viernes, 20 de julio de 2012

Capítulo 24.

"Nos reímos. Y seguimos riéndonos así. Hablando sin saber muy bien de qué ni por qué. Después decidimos colgar, prometiendo que nos llamaremos mañana. Es una promesa inútil, lo hubiéramos hecho de todos modos. 
Cuando pierdes tiempo al teléfono, cuando los minutos pasan sin que te des cuenta, cuando las palabras no tienen sentido, cuando piensas que si alguien te escuchara creería que estás loco, cuando ninguno de los dos tiene ganas de colgar, cuando después de que ella ha colgado compruebas que lo haya hecho de verdad, entonces estás perdido. O mejor dicho, estás enamorado, lo que, en realidad, es un poco de lo mismo."


[Narra Louis]
Era 4 de julio y yo no podía estar más tiempo sin Delilah, echaba de menos todo sobre ella, echaba de menos simples detalles que me sacaban grandes sonrisas. Nos quedaban diez días sin hacer nada en USA, ya no hacíamos ni conciertos ¿por qué seguir aquí?
- Liam, ¿no echas de menos a Danielle?- asintió - Y vosotros, ¿no echáis de menos a las chicas y a vuestras familias? - asintieron - Pues vámonos.
- Pero tenemos que estar diez días más aquí.
- ¿Para qué? No hacemos conciertos ni entrevistas ¡volvamos a Londres!
- Creo que Lou tiene razón - dijo Harry - no pintamos nada aquí.
- Pues no se hable más - dijo Niall. Hablamos con el mánager del tour y no se negó así que adelanté el vuelo a Venecia. No avisé a Delilah para que fuera una sorpresa. Recogimos todas nuestras cosas, hicimos unas últimas compras y nos montamos en el vuelo con destino Heathrow.
Una vez que aterrizamos, unas ocho horas más tarde, estaba prácticamente saltando de entusiasmo mientras que caminábamos por el aeropuerto sonriendo de tal forma que daba un poco de miedo.
- Louis, para, van a pensar que estás drogado - susurró Niall dándome golpecitos con el codo, pero eso no me paraba.
- No me importa, tengo a una chica guapa al otro lado de la ciudad así que ¡vamos! ¡vamos! - rogué hasta que me dieron mis maletas y pudimos ir a la zona de llegadas. Me escabullí de todas las chicas que estaban allí esperándonos con pancartas y cámaras y me fui al parking. Una vez que encontré mi coche, metí mis maletas y puse rumbo al número 20 de Cromwell Road.


[Narra Delilah]
Llevaba casi un mes sin ver a Louis, la última vez fue en LA, y aún así lo echaba muchísimo de menos. Todo me recordaba a él, así que invité a Danielle y a Audry a tomar té. Deberían estar al caer. Decidí poner la televisión para que el tiempo pasara más rápido y, por supuesto, había una entrevista de los chicos así que me quedé viéndola. Entonces oí que alguien llamaba a la puerta.
- ¡Pasad! - grité desde el sofá - ¡está abierta!
- ¡Gracias! - oí que decía una voz femenina, en un tono demasiado alto, como si alguien la fingiera. Entonces ese alguien se sentó a mi lado, me pasó el brazo por los hombros y me dio un beso en la mejilla.
- Hola - dije sin mirar.
- ¿Hola? ¿Cómo que hola? - entonces me giré. No podía creerlo. ¿Qué hacía Louis aquí?
- ¡Lou! - grité y lo abracé fuertemente.
- ¡Hey! - dijo como si nada - no me habrás echado mucho de menos ¿no? - vi su enorme sonrisa y sonreí aun más. Nos besamos durante mucho tiempo hasta que empezamos a quedarnos sin respiración y a jadear.
- No tienes ni idea de cuanto te he echado de menos - susurré en su oído.
- No puede ser más de lo que yo te he echado de menos - susurró en el mío.
- ¡Pero tu tour terminaba dentro de una semana! - dije aún sin creérmelo.
- Nada puede mantenerme alejado durante tanto tiempo de mi pequeña. - me besó.
- ¿Y los chicos?
- Deben estar en casa.
- Pues ahora debería ir a verlos.
- No, deberías hacer la maleta.
- ¿Por qué?
- Porque he adelantado el viaje a Venecia, nos vamos mañana.
- ¿En serio? - asintió y le abracé - Por fin podré pasar tiempo con mi novio.
- Pero antes te tengo que dar algunos regalos - salió de mi casa y volvió a los cinco minutos con una maleta de la que sacó dos bolsas.. En la primera había una pequeña caja que contenía una figura de la Estatua de la Libertad y en la segunda había una camiseta amarilla de tirantas que dejaba el ombligo al aire, unos shorts desgastados de talle alto y una camiseta normal de mangas cortas en la que ponía "Él es mi Louis" y una flecha hacia el lado.
- ¿Y ésto? - reí.
- Yo tengo otra igual en la que pone "Ella es mi Harry" y una flecha hacia el otro lado, llévatela a Venecia y nos la ponemos cuando paseemos por ahí.
- Vale - dije después de reírme. 
- ¡Ups! Se me ha olvidado otra cosa - salió corriendo y volvió a entrar con una caja muy grande.
- ¿Qué es eso?
- Es el último regalo - lo abrí y me morí. Era una pequeña máquina de chicles de estos que son bolas y estaba llena. Mi cara debía de ser la de una niña pequeña al ver los regalo bajo el árbol porque él no paraba de reírse. Lo abracé y le llené la cara de besos.
- ¡Muchísimas gracias!
- Todo para mi niña. - ya era tarde, así que preparé huevos fritos con bacon para cenar y pasamos un rato juntos antes de ir a ver a los chicos. Adiviné que Danielle no vino porque Liam la habría sorprendido pero, ¿por qué no vino Audry? Mi madre y mi hermana llegaron cuando estábamos cenando.
- Buenas noches, Mary - dijo Louis levantándose y dándole dos besos, luego hizo lo mismo con mi hermana.
- Hola - dije yo con la boca llena.
- Que aproveche. - dijeron las dos. - ¿no has hecho cena para tu hermana, Delilah? - añadió mi madre.
- No, lo siento, es que no pensé que ibais a llegar para cenar.
- Bueno, no pasa nada - dijo Summer un poco incómoda. Ella no era Directioner pero tener ahí a alguien famoso, la incomodaba - ya me haré cualquier cosa, no quiero molestaros.
- No molestas - dijo Louis - es más, he traído un regalo para ti - se levantó, sacó una bolsa de de la maleta y se la dio. - No te conozco así que no sabía qué comprarte pero tus hermanos me han hablado de ti varias veces así que pensé que esto te podía gustar. - mi hermana abrió la bolsa y se le dibujó una gran sonrisa en la cara.
- ¡Las cuñas que quería! - las sacó de la bolsa y nos las enseñó a mi madre y a mí.
- Pruébatelas para ver si te están bien - lo hizo.
- ¡Me están genial! ¿Cómo sabías mi talla?
- Le mandé un mensaje a tu hermano y me lo dijo.
- ¡Muchas gracias! - iba a abrazarlo pero se detuvo por la vergüenza, aunque eso no pareció importarle a Louis ya que él si la abrazó.
- Para usted tengo algo también - le dio una pequeña bolsita de papel que contenía una pulsera de plata.
- Gracias, Louis - mi madre le dio dos besos - ha sido todo un detalle.
- No tiene por qué darlas - unos minutos después terminamos de cenar - Mary, ¿le importa se llevo a su hija a mi casa para que vea al resto?
- Claro que no, Louis y tutéame, por favor.
- Vale, gracias - cogí mis llaves, salimos y me monté en su coche.
- ¿En serio le has regalado algo a mi hermana y a mi madre?
- Sí - sonrió mientras conducía - y también a tu hermano, te lo daré luego para que tú se lo des.
- Eres un puto pelota.
- Nunca está de más quedar bien con la familia de tu pareja ¿sabes?
- Pero eso ha sido demasiado empalagoso.
- Lo que pasa es que estás celosa.
- ¿De qué? ¿De que mi madre sea todo amor contigo y conmigo todo lo contrario? Pues sí - me crucé de brazos y se rió - a mí no me hace gracia.
- Es que eres toda una cría, ya te hará gracia cuando conozcas a mi familia y la situación sea la contraria.
- No creo, tu madre es amor con todo el mundo.
- Bah, cuando la conozcas valoraré más tu opinión. - aparcó, nos bajamos y abrió la puerta con sus llaves. Cuando entramos todos estaban durmiendo menos Liam, que estaba con Danielle en el sofá besándola sin parar.
- ¿Tanto asco damos nosotros? - le pregunté a Louis en un susurro.
- Espero que no. - nos sentamos en el sofá y entonces se dieron cuanta de que habíamos llegado, Liam me abrazó y empezamos a hablar los cuatro. Danielle me pidió perdón por no avisarme de que no iba a ir a mi casa pero le dije que no pasaba nada, que lo entendía. Me contó todo lo que le había regalado Liam y entonces se fueron juntos a su nueva casa, a la que se compraron antes de que Liam se fuera de tour. Así que Louis y yo nos quedamos solos, por lo que él aprovechó para abrazarme.
- Eh - dijo Harry desde la cocina y con voz de dormido - deja algo para los demás. - se acercó, me abrazó, me besó en la frente.
- Ya está - dijo Louis - búscate tu propia chica - nos reímos y Harry me dio su regalo: unas gafas de sol de aviador. Eran iguales que las que yo tenía sólo que eran verdaderas Rayban.
- Gracias, Hazza - me estuvo contando todo lo que había hecho durante el tour y lo le escuchaba atentamente aunque la mayoría ya me lo hubiera dicho Louis. - ¿Sabes? Creo que tienes la voz aún más grave.
- Vaya, gracias - dijo poniéndola más grave todavía. - Tú estás incluso más guapa.
- Gracias - sonreí - ¿Y Niall?
- Está durmiendo, mañana coge un vuelo a Irlanda y pasado, a Marbella.
- ¡Que suerte!
- Tú no te quejes, que te vas a Venecia conmigo - dijo Louis.
- ¿Qué? ¿Me dejáis solo con Zayn?
- Y Liam.
- Sois unos cabrones, al siguiente viaje en pareja me apunto.
- Bueno, creo que debería irme - dije levantándome - tengo que hacer las maletas para mañana.
- Te llevo.
- De eso nada, Lou, no has dormido nada - dijo Harry cogiendo sus llaves del coche - la llevo yo.
Al llegar a casa subí rápidamente a mi habitación, cogí la maleta más bonita y medianamente grande que tenía y la llené. No sabía qué íbamos a hacer allí así que metí ropa cómoda y un par de vestidos y ropa más elegante para por si salíamos a cenar. Por supuesto, todo era de mangas cortas ya que en julio hacía bastante calor en Italia.


A la mañana siguiente, Louis me recogió y nos fuimos directamente al aeropuerto. Allí desayunamos y compramos varias tonterías antes de coger el avión. 
Tres horas más tarde, ya estábamos en Venecia. Cuando llegamos, eran las 17h de allí, 15h de Londres. 
Una hora después cogimos un taxi acuático que nos llevó a la isla de San Clemente, una isla artificial del Lago Venecia en la que se encontraba el hotel San Clemente, el hotel más lujoso de la ciudad. Tenía piscina, pista de tenia, un pequeño lago y una superficie enorme de jardín. El hotel era de color marrón y blanco, y tenía la típica estructura de edificio italiano.
Mientras que Louis hablaba con el recepcionista, yo me senté a mirar los folletos y los mapas sobre Venecia.
- Vamos, Del - Louis cogió nuestras maletas y salimos por la puerta trasera el jardín.
- ¿A dónde vamos?
- A nuestra habitación.
- Louis, estamos en el jardín.
- Nuestra habitación es "La Villa", se trata de una casita separada del edificio, desde allí tenemos las mejores vistas de Venecia. - seguimos andando, cruzamos el pequeño lago y llegamos a la casita. Estaba dividida en dos suits, Louis había reservado una pero el pidió al recepcionista que no dieran la otra para que tuviéramos más intimidad. Tenía un pequeño jardín privado desde el que se veía la parte más bonita de Venecia, en él había varios muebles de jardín preciosos y tenía su propia salida. 
En cuanto a la habitación era perfecta, estaba segura de que esos cuatro días iban a ser los mejores de mi vida.


[Narra Audry]
No fui a ver a Delilah porque me enteré por Twitter de que los chicos habían vuelto, así que me imaginé que ella había ido a verlos a su casa. Al día siguiente vi que había twitteado "¡Venecia!" así que ahora no podría hablar con ella.
De todas formas, fui a la casa de los chicos para verlos y hablar un poco con ellos. Cuando llegué, me llevé la sorpresa de que Niall estaba en Dublín y Liam estaba viviendo con Danielle, así que solo quedaban Harry y Zayn. Estuvimos desayunando y contándonos todo, absolutamente todo lo que habíamos hecho y con todo detalle. La verdad es que me lo pasé muy bien con ellos, aunque bueno, Zayn seguía siendo un puto imbécil a ratos.
Este tiempo que había estado sin los chicos me había sentido muy sola, en parte por ellos y en parte porque Delilah solo quería encerrarse en su casa, ver entrevistas y fotos de los chicos y esperar a que lo llamara Louis. No me malinterpretéis, me alegraba por ellos como la que más pero me molestaba que Delilah me hubiera apartado a un segundo plano. ¿Qué digo segundo? Ese eran el resto de los chicos, me había apartado a un tercer plano. Así que ver que los chicos me trataban como siempre me alegraba aunque claro, yo no era Delilah y ciertas cosas se notaban.
Por la tarde Harry se fue a la piscina y yo, como no traía bikini, me senté en el sofá a ver la tele bajo la atenta mirada de Zayn.
- ¿Qué miras?
- ¿Qué coño tienes que me encanta?
- No estoy para coñas, y menos contigo.
- No estoy de coña, te estoy diciendo que hoy tienes el guapo subido - me quedé callada, intentaba hacerme me la dura pero me costaba, mi ídolo, que ahora era uno de mis amigos, me estaba diciendo que tenía el guapo subido - pero no solo hoy, siempre estás preciosa.
- Pero, ¿qué te crees? ¿Que por hacerme sonreír, ser genial y adorable conmigo, ¿me vas a gustar? - reí sarcásticamente - Bueno, vale.
- ¿Acabas de decir que te gusto?
- No - mentí - te sigo el rollo, ¿para qué te iba a decir que me gustas si yo a ti no?
- Eh, idiota - se sentó junto a mí - que sí, que te quiero y que me gustas más que a nadie.
- Eso sí que no me lo creo - reí forzada - ¿Por qué me ibas a querer tú a mí?
- ¿Te has visto? ¿Te has oído? Sería imposible no hacerlo.
- Entonces, ¿es verdad?
- Sí - suspiró - empecé a sentirlo desde que te besé en el rodaje del videoclip pero no quería enamorarme porque iba a ser muy duro no poder estar contigo así que empecé a ser un borde contigo para ver si me olvidaba de ti pero... no ha funcionado.
- Eres un capullo - le pegué en el hombro - Yo pensaba que me odiabas, que mi ídolo me odiaba ¿sabes lo que duele eso?
- Pues dolerá más o menos lo mismo que ver cómo se te acercan chicos y que no puedo hacer nada, o pensar que tú no sientes lo mismo que yo.
- Yo siento lo mismo que tú - le miré, me miró y sonreímos - desde siempre, desde que te vi en Factor X y ahora que te conozco, se ha hecho más fuerte.
- Entonces... entonces ¿podemos probar a... a salir juntos? - asentí.
- Pero antes, debes decirme por qué me quieres.
Supongo que te quiero porque cuando te miro es como si te conociera desde siempre, porque entiendes como soy, y eso nadie puede cambiarlo.
- Bueno, vale - reí - probemos a ver qué pasa, pero si sale mal no quiero que te vuelvas un borde ni que me ignores como están haciendo Eleanor y Louis.
- Lo prometo. - se acercó lentamente y nos besamos, era el primer beso que nos dábamos siendo pareja así que fue el mejor que me habían dado hasta entonces.
- Zayn pásame una toa... ¡no! ¡Otra pareja no! - gritó poniéndose de rodillas en el suelo  y mirando al techo mientras agitaba los puños. Zayn y yo nos separamos y nos reímos - ¡Pero si vosotros os odiáis!
- No, actuábamos como tal.
- Bueno, como sea - entró y subió las escaleras - Niall y yo somos los únicos supervivientes ¡voy a llamarlo!
Después de cenar, me despedí de Zayn y Harry me llevó a mi casa. Al llegar me tumbé en mi cama, no podía creérmelo. Siempre había soñado con estar con él, siempre me había imaginado cómo sería eso y ahora que estaba pasando, me sentía un poco indiferente. Supongo que sería porque ya no era "Zayn el ídolo", ahora era "Zayn el amigo". Bueno, ahora era más que un amigo, ahora ya empezaba la fase de salir juntos y ver qué pasaba.
Y creédme, estaba ansiosa por saber qué iba a pasar.

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