería bueno que todos se enteraran de cómo trataba Harry a a las chicas. Estaba a punto de salir con el móvil todavía pegado a la oreja y las bolsas de comida en la otra mano cuando unas chicas me pararon.
- Tú eres la novia de Louis ¿no?
- ¡Oh Dios mío! Es tan guay verte en persona... - dijo otra de las chicas.
- Audry, tengo que colgar, lo siento, hablamos luego ¿vale? - Auds no puso ningún problema así que colgué y miré a las chicas - Síp, soy yo. ¿Sois fans de los chicos? - pregunté para darles conversación y así parecer simpática. Parecían ser buenas chicas, tranquilas comparadas con muchas otras con las que me había cruzado en otras ocasiones. Asintieron rápidamente y dijeron algunos hechos sobre los chicos para probar su dedicación.
- ¿Puedes firmarnos un autógrafo o hacerte una foto con nosotras?
- Sinceramente, no sé si sería apropiado ya que no soy famosa ni nada.
- Pero eres modelo, podríamos ser tus fans.
- ¿Y si apunto vuestros nombres y se los doy a Louis para que os siga en Twitter? ¿Os sigo yo también? - ofrecí para evitar que se decepcionaran y que me acusaran de usar la fama de Louis por hacerme fotos y firmar autógrafos a chicas. Cogieron varias servilletas y lo apuntaron con un bolígrafo que le pidieron a un camarero, me los dieron, me abrazaron y se despidieron. 
Cuando llegué a casa, Niall debió oler la comida porque vino corriendo rápidamente hacia mí para "quitarme el peso de encima" según él. Dejé el móvil y el dinero en el mueble de la entrada y al pasar al salón vi que, no solo Louis estaba hablando con Hilary, sino que Audry también estaba allí escuchando atentamente todo lo que decía. Reí al ver la escena y me senté con ellos a conocer más a esa chica.
- ¿Qué hay? - dijo después de llegar y ducharse.
- Hola - dijimos todos a la vez.
- Hola Harry - dijo Hilary.
- ¡Hilary! Sigues aquí todavía.
- Sí, al final hemos estado toda la mañana juntos y lo hemos pasado de maravilla. - dijo Louis.
- ¿Y por qué no? ¡Hilary es genial! ¡Y vosotros también sois geniales!
- Tengo que irme, ha sido una mañana genial, gracias.
- Vale - dijo Audry.
- Adiós, Harry - se levantó, cogió su chaqueta y lo besó. - Lo de anoche estuvo bien.
- Sí, ya... te llamaré.
- Yo también lo haré - dije para que Harry se enfadara.
- Te llamaré yo - dijo Hilary.
- Y a mí también - dijo Audry provocando que nos riéramos.
- Vale - salió del salón y se fue.
- Así que la estrategia ha fallado un poco ¿eh?
- Harry, lo siento, he sido incapaz de decirle que pasabas de ella y luego hemos empezado a hablar...
- Lo que Louis quiere decir es que queremos que te cases con ella. - dijo Auds.
- ¿Qué?
- No tienes ni idea de lo increíble que es.
- ¿Ni idea? ¿Quién crees que la trajo aquí?
- ¡Cupido! - exclamé.
- Harry, es perfecta para ti. Es muy simpática, le gusta el fútbol y tiene dos gatos.
- ¿Y son bonitos? - le miramos confusos - Olvidadlo. Sé que es simpática y anoche lo pasamos bien pero es que no creo que lo nuestro tenga futuro.
- ¡Siempre dices lo mismo!
- Si le dieras una oportunidad, sí tendría futuro.
- Lo siento, tíos pero yo no lo creo.
- Bueno, no pasa nada - dije - tú te lo pierdes.
- ¡Exacto! ¿Qué?
- Louis, ¿vienes a ayudarme a elegir vestido para los Brits?
- Claro.
- ¿Vais a alguna zona con pastelerías al rededor?
- Harry, hay pastelerías por todos lados.
- Cierto - rió - ¿puedo ir con vosotros?
- Por mí no hay problema. - Comimos, descansamos y cuando nos apeteció nos vestimos para ir a comprar el vestido. Habíamos entrado en cinco tiendas y todavía no había comprado nada. Sabía lo que quería, tenía la idea muy clara, pero al parecer no existía. Seguíamos buscando cuando nos cruzamos con Audry y Hilary, que estaban buscando un vestido para Auds. Harry dijo que quería merendar y Hilary dijo lo mismo así que les pregunté que por qué no se iban juntos y eso hicieron. Finalmente, me compré un vestido rosa de palabra de honor precioso (más o menos así) y unos tacones así pero del mismo tono del vestido y volvimos a casa.
- Hola - dijo Harry nada más que llegó. 
- Hola - ¿qué tal con Hilary?
- Increíble, lo hemos pasado genial.
- Eso parece, habéis estado tres horas fuera.
- ¿A sí que no estás enfadado con nosotras?
- No, no, teníais razón. Tenemos muchísimas cosas en común: le encantan los gatos, el fútbol, aunque... es hincha del Manchester City. Ahora no es un problemas pero, si algún día tuviésemos hijos...
- ¡Ya estás hablando de tener hijos! - exclamó Louis - Por favor, no te cases antes que yo.
- Vale.

Al día siguiente, Audry se pasó por casa aprovechando que Niall iba a enseñarme un poco de español, así ella también aprendía. El español era complicado, no entendía nada pero a Niall se le daba verdaderamente bien.
- Esta mañana, yendo a mi casa, me crucé con Hilary - dijo Audry en el pequeño descanso que habíamos hecho para merendar.
- Qué casualidad, con lo grande que es Londres. 
- Vivirá por ahí, Zayn, yo qué sé. El caso es que la conversación fue algo así:
(Flashback)
- ¿Qué tal te va con Harry?
- No sé, bastante bien.
- ¿Bastan bien? Dime que te gusta, dime que te gusta.
- Es un tío fantástico y sé que os gustaría mucho que funcionase pero no creo que tenga ningún futuro.
- Pero si te gustaba, ¿qué ha pasado?
- Es que no hay química.
- ¿Se lo has dicho?
- No, pero podrías darle alguna pista. Dile que no me interesa una relación seria.
- Sí, que eres una solitaria.
- ¡Eso estaría genial! Bueno, me voy.
- Adiós.
(Fin del flashback)
- Supongo que no fue Cupido el que la trajo aquí - dijo Niall riéndose. Entonces oímos el ruido de las llaves abriendo la puerta y vimos cómo Harry entraba sonriendo.
- Hola ¿cómo fue tu cita?
- Genial ¿sabéis? Estoy planteándome llevarla de picnic.
- ¿Le ha parecido bien?
- No se lo he dicho, es una sorpresa. Aunque va a ser difícil porque dice que últimamente tiene mucho trabajo.
- Harry, me da la sensación de que ella no quiere una relación seria - dijo Louis.
- ¿Por qué dices eso?
- Me lo ha dicho ella - dijo Audry.
- Ah.
- Harry, eres demasiado bueno para ella.
- Lou tiene razón, te prometo que la próxima vez solo diré que no buscas nada.
- No, Dels, la próxima vez asegúrate de que yo le guste.
- Eso me parece bien - lo abracé - ¿te apuntas a unas clases de español de la mano de Mr. Horan?
- ¿Cómo me iba a negar a eso?

[Narra Louis]
La noche de los Brits había llegado. Los chicos y yo nos habíamos pasado toda la mañana intentando estudiar una serie de discursos de agradecimiento para que no se nos olvidara nada pero ya era por la tarde y no lo habíamos conseguido del todo. Escuché que alguien llamó al timbre y fui a abrir.
- Hola, Lou - le di dos besos y acaricié a Lux.
- ¿Nerviosos?
- Mucho.
- Pues manos a la obra que esos pelos no se arreglan solos - Entró en casa, dejó todos sus kits de maquillaje y peluquería en el salón y empezó a prepararnos uno a uno. Primero le tocó a Harry.
- Hola, soy Delilah - se presentó nada más que bajó al salón y se encontró con el tinglado.
- Lou Teasdale.
- Encantada.
- ¿Ese va a ser el peinado que lleves?
- ¿La trenza? No - rió - Me la cogí por la mañana para quitármela después de ponerme el vestido y que así el pelo se que quede más ondulado.
- Me gusta ¿necesitarás mi ayuda?
- Para el maquillaje, si no te importa.
- Claro que no, nada más que termine con Harry y Zayn empiezo contigo, ve poniéndote el vestido. - Delilah subió rápidamente las escaleras - Y vosotros vestiros ya.
- Louis, creo que ha sonado mi móvil mientras me vestía ¿puedes mirar quién ha sido? - me preguntó Dels mientra se quitaba la trenza delante del espejo de nuestro cuarto de baño. La obedecí. Era una llamada perdida del estudio de fotografía. 
- Era el estudio de fotografía - la miré - ¿Sabes? Cada vez que te miro tengo más claro que quiero que nuestros hijos tengan tu sonrisa.
- ¿Sí? - dijo nerviosa.
- Sí, es perfecta, tú eres perfecta y ver a la pequeña Lux ha hecho que me vuelva a plantear lo de tener hijos.
- Ya sabes lo que opino.
- Delilah, ¿estás lista para el maquillaje? - preguntó Lou asomándose por la puerta.
- Sí.
- Bueno, yo mejor me voy con el resto de los chicos - bajé pensando en por qué no quería hablar del tema. ¿Y si el aborta había sido tan traumatizante que no quería hablar sobre bebés? ¿Y si simplemente no quería tener bebés? Yo si quería, no en ese momento pero sí quería casarme y tener hijos. No podía renunciar a mi sueño de la familia ideal por ella.
- Chicos, necesito vuestra ayuda.
- ¿Qué necesitas?
- Que me ayudéis a romper con Delilah.