miércoles, 4 de julio de 2012

Capítulo 18.

"El miedo es como la familia, todo el mundo tiene una, pero aunque se parezcan, lo miedos son tan diferentes y tan personales como pueden serlo todas las familias del mundo. Hay miedos tan simples como desnudarse ante un extraño, miedos con los que uno aprende a ir conviviendo. Hay miedos hechos de inseguridades, miedo a quedarnos atrás, miedo a no ser lo que soñamos, a no dar la talla. Miedo a que nadie entienda lo que queremos ser. Hay miedos que nos va dejando la conciencia, el miedo a ser culpables de lo que les pase a los demás, y también el miedo a lo que no queremos sentir, a lo que no queremos mirar, a lo desconocido. Como el miedo a la muerte, a que alguien a quien queremos desaparezca. Y hoy he escuchado a un señor en la tele, un señor encantador, que decía que la felicidad es la ausencia de un miedo. Y entonces me he dado cuenta de que últimamente, yo ya no tengo miedo. Librarse del miedo es como quitarse la ropa delante de alguien, a veces cuesta, pero cuando empiezas lo único que tienes que hacer es seguir, sin dudar, y de repente te das cuenta de que el miedo ya no te pertenece, ha desaparecido, como esa ropa que un día dejas de usar."

Noah me llamó por la mañana preguntándome si podía quedar hoy con él pero le dije que no, que ya tenía planes y que lo llamaba para vernos al día siguiente.
Me puse mis pitillos vaqueros rajados, una camiseta de Superman y una sudadera de Bob Esponja, me hice una trenza de raíz y busqué mis patines. Una vez que los localicé, me senté en el sofá a esperar a que Louis viniera a recogerme. Llegó a los pocos minutos, aparcó el coche frente a mi casa y entró para ponerse los patines. Llevaba puesto unos vaqueros y una camiseta blanca con las mangas largas en color azul marino, sus gafas de sol y su beanie gris. Cuando estuvimos listos, cogí mis llaves, mi móvil y un poco de dinero y nos fuimos. Estuvimos un gran rato paseando por la ciudad y haciendo el imbécil hasta que nos entró hambre y nos sentamos en los veladores de un pub.
- Bueno ¿y cómo te sientes? ¿Mucha presión mediática?
- Qué va, todo lo contrario - dijo sonriendo - pensaba que no iban a dejar el tema nunca pero me equivoqué aunque bueno, ya sabes, siempre hay quien saca el tema. ¿Y tu qué? - no podía contestarle, había un perro enorme suelto merodeando cerca nuestra y yo le tenía pánico a los perros - ¿Delilah?
- ¡Shhh! - hice un gesto para que se callara.
- ¿Qué pasa? - miró por todos lados para ver si veía algo y, lentamente le señalé al perro - No me digas que te dan miedo - rió.
- Pánico.
- Pero si no hacen nada - dijo entre risas.
- Claro, hasta que te muerden y te arrancan la mano. - entonces perdí al perro de vista. - ¿Dónde está?
- Detrás de ti.
- ¡No jodas! - me quedé muy quieta sin girarme hasta que oí un ladrido, entonces me levanté de un salto y empecé a patinar hasta alejarme un poco. Louis se levantó, pagó la comida y vino hacia mí mientras se reía. - No me hace gracia.
- Pues es muy divertido - le di un golpe en el hombro y seguimos patinando. Lo mejor fue cuando patinamos por The Mall, la avenida que iba de Buckingham Palace hasta Trafalgar Square, como era tan ancha, pudimos patinar rápido, hacer círculos y acrobacias y demás tonterías así que pasamos mucho tiempo allí. Finalmente, cuando comenzó a anochecer, me acompañó a mi casa. Nos despedimos con un abrazo y un beso en la mejilla y quedamos en que nos veríamos en su casa. Mientras me duchaba, repasé todo lo que había pasado en el día. Había sido genial, no me esperaba que Louis supiera patinar tan bien. Lo mejor fue que después de lo del perro, cada vez que escuchábamos ladrar a uno, nos mirábamos y hacíamos una pequeña carrera. 
Después de cenar fui a ver a Audry y le conté todo.
- Joder, tía qué envidia - suspiró - ojalá yo tuviera a alguien con quien pasármelo tan bien.
- Me tienes a mí, mañana voy a la casa de los chicos y es sábado así que tú también puedes venir.
- Ni de coña, yo no vuelvo a esa casa, por lo menos si está Zayn.
- Eres tonta ¿de qué tienes miedo?
- ¿De qué iba a tener miedo? No tengo miedo de nada, soy muy valiente.
- Tienes miedo de que pase de ti ¿verdad? - asintió y la abracé - Pues mañana te vienes sí o sí.

[Narra Zayn]
- ¡Y entonces el perro ladró y se fue corriendo! - dijo Louis riéndose. Nos estaba contando cómo le había ido el día con Delilah y, al parecer, no le había ido nada mal. Delilah le estaba ayudando mucho, notaba que volvía a ser el mismo Louis de siempre y no habría nada en este mundo que fuera suficiente para agradecerle a Delilah lo que estaba haciendo por él, por nosotros, por las fans. - Le he dicho que se venga mañana aunque ya sabemos que iba a venir de todas formas y lo más seguro es que se traiga a Audry - añadió mirándome. Todos miraron mi expresión, era rara, como una mezcla de arrepentimiento, felicidad y enfado.
- Me voy a dormir - me levanté y me fui.
- ¿Qué te pasa, tío? - dijo Liam entrando en mi habitación.
- Nada, tengo sueño.- me tapé hasta el cuello.
- A mí no me engañas, soy muy listo.
- Estoy cansado - le di la espalda.
- Tienes miedo de enamorarte de Audry y de que ella no te corresponda, sobretodo después de lo del beso.
- ¿Cómo sabes lo que pasó? - me giré hacia él y me incorporé.
- Louis.
- Puto bocazas... - reímos - No tengo miedo ¿vale? Solo es que me da cosa mirarle a la cara después de eso.
- Vamos, que tienes miedo de sentir algo y ella no.
- ¡Que no!
- ¿Sabes? Los miedos hay que superarlos - dicho esto se levantó y volvió con los chicos. Tal vez tenía razón, tal vez debía actuar como si nada y enfrentarme a mi miedo, enfrentarme a ella. Tal ver debía ser amable con Audry y dejar toda esta estupidez a un lado para empezar a disfrutar con ella.

Cuando me desperté los chicos ya estaban todos levantados y llenos de energía y ya teníamos compañía. Bajé las escaleras estando medio dormido y me dejé caer al sofá.
- Buenos días - canturreó una voz alegre.
- Buenos días Del - le di un beso en la mejilla y me fijé en que Audry estaba sentada en el otro sofá así que pensé que quizás había llegado el momento de poner en marcha lo que pensé la noche anterior - Buenos días para ti también, Aud.
- Igualmente - dijo confusa mirando a Delilah.
- ¿A mí no me dices nada?
- Buenos días, Lou - le lancé un beso con la mano y hizo un gesto como si le diera vergüenza o algo así. Me fijé en que Louis miraba fijamente y en silencio a Delilah mientras que ella no paraba de teclear en su móvil y hacer tonterías con Harry, hasta que finalmente habló.
- ¿Sabes, Delilah? - ella paró inmediatamente de jugar con Harry y lo miró - los miedos hay que superarlos.
- Nunca olvidarás que me dan miedo los perros ¿verdad?
- Lo vas a olvidar hasta tú - rió - se me ha ocurrido llevarte a un sitio para que superes más o menos ese ridículo miedo.
- ¡Eh! Mis miedos no son ridículos.
- Eso tío - dijo Niall - respeta sus miedos.
- ¿Qué te apuestas a que consigo que no te den tanto miedo los perros?
- ¿Un maratón de pelis de miedo?
- Vaya - dijo Harry - esta chica no sabe apostar.
- Echo - se levantó, se acercó a ella y estrecharon las manos. Llamamos a un chino para que nos trajera comida y estuvimos vagueando hasta que Louis y Delilah se fueron.

[Narra Delilah]
No tenía ni idea de a dónde me llevaba Louis, pero estaba claro que habría perros. No podía evitar sentirme asustada aunque me tranquilizaba bastante la idea de tenerlo a mi lado. Estuvimos dando vueltas en coche por la ciudad hasta que paramos delante de una tienda de perros, se bajó del coche y me hizo esperarle hasta que saliera. 30 minutos después ya estábamos dentro.
- Nos han dejado estar con un perrito de los que tienen en el escaparate un rato.
- No quiero hacer esto.
- Vamos, si estos son cachorritos inofensivos llenos de amor - puso cara de cachorrito.
- Bueno, está bien - suspiré - pero yo lo elijo.
- De eso nada, lo elegiré yo porque tú escogerías al más pequeño e inofensivo y eso no servirá de nada. - Dicho esto se fue hacia el dependiente, hablaron unos minutos y volvieron juntos - sí, creo que rottweiler estará bien.
- ¡¿Qué?! Ni de coña, esos son lo más agresivos - entonces oí varios ladridos y vi como el dependiente, que se llamaba Carl, o eso ponía en su placa, cogía el perro y se lo pasaba a Louis para que lo cogiera en brazos. Él lo tranquilizó un poco dándole mimos y me lo acercó, obviamente salí de la tienda. Estuve esperando a que Louis saliera y la verdad es que me llevé un sorpresa. Salió acompañado. Acompañado del rottweiler.  - No te lo habrás comprado ¿no?
- No, ya tenemos suficiente con Niall y contigo - rió - nos lo han dejado para sacarlo a pasear.
- Pues te espero en el coche.
- No seas tonta.
- Lo soy, no entiendes el miedo que me dan estos animales.
- No, no lo entiendo pero intento que lo superes aunque sea un poco.
- ¿Y si no quiero superarlo?
- Todo el mundo quiere superar sus miedos - se acercó a mí con el perro y me alejé un poco, se cambió de mano la correa para que quedara al otro lado y me dio la mano que quedaba libre - vamos, no te pasará nada, todo irá bien - entonces recordé cuando estuvo conmigo en el hospital. Ese gesto, ese momento en el que me dio la mano, la apretó y le hizo varias caricias con el pulgar, fue lo que me quitó el miedo, fue lo que me dio fuerzas para abortar. Tuvo razón, no pasó nada y todo fue bien. ¿Y si ahora también tenía razón? ¿Qué perdía? Exacto, no perdía nada. Al contrario, ganaba unos minutos más con Louis.
- Vale - dije en un susurro.
- ¿Qué has dicho? - dijo contento.
- Que vale, pero vámonos antes de que me arrepienta.
- ¡En marcha! - me ofreció su brazo al igual que hizo Noah cuando me recogió del estudio y lo agarré. Noah. Lo echaba de menos. 
Al principio estaba muy pendiente de todo lo que hacía el perro pero al cabo de un rato, no sé cómo, Louis consiguió que me olvidara totalmente de su existencia. Estuvimos paseando durante una hora y cuando llegamos a la tienda incluso lo acaricié antes de que lo dejáramos.
- Has ganado - dije una vez nos sentamos en el coche.
- No, tú has ganado, tú has superado el miedo.
- Más o menos.
- Bueno, por lo menos es algo.
- Gracias - le di un beso en la mejilla mientras conducía.
- Para eso estoy - sonrió y me acarició el muslo - Bueno, ¿qué peli quieres ver hoy?
- Bah, mientras que sea de miedo del bueno no me importa - Paramos en un videoclub y alquilamos "La mujer de negro". 
Cuando llegamos a la casa de los chicos Audry seguía allí, me sorprendió bastante que no se hubiera ido si Zayn estaba todo el día picándola así que le lancé la típica mirada de "hablamos luego". Louis le estaba contando a todos lo que habíamos hecho mientras Zayn y yo hacíamos muchísimas palomitas.
- ¿Cómo es que Audry sigue aquí?
- ¿Por qué no iba a estar?
- No sé, si os peleáis siempre no es muy agradable pasar el día juntos.
- Por eso estoy intentando cambiar porque ¿sabes? La mejor manera de vencer el miedo es enfrentándolo.
- ¿Qué miedo? ¿Te da miedo Audry?
- No - rió - me da miedo que no quisiera saber nada de mí por ser un capullo con ella y lo estoy intentando arreglar.
- ¡Venid que empieza! - gritó Liam. Fuimos con tres ensaladeras llenas de palomitas y nos sentamos en los sofás. En uno estábamos Niall, Harry, yo y Louis en ese orden y en el otro Audry, Zayn y Liam. Si os soy sincera, la peli era escalofriante y todo se reflejaba en la cara de Audry, a la que no le gustaban mucho este tipo de pelis.
- ¿Estás asustada? - le preguntó Zayn después de que Aud gritara.
- ¡Claro! - replicó - ¡Os dije que no quería ver esta peli!
- Ven aquí - Zayn le pasó el brazo por sus hombros y la abrazó de tal manera que le tapaba los ojos con su mano para que no lo pasara mal. Liam me miró, yo le di un codazo a Louis y a Harry y éste se lo dio a Niall, de forma que todos los miramos. Entonces Louis se levantó diciendo que iba al servicio. Me sentía desprotegida sin Lou a mi lado así que me eché sobre Harry. Estaba tan metida en la película que pegué un respingo y grité cuando noté unas manos en mis hombros. 
- ¡No tiene gracia! - grité sin sentarme todavía.
- Perdón, era una broma - dijo riéndose.
- ¡Casi me da un infarto! - grité de nuevo y me fui hacia la puerta.
- ¿A dónde vas? Es solo una película.
- Ni siquiera es real - dijo Niall.
- Me voy a casa, tengo mucho miedo.
- Pues te llevo - cogió las llaves de su coche - Audry, ¿te vienes? No, ya veo que no. - nos montamos en el coche - Se supone que tú eras la valiente.
- Soy la valiente hasta que alguien me asusta.
- Joder, pues lo siento ¿Qué puedo hacer para que me perdones?
- No tienes que hacer nada, es una tontería, ya está.
- Pero yo quiero compensártelo ¿y si vamos al zoo? ¿o a pasear por Candem? - estuvo diciendo miles de posibles planes hasta que llegamos a mi casa - me han dicho que ha llegado una pequeña feria a las afueras de la ciudad ¿qué te parece si vamos pasado mañana?
- ¡Genial! Mañana lo hablamos ¿vale? - le di un beso en la mejilla.
- Sí, que descanses - me bajé del coche y entré en mi casa. Me duché, me puse el pijama y me acosté. Estaba muerta de cansancio pero no podía dormir, así que le mandé un mensaje a Noah.
Yo: "¿Estás despierto?"
Noah: "Ahora sí."
Yo: "Lo siento"
Noah: "No pasa nada, me gusta hablar contigo ¿qué pasa?"
Yo: "Nada, no puedo dormir"
Noah: "¿Por algo en especial?"
Yo: "No sé"
Noah: "Te echo de menos ¿y si nos vemos mañana y paseamos como hacíamos antes?"
Yo: "Lo dices como si fuera hace 5 años haha"
Noah: "Es que para mí estos dos o tres días sin ti han pasado muy lentos"
Yo: "Ooh :) me parece genial, además así aprovecho para comprarme un móvil nuevo que me apetece tener un iPhone para manejar Instagram desde mi propio móvil y no desde el de mi hermana"
Noah: "Perfecto, pues mañana nos vamos a comprar un móvil y lo que surja"
Noah: "¿Nos vemos en Earl's Court después de comer?"
Yo: "Sí, hasta mañana"
Noah: "Que duermas bien, te quiero xx."

2 comentarios:

  1. Cada capitulo te superas. Me encanta la historia, de verdad, y me encanta la pareja Zayn-Audry. Louis y Delilah hacen muy bueena pareja y son muy monos, aunque Delilah y Noah también hacen buena pareejaa! Espero con ansia el siguiente capitulo! *_* Besiitos! :)

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