miércoles, 5 de septiembre de 2012

Capítulo 30.

"Tenemos ese miedo a mostrar nuestra faceta más amada, nuestra interioridad, nuestro infierno, para mantener su condición de admirable e intransmisible, incomunicable. Este pánico a mostrarse uno tal como es sucede por miedo a que tus pensamientos y reflexiones más profundas queden en nada al convertirse en meras palabras a oídos de los demás. Es un temor a que alguien nos refute, a que no piense como nosotros, y nos veamos bloqueados por un inmenso dolor espiritual."

[Narra Louis]
- ¿Cómo estás? - le pregunté a Delilah nada más que apareció por la puerta al día siguiente.
- Bien - rió, me besó y se sentó a mi lado - ¿cómo iba a estar?
- No sé - dijo Niall - ¿Devastada?
- ¡No me puedo creer que se lo hayas contado!
- Pensé que al ser tus amigos, no te importaba.
- ¡Claro que me importa! - se levantó - ¿Se lo has dicho a todos?
- No, solo a Niall - suspiré - ¿Por qué?
- ¿Tal vez porque no quiero lo sepan?
- Pero ¿por qué?
- ¡Porque no tienen que enterarse de todo lo que pasa en mi vida!
- ¡Pero yo solo se lo conté para que me dijera cómo ayudarte!
- Es que no tienes que ayudarme ¿vale? No soy inválida ni tonta ni nada de eso, así que no tienes que ayudarme.
- Oye - dijo Niall - mejor me voy y así discutís tranquilos.
- No te vayas Niall, me voy yo - dicho esto cogió su bolso y cerró dando un portazo.
- ¡Mierda! - grité.
- Lo siento, ha sido mi culpa, no debí decir nada.
- Tranquilo, no ha sido culpa de nadie porque no ha pasado nada.
- ¿Pero tú lo has visto? ¿Has vivido lo mismo que yo? Os estabais gritando.
- No pasa nada, si esa es su forma de desahogarse por el divorcio de sus padres habrá que aguantar lo que venga.
- Pero, ¿y si no es eso? ¿Y si va a mas y decide... bueno, ya sabes, cortar contigo?
- Pues seré feliz por haber estado con ella cuatro preciosos meses y seguiremos siendo mejores amigos pero no pensemos en eso porque no ocurrirá.
- Esperemos.
No os voy a engañar, lo había pasado fatal. Ya habíamos discutido varias veces a lo largo de la relación pero siempre había un motivo detrás, estaba claro que esto había sido para desahogarse así que decidí no hacer nada y esperar a que me llamara. Unas horas más tarde llegó Harry y se lo contamos, no podía creérselo. Estaba confuso, triste y no sabía qué decir.
Esa noche no pude dormir. Delilah no llamó disculpándose ni pidiéndome un favor, ni haciendo una broma ni diciendo "te quiero" para después colgar. No llamó. Entonces me entró miedo. ¿Y si Niall tenía razón? ¿Y si Delilah estaba tan confundida que lo había exagerado todo y había tomado la decisión equivocada?

A la mañana siguiente bajé como un zombie hasta la cocina, me preparé un bol de cereales y me los comí allí mismo, sin sentarme. Cuando terminé me senté en el sofá a ver la tele hasta que oí el timbre, fui a abrir y me topé con ella. Con ella y con sus labios, que se unieron con los míos en un beso que me hizo olvidar lo del día anterior. Entramos y nos sentamos en el sofá.
- He venido a decirte que esta noche no podía dormir y que creo que es por lo mal que te traté, lo siento.
- No pasa nada, te entiendo.
- Supongo que fue porque estaba nerviosa y estresada.
- ¿Por qué? - Quería tirarle de la lengua, quería que me contara abiertamente cómo se sentía.
- Porque pronto va a empezar la universidad y estoy harta del papeleo.
- Ah.
- Aunque bueno, puede que también influya que tenga que elegir si irme con mi padre o mi madre.
- ¿Qué has pensado?
- Me gustaría quedarme con mi madre por eso de que vive más cerca de aquí y porque no tendré que cambiar las cosas de sitio - reí, qué vaga era - pero quiero irme con mi padre porque vive en un precioso piso de Covent Garden y porque... bueno, por eso.
- ¿Por qué más?
- No sé si debería decírtelo.
- Tranquila dímelo.
- Es que si te lo digo no querrás saber nada de mi madre.
- Podré soportarlo.
- Pues quisiera vivir con mi padre ya que la razón por la que discutían era porque - suspiró - porque mi padre apoyaba nuestra relación y mi madre no. - No pude creerlo. Después de todos los souvenirs que le había traído resulta que no me quería como novio para Dels - Lo sé, es una bruja - rió - debería irme con mi padre.
- Sí, yo creo que es lo correcto. De la otra forma, no podremos estar juntos mucho más tiempo. ¿Cuándo te mudas?
- Tan pronto como le comunique la decisión a mis padres y cuando tenga ganas - reí. Entonces Harry apareció al final de la escalera.
- Hola, nena - le dio un beso en la cabeza - ¿qué tal?
- Bien - sonrió - ¿y tú?
- Genial, genial - suspiró - Yo quería decirte que ya sabes que me tienes aquí para lo que sea, para todo. - entonces Delilah me lanzó una mirada de sorpresa y odio.
- Muchas gracias pero no me hace falta - se levantó - No me puedo creer que lo hayas vuelto a hacer.
- Delilah, lo hice para desahogarme.
- ¡Pero te dejé claro que no quería que se lo contaras al resto!
- ¿Por qué?
- ¡Por esto! - señaló a Harry - ¡Porque no quiero que estéis encima mío preguntándome cómo estoy y en qué podéis ayudarme!
- Lo siento, no tenía ni idea.
- ¡No tienes ni idea de nada! - se giró de nuevo se fue dando un portazo.
- ¡Joder! - grité - ¿Por qué, Harry? ¿Qué he hecho yo?
- Estoy seguro de que está rota por dentro.
- ¡Pero por eso no tiene que pagarla conmigo!
- Tío, ayer mismo le dijiste a Niall que aguantarías todo lo que viniera.
- Porque pensé que no iba a venir nada más - reímos. - Sinceramente, no creo que aguante otro de sus sirocos.
- ¿Qué?
- Yo no puedo estar en otra relación que me quita la energía.
- Tío, pero Delilah es nuestra mejor amiga.
- Y lo seguirá siendo aunque lo nuestro se acabe.
- Como quieras pero eso es un error.
- A veces hay que cometerlos.
- No, algunos no - se fue hacia las escaleras - Y para que lo sepas, yo soy mucho mejor novio que tú.
Lo que faltaba, ya debía estar mal como para que Harry me aconsejara sobre chicas. Me pasé todo el día en la cama pero, de nuevo, sin dormir.

Cuando bajé al salón al día siguiente, había alguien sentado en el sofá. Estaba viendo la tele con toda la libertad del mundo y yo diría que incluso comía galletas.
- Buenos días, Dels. - se giró.
- Bueno días Lou, he venido para pedirte perdón de nuevo. - me senté a su lado y la besé.
- No hace falta.
- Entiendo que se lo contaras a Harry porque es tu mejor amigo entre todos los del mundo y también es uno de los míos así que te pido perdón por haber respondido así.
- Te perdono. 
- ¿Y bien?
- ¿Y bien qué? - la miré confuso - ¡ah, sí! Te quiero.
- ¿No piensas pedirme perdón?
- ¿Yo? - reí - ¿Por qué iba a pedirte perdón?
- ¿Por contarle a Niall y a Harry que mis padres se han divorciado? No sé, tal vez.
- ¡Yo flipo! - esta vez me levanté yo - ¡No te pienso pedir perdón por preocuparme por ti!
- ¡No me lo puedo creer! - también se levantó - ¡O sea que me arrastro para intentar arreglar lo nuestro y tú no quieres mover un solo dedo!
- ¡No es eso, joder!
- ¡No me grites!
- ¡Pues no me grites tú! - respiré profundamente - Solo quiero decirte que se lo conté porque estaba preocupado y quería ayudarte.
- Yo soy fuerte, no necesito la ayuda de nadie - se fue hacia la puerta - Así que ahí te quedas con tu orgullo, espero que bese mejor que yo. - cerró de un portazo.
Esto ya era demasiado increíble y encima el orgulloso era yo. Me senté en el sofá y empecé a comerme, sin ganas, las galletas que ella había dejado. 
- Buenos días - canturreó Zayn.
- ¿Ah sí? ¿Para quién? - me levanté y me fui.

- ¿Puedo decir lo que pienso?
- Claro, Liam. - Cuatro noches después, Liam había venido a hacernos una visita aprovechando que Danielle estaba trabajando, así que le contamos el problema. En los cuatro días que habían pasado, los chicos, Danielle, Auds y yo habíamos viajado a LA para actuar en los VMA's y para recibir uno de los dos premios a los que estábamos nominados.
- Delilah está siendo un poco... ¿cómo decirlo?
- ¿Egoísta? - dijo Zayn.
- ¿Soberbia? - dijo Harry.
- ¿Puta? - todos miramos a Niall - Puta en el sentido de cómo se está comportando: ahora estamos bien, ahora mal, ahora te pido perdón pero enseguida me enfado, ahora eres tú el que tiene la culpa y yo no he hecho nada.
- Sí, puede que puta sea la palabra. - dije provocando que se rieran. Entonces sonó mi móvil y lo descolgué sin mirar la pantalla.
----------- CONVERSACIÓN TELEFÓNICA ---------------
- No soy fuerte - dijo una voz llorosa al otro lado.
- ¿Perdón?
- No soy fuerte, no engaño a nadie - miré la pantalla "Rollito de primavera".
- ¿Dels?
- Lo siento, soy imbécil.
- ¿Dónde estás?
- Enterrada en un mar de pañuelos en la casa de mi padre.
- Voy para allá.
----------- FIN DE LA CONVERSACIÓN ----------------
- Es Delilah, debo irme.
- ¿Le pasa algo? - preguntó Niall asustado.
- No, ya no. - cogí mi abrigo, me monté en el coche y fui lo más rápido que pude a la casa de su padre en Covent Garden. Cuando llegué la puerta estaba entreabierta y se escuchaba un llanto muy doloroso. Entré sin pensarlo dos veces y la vi. Estaba tumbada boca abajo en el sofá, despeinada, con los ojos hinchados, la nariz roja y rodeada de pañuelos llenos de mocos. Me senté en el suelo y observé lo que podía ver de la casa, era un apartamento típico de soltero, demasiado pequeño comparado con la casa en la que ella estaba acostumbrada a  vivir. Estaba viendo la tele esperando a que ella dijera algo, entonces se incorporó y golpeó el sitio que quedaba a su lado en el sofá para que me sentara. La obedecí pero me quedé igual, inmóvil observando la decoración de la sala hasta que decidí romper el silencio.
- ¿Cómo estás?
- Mal - dijo con la voz quebrada - muy mal, estoy mal desde el minuto uno y lo peor es que lo sabía pero no quise decir nada, no quise mostrarlo, no quise preocuparos.
- Así nos has preocupado más pero lo peor no es que tú lo supieras, sino que yo lo sabía y no hice nada, me limité a seguirte el juego hasta que fue demasiado.
- Lo siento - rompió a llorar - yo solo quería quitarme de en medio, no causaros molestias, quería ser ese tipo de personas que son fuertes pero... - cogió aire e intentó calmarse - supongo que no lo soy.
- Sí lo eres - la miré por primera vez en todo lo que llevábamos de conversación - ninguna chica de diecisiete años ha pasado por lo que tú estás pasando. Ninguna ha sufrido un embarazo, una ruptura, un aborto y aún así ha sido fuerte para consolar a su mejor amigo después de una ruptura, ninguna soporta recibir amenazas de odio o insultos cada día. Y todo por cabezota, por demostrarle al mundo que puedes.
- No, es por ti. - sonrió y vi como le caía una lágrima - he sido una auténtica puta, lo siento.
- No pasa nada.
- Sí pasa Louis, no digas más que no pasa nada porque no es cierto - rió - Te he hecho daño, mucho daño y todo por orgullosa y cabezota.
- Tienes razón.
- ¿Sigues queriéndome? - la miré sorprendido, ¿cómo era posible que me preguntara eso? - ¿Sigues queriéndome? Porque yo a ti sí - rió - puede que suene patético pero te quiero aún más. - le cogí las mejillas y me acerqué a ella, estaba ardiendo, puede que tuviera fiebre de tanto llorar.
- Te quiero jodidamente mucho - susurré a escasos milímetros de sus labios - pero eres jodidamente imbécil.
Cuatro. Cuatro días estuve sin saber nada de ella, sin que me llamara y sin que yo la llamara, sin que me visitara y sin que yo la visitara. ¡Que viva el orgullo! Todo por culpa de la bruja de su madre. Si ella hubiera aceptado lo nuestro o se hubiera mostrado indiferente, sus padres no hubieran discutido día sí y día también, no se hubieran divorciado, Delilah no estaría así y ahora no estaríamos discutiendo nosotros. Pero nosotros éramos más fuerte que toda la magia negra del mundo y podíamos con todo.

[Narra Delilah]
Cuando llamé a Louis pensé que no iba a venir, que iba a pasar de mí pero me alegré mucho al ver que no era así, al ver que pasara lo que pasara éramos mejores amigos y que aunque discutiéramos como pareja, siempre quedaba nuestra amistad, eso que haría que nos plantáramos en casa del otro para arreglar cualquier mierda en seguida.
Sin duda, esa semana fue la peor de mi vida y juré que nunca más iba a pelearme con Louis durante tanto tiempo, enterré mi orgullo para dejar un poco más de hueco al amor que sentía por él.

Por fin había llegado el día de la boda y yo estaba un poco sensible. Mi hermano mayor se casaba, lo que en cierto modo significaba que se iba y, sin poder evitarlo, una parte de mí se iba con él.
Louis y yo habíamos ido a comprarme el vestido dos días antes y habíamos quedado en que nos veríamos en la iglesia así que no tuve que arreglarme muy temprano. Mi vestido era de color turquesa, ajustado al cuerpo y de palabra de honor (como este pero en liso) y llevaba unos tacones del mismo color pero como de escamas de serpiente (así). El pelo me lo planché en la peluquería y, para maquillarme, me di un poco de base, me pinté los ojos en un tono ahumado y me puse rímel.
Cuando llegué a la iglesia, Louis estaba fuera hablando con mi tía Harmony que iba preciosa. Louis llevaba el clásico traje negro pero lo combinaba con una corbata del mismo color que mi vestido.
- Hola, tita - me abrazó.
- Estás preciosa.
- Gracias - miré a Louis y me sonrojé porque me estaba mirando como embobado - Hola - le besé fugazmente.
- Estás perfecta, Dios - suspiró - no tengo palabras.
- Os aseguro que, sin contar a los novios, sois los más guapos de la fiesta.
- Gracias tita - miré alrededor - ¿y los peques?
- Los hemos dejado con la hermana de Nash, queríamos disfrutar al máximo de esta boda y con niños no se puede.
- ¿Y el tito?
- Aparcando - nos miró - bueno, os dejo solos. - se fue y empezó a hablar con mi madre y el resto de mis familiares.
- Cómo me gusta tu tía Harmony, es genial - rió.
- Va de joven pero no se da cuenta de que hace un poco el ridículo.
- Déjala, así es feliz. - me volvió a mirar de arriba a abajo - ¿cómo es posible que ahora te quede mejor que cuando te lo probaste para comprarlo?
- Porque ahora llevo los tacones.
- Sí y gracias a ellos eres tan alta como yo.
- Un poco más incluso ¿no? - me puse a su lado.
- No, no, yo soy más alto.
- ¡Tita! - grité - ¿Quién es más alto, Louis o yo?
- ¿En serio? - rió y con ella mi madre y mis tías Julie y Taylor. 
- ¡Parecéis niños pequeños! - dijo mi madre.
- No seas aguafiestas, Mary - dijo mi tía Harmony - ese tipo de amor es el mejor.
- ¿Nos vais a decir quién es más alto? - pregunté - ¡Louis, no te pongas de puntillas!
- Sin duda lo es Louis - dijo Harmony.
- ¡Toma! - dijo restregándomelo como si fuera un niño chico.
- Yo creo que Delilah - dijo Taylor.
- ¡Te lo dije!
- Eso lo ha dicho porque eres su sobrina.
- Tú estás picado.
- A lo mejor, pero soy más alto que tú.
- Parece mentira que este chico tenga casi 21 años ¡me encanta! - escuché cómo mi tía Harmony le decía a mi madre y mis tías mientras perseguía a Louis porque me había quitado un zapato. 
Una hora después ya estábamos dentro de la iglesia. Yo era la madrina así que tenía que quedarme cerca del altar mientras que Louis estaba sentado en un banco al lado de mi tía Harmony, lo cual no era malo del todo porque cada vez que miraba para allá y Louis me veía ponía una cara divertida. Por otro lado, mi hermano estaba tan guapo como nervioso. O sea, demasiado. Tenía un poco de miedo de que Sunshine no viniera así que me tocó tranquilizarlo contándole historias de cuando éramos pequeños.
Unos minutos después empezó a sonar la típica música de boda que se usaba cuando la novia entraba así que todos miramos hacia ella, iba preciosa, rompedora y la envidiaba bastante.
Después de una hora de sermones, llegó el momento de los anillos. Si os digo la verdad, empecé a llorar nada más que empezó la ceremonia así que cuando le di el anillo a mi hermano, éste tuvo que abrazarme para tranquilizarme. Luego le llegó el turno al padrino, que era el mejor amigo de mi hermano y de Sunshine, el que los unió y que resultaba que era como mi hermano, Shane Courtney Battier.
Cuando se acabó la misa, lo primero que hice fue bajar del altar y abrazar a Louis, que no paraba de reírse porque decía que yo le daba demasiada vergüenza como para ir a alguna otra boda. Luego, nos hicimos varias fotos con los novios, con la familia, con mi hermano, con Sunshine y nos llevamos una los dos solos, esa la subí horas más tarde a Instagram.
Después nos fuimos al banquete. Mis padres, Summer, Shane, Cory, Sunshine, Louis y yo estábamos sentados en la misma mesa así que nos hartamos de reír. Después de comer, los novios abrieron el baile y nos unimos todos. Pero al cabo de un rato, mis pies empezaron a matarme así que me senté a descansar.
- ¿Sabes que probablemente nos echen? - susurró Louis, me giré confusa y perpleja, asustada de lo que podría haber hecho Louis mientras que yo no miraba.
- ¿Cómo? - reí - Creo que te has pasado bebiendo.
- ¿No se vuelven locas las novias cuando alguien está más guapa que ella en su propia boda?
- Ooh - sonreí - eres un encanto.
- Vamos - se puso de pie y me tendió su mano - ¿bailas? - asentí, me ayudo a levantarme y nos fuimos a la pista de baile. Posó sus manos en mi cintura y yo rodeé su cuello con mis brazos y empezamos a bailar lentamente. - En serio, estás absolutamente preciosa. 
- Y tú estás un poco borracho. Borracho pero sexy, como siempre - sonrió, me dio varios picos seguidos y me dio una vuelta para que me diera cuenta de que Sunshine nos estaba mirando, me giré de nuevo, sonreímos y seguimos bailando.

6 comentarios:

  1. Quiero el siguiente yaa! Me ha encantado sobre todo la reconciliación! XX

    ResponderEliminar
  2. DIOS MIO! NO ME HABIA DADO CUENTA DE QUE VOLVIAS A COLGAR Y HOY HE TENIDO MARATÓN DE CAPITULOS Y ASDFDJSGDJDGW INCREIBLEEE! ME ENCANTAA! ME MUEROOO! DIOS MIOOO! SIGUELA PORQUE DE VERDAD QUE ME ENCANTA. ME ENAMORA. LOTS OF LOVE <3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA ME MEO.
      Estoy intentando subir uno cada día hasta que empiece el instituto porque entonces solo subiré uno cada fin de semana.
      Muchísimas gracias babeeeeeeeee! Lots of luvieeeeeeeeee xxxxxx

      Eliminar
  3. aijnsdfvwib empezé a leer tu novela hace una semana, hoy la he acabado, Y ME HE QUEDADO CON MUCHISIMAS GANAS DE MAS!¿Me puedes avisar cuando subas capítulo? Soy One_Directiner_ Siguienteeeeee :)

    ResponderEliminar