sábado, 1 de septiembre de 2012

Capítulo 26.


"La comunicación es una de las primeras cosas que aprendemos en la vida. Es curioso que conforme vamos creciendo, asimilando palabras y aprendiendo a hablar, vamos sabiendo menos qué decir o cómo pedir lo que queremos de verdad. Al final no puedes evitar hablar de ciertas cosas. Hay cosas que no queremos escuchar, a veces hablamos porque no podemos estar callados más tiempo. Hay cosas que exceden a las palabras, son productos de la acción, a veces hablas porque no hay alternativa. Otras cosas te las reservas y no siempre, pero de cuando en cuando, algunas cosas hablan por si solas."


[Narra Louis]
Me desperté temprano ya que el viaje duraba tres horas en coche y cuanto antes estuviera con mi familia, mejor. Cogí dos maletas pequeñas, la primera la llené de regalos para las chicas, y la segunda la llené de chándales, desayuné unos cereales y me fui.
3h 22 minutos más tarde ya había aparcado en la puerta de mi casa. Hacía mucho tiempo que no iba y no había avisado así que mi madre y mis hermanas se llevarían una gran sorpresa. Cogí mi maleta, llamé al timbre y a los pocos segundos mi madre abrió la puerta.
- ¡Boo! - me abrazó y me dio miles de besos por toda la cara.
- Te he dicho muchas veces que no me llames así.
- Soy tu madre, hago lo que quiero - me dio muchos más besos y me abrazó de nuevo, luego se quitó de en medio y entramos en casa - ¡Dan! ¡Chicas! ¡Lou está aquí! - en cuestión de segundos aparecieron todos en el salón. Primero llegaron las gemelas, a las que cogí en brazos, luego Lottie y Fizzy, que me abrazaron. Les di besos y abrazos a todas y luego le estreché la mano a Dan, el novio de mi madre.
- Sube las maletas a tu habitación, luego bajas, nos cuentas todo lo que ha pasado en este tiempo y después te preparo tu comida favorita. - la obedecí. Mi habitación estaba tal y como la dejé la última vez que les visité, a diferencia de que mi madre había quitado las fotos de Eleanor, había hecho la cama y había limpiado un poco.
- Bueno, voy a contaros todo lo que ha pasado desde enero - se sentaron a mi alrededor y les conté todo con mucho detalle salvo lo de mi relación con Del - como ya sabéis, Eleanor me dejó así que, para olvidarme de ella, me refugié en Delilah y en los chicos.
- Pero, ¿por qué te dejó? - preguntó Lottie.
- Porque estaba cansada de los paparazzis y de que yo me pasara el día fuera - mentí, mi madre se dio cuenta, me lanzó la típica mirada de "hablamos luego" y asentí.
- Qué pena, yo quería que te casaras con ella.
- Pues por lo visto, ella no. 
- Bueno, vamos a comer - mi madre cambió de tema. Después de comer, les enseñé todas las fotos que me había hecho en el tour y las que me hice en Venecia.
- ¿Y por qué te has ido a Venecia con esa? - preguntó Lottie.
- Como he dicho antes, se llama Delilah - dije molesto - y me he ido con ella porque era la única que no tenía planes - mentí.
- ¿Y por qué no viniste aquí en vez de irte a Venecia?
- ¡Yo quiero mis regalos, Boo! - dijo Daisy.
- Es cierto, se me había olvidado dároslos. - subí a mi habitación, cogí la maleta que había llenado con sus regalos, bajé y se los di. - ¿Os gustan?
- ¡Me encanta! - dijeron las gemelas.
- ¡Muchas gracias, Lou! - dijo Fizzy.
- No tenías por qué - dijo mi madre.
- Sois mi familia y si no puedo estar con vosotras, os lo compensaré con regalos. - Entonces me acordé de que debía comprarle un móvil a Delilah, al pensar en eso, me acordé de que me dijo que la llamara nada más llegar pero, ¿a qué número? Yo tenía una blackberry de repuesto pero no creía que ella tuviese otra. En ese momento sonó mi móvil, era un número que no tenía guardado así que pensé que quizás fuera Delilah. - ¿Os importa? - me levanté y subí a mi habitación.
-------- CONVERSACIÓN TELEFÓNICA ----------
- ¿Quién es?
- Soy yo, Delilah - reí - ¿qué te hace gracia?
- Que no tienes móvil y yo sí.
- Bah, eso lo arreglarás pronto ¿verdad?
- Claro.
- Más te vale.
- Tranquila, iremos a comprar uno nada más que vuelva a Londres.
- ¿Cómo que iremos?
- Sí, así paseamos juntos y eso.
- Bueeeeno vaaaale.
- Bueno, ¿por qué llamabas?
- Para saber si habías llegado bien, porque eres mi novio y porque te tengo que dar una mala noticia.
- Tres buenas razones, sí señora.
- ¿No me vas a preguntar cuál es la mala noticia?
- ¡Ups! Cierto - rió - ¿cuál es la mala noticia?
- Mi hermano se casa.
- ¡Eso es maravilloso!
- No, no lo es.
- ¿Te diste un golpe al caernos de la góndola o algo? ¡Es lo mejor del mundo!
- No quiero que se case.
- Pero si a ti te gusta Sunshine.
- Más que eso, la quiero mucho.
- Entonces, ¿cuál es el problema?
- Que mi hermano se casa - reí - no, no te rías - dijo con la voz quebrada - ahora mismo te necesito conmigo.
- No seas tonta.
- Lo soy.
- Lo sé - rió - ¿cuándo es la boda?
- El 12 de septiembre.
- Bonita fecha - rió de nuevo - tienes que pensar que ahora tendrás la excusa perfecta para comprarte un vestido de infarto con unos tacones preciosos.
- Tienes razón. - suspiró - Por cierto, quería preguntarte si te gustaría venir conmigo.
- ¿A dónde?
- A la boda.
- ¡Ah! - exclamé - No.
- ¿No?
- ¡Pues claro que sí!
- ¿Sí? Espera, me he liado - reímos - ¿Sí o no?
- Sí.
- Muchas gracias, Lou.
- No tienes que dármelas, eres mi novia, iba a ir a la boda aunque tú no me lo preguntaras. - rió - ahora tengo que colgar ¿vale? Mi familia que está esperando en el salón.
- Claro.
- Te llamo mañana.
- Vale
- ¿A este número?
- Sí.
- ¿De quién es?
- De Summer.
- Vale, pues me lo guardo. Por cierto, ¿cómo sabías el número de mi blackberry?
- ¿No recuerdas que me diste tus dos números cuando nos conocimos, al igual que el resto de los chicos?
- Es verdad - reí - Bueno, te llamo mañana.
- Adiós.
- Te quiero.
- Y yo.
--------- FIN DE LA LLAMADA ----------
Al colgar me quedé tumbado en la cama mirando al techo, me sentía como cuando tenía 16 años y acaba de hablar con mi novia, la que iba conmigo al instituto. Aunque claro, la vida había dado muchas vueltas, todo había cambiado. Seguía inmerso en mis pensamientos cuando oí unos golpes en la puerta, miré y vi cómo se abría lentamente y aparecía la cabeza de mi madre.
- Pasa - me obedeció y se tumbó a mi lado.
- ¿Me vas a contar la verdad sobre lo de Eleanor? - suspiré.
- Me mandó un mensaje y fui a verla, me dijo que quería dejarme pero luego le dije que yo también estaba cansado y, finalmente me dejó.
- ¿Por qué quería dejarte?
- Porque decía que ya no la quería, que pasaba más tiempo con Delilah que con ella.
- Y ahora estás con Delilah.
- ¿Cómo lo has sabido?
- ¿Sabes? Algunas cosas hablan por sí solas - me dio un beso en la frente - por ejemplo, que hayas sonreído al decir "Delilah" mientras hablabas de algo tan triste como una ruptura.
- Eso podría significar que estoy enamorado, no saliendo con ella.
- Las paredes no son de piedra.
- ¿Quieres decir que has escuchado mi conversación telefónica? - asintió - ¿Todo?
- Tu tonteo adolescente, cómo la has animado diciéndole lo del vestido y el "te quiero" del final.
- Vale - refunfuñé - estamos juntos.
- ¿Desde cuándo?
- No lo sabemos.
- ¿Cómo que no lo sabéis?
- Desde mayo, pero no sabemos el día exacto.
- A bueno, eso no importa - me acarició la frente. Esta conversación me estaba recordando a cuando yo tenía 14 años y le conté que tenía novia por primera vez. - Pero, ¿por qué no me lo has dicho antes?
- Supongo que no quería decepcionarte.
- ¿Por qué piensas eso?
- Porque tú querías mucho a Eleanor.
- Pero ella a ti no - suspiró - Y sí, es verdad que la quería mucho pero si te dejó y tú ahora estás con otra, yo tendré que empezar a querer a esa otra. - la abracé y escuché como la puerta se cerró de golpe, así que me levanté y fui a buscar la razón. Ahí estaba, en la puerta de enfrente.
- ¿Qué te pasa, Lotts? - me senté junto a ella.
- He escuchado todo lo que has hablado con mamá.
- ¿Es que en esta casa sois todas unas cotillas? - rió. - ¿Por qué estás así?
- Porque yo no quería que Els y tú rompierais, y mucho menos que empezaras a salir con otra.
- No hables con tanto desprecio de alguien que no conoces, Lotts.
- ¡Pero es que todo es su culpa!
- ¡No! - me levanté - Cuando seas mayor, te contaré el por qué de nuestra ruptura y verás cómo Delilah no tuvo nada que ver.
- ¿Por qué cuando sea mayor? ¿Por qué no ahora?
- Porque ahora no eres capaz de entender que, en las rupturas, la culpa no es de nadie.

[Narra Delilah]
No podía creer que mi hermano fuera a casarse con Sunshine, me negaba en rotundo. Yo quería mucho a Sunshine, pero quería a Cory solo para mí. Ni siquiera sabía por qué me sentía así, pero ahí estaba ese sentimiento. De alguna forma me tranquilizó hablar con Louis, siempre me tranquilizaba. 
Me conecté a Twitter por el portátil, me fijé en que la madre de Louis y su novio, Dan, me seguían y vi una mención de Audry "Te estoy llamando y no me da señal ¿te ha pasado algo?", a lo que respondí "El móvil se me estropeó en Venecia haha mañana iré a comprar uno con Lou xx", ella me respondió en seguida "¿Y qué hago ahora para hablar contigo?" y terminé la conversación diciendo "Estoy usando el móvil de Summer, pero ahora mismo voy para tu casa xx". Cerré el portátil y salí de mi casa. Cuando llegué a la casa de Audry la puerta estaba abierta para que entrara directamente.
- Hola - le di un beso en la mejilla.
- Hola, tremenda desconocida. - reí - menos risas y más hablar de tu viaje a Venecia. - reí de nuevo y le conté todo - ¡Oh, Dios! ¡Me alegro tanto por vosotros!
- Gracias.
- Zayn y yo estamos pensando en...
- ¿Zayn y tú? - la interrumpí.
- ¡Ups! ¿No te lo he contado? 
- ¡Sabes perfectamente que no lo has hecho! - se rió - ¡a mí no me hace gracia!
- Joder, lo siento.
- No seas tonta, me alegro por vosotros. - la abracé - ¿y qué tal todo?
- ¡Genial! Zayn es el mejor novio del mundo, bueno, solo llevamos juntos cuatro días pero tú me entiendes.
- Sí - suspiré - os ha costado eeh ¡parece mentira! Cuéntame cómo fue ¿no?

Cuatro días después Louis ya había llegado a Londres. Habíamos quedado en que iríamos a comprar los móviles al día siguiente así que esa noche estaba un poco nerviosa.
- ¡Delilah! - gritó mi hermana desde su habitación.
- ¿Qué quieres, Summer? - oí como venía hacia mi habitación.
- Es tu novio - dijo enseñándome su móvil - quiere hablar contigo.
- Gracias - dije después de coger el móvil - Y no te preocupes, mañana ya no tendrás que recibir más llamadas de Louis ni dejarme tu móvil durante horas.
--------- CONVERSACIÓN TELEFÓNICA ---------
- ¿Por qué no he visto a mi maravillosa novia?
- Porque los dos tenemos vidas. - reí.
- Bueno, pues hay que parar eso.
- Bien, pues deja de estar en One Direction y me cuentas cómo van las cosas - Louis suspiró.
- Solo quiero pasar tiempo con mi novia.
- Lo harás mañana.
- Pero esperaba verte hoy en mi casa.
- ¿Te has olvidado de que tenemos planes?
- Claro que no, pero esos planes son mañana ¡Yo quiero verte ahora!
- Pero ya estoy acostada.
- ¡A la mierda! Voy a verte.
- ¿Qué? - reí.
- Voy a verte, no puedo esperar más. Estaré allí en cinco minutos.
- ¡Ni se te ocurra ¿vale?!
- ¿Por qué?
- Es muy tarde y mis padres están dormidos así que no. Nos vemos mañana.
- Por la tarde eeh, que por la mañana trabajo.
- Cierto, tienes sesión de fotos secreta - reí.
- ¿Sonó tan patético cuando te lo conté? - preguntó con voz de niño chico.
- Sí - reí - anda, te quiero.
- Yo a ti no.
---------- FIN DE LA CONVERSACIÓN ------------

Al día siguiente, vino a mi casa a recogerme. Iba muy guapo y llevaba cuatro días sin besarle así que eso fue lo primero que hice.
- ¿No traes el coche?
- No, he pensado que será mejor pasear tranquilamente cogidos de la mano. - refunfuñé y nos montamos en metro. Fuimos a la tienda de móviles y nos compramos un iPhone 4 S cada uno, el suyo era blanco y el mío negro. 
- Louis, ya es verano. Necesito comprar varios bikinis, ¿te importa si los compramos de paso que vamos de vuelta a casa?
- Claro, pero yo elegiré uno para ti ¿vale? - sonrió pícaramente y rápidamente me llevó a Victoria's Secret. Allí, yo daba vueltas por la sección de bikinis y cogía los que más me gustaban pero Louis estaba en la sección de la lencería. Cuando ya había cogido unos cuantos para probármelos, Louis se acercó con el conjunto de lencería más ridículo que había visto.
- ¡Louis! Estoy comprando bikinis, no eso.
- Lo sé pero ¿puedes probártelo por mí? ¡Por favor! ¡Por favor! - rogó.
- ¡No! - Louis siguió insistiendo y al final cedí. Primero me probé todos los bikinis que había escogido, haciendo esperar a Louis por hacer que me probara ese estúpido conjunto. Finalmente, me lo probé y abrí la puerta para que Louis entrara. 
- Mierda, vas a acabar conmigo siendo tan sexy. - se acercó para besarme pero le eché fuera del probador - ¡Lamentarás eso esta noche! - dijo riéndose. Cuando salí del probador, Louis me dio la mano y fuimos directos a la caja para comprar los seis bikinis que me había probado y la ropa interior.
- ¿Tu no te compras bañadores?
- ¿En Victoria's Secret? No, gracias.
- No, idiota - reí.
- Me vendrían bien algunos, además así tendremos la escusa perfecta para pasar todo el día en mi piscina. - dicho esto, fuimos a Hollister y se compró dos bañadores de esos que llegaban hasta poco menos de la mitad del muslo. Luego, nos compramos un helado y nos lo comimos de vuelta a casa. - Respecto a lo de la boda, pienso que no quieres que tu hermano se case porque lo quieres todo para ti, porque tienes miedo de que vuestra relación se enfríe por completo.
- ¿Por qué piensas eso?
- Me ha pasado algo con Lottie estos cuatro días y he pensado que quizás fuera porque ella se siente igual conmigo que tú con tu hermano.
- Vaya, mi novio, además de ser cantante, es psicólogo.
- Y uno de los buenos.
- ¿Cantante o psicólogo?
- Está claro que psicólogo, lo de cantar es solo mi hobby - reímos. Me acompañó a casa y nos despedimos hasta el día siguiente. Lo quería mucho, tanto, que nunca pensé que lo nuestro tuviera fecha de caducidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario