domingo, 8 de julio de 2012

Capítulo 20.

"He leído que cuando nos reímos utilizamos quince músculos de la cara, aunque no nos demos cuenta quince músculos se mueven a la vez. El mismo artículo decía que cuando gritamos usamos trece músculos y que cuando vamos en bicicleta, nueve. Al parecer cuando besamos a alguien es cuando más músculos se mueven, treinta y cuatro músculos.
El artículo no lo decía pero existen muchas clases de besos: besos de pasión, besos de amistad, besos que no dicen nada y otros que lo dicen todo. Quizás por eso un beso signifique tantas cosas porque después de darlo no es necesario hablar, está dicho todo."



[Narra Louis]
Me desperté cansado pero aun así bajé al sofá a reunirme con los chicos. Hoy estaba feliz, hoy volvería a ver a Delilah.
- ¿Qué tal la cita de ayer? - preguntó Harry.
- No fue una cita.
- Lo que tú digas ¿hoy vas a verla otra vez?
- Sí.
- Pues dale las gracias por mi peluche, bueno no, ya se las daré yo en persona cuando venga a vernos. Si es que tú se lo permites.
- Ayer me lo pasé muy bien con ella y con su prima - lo ignoré - Skye era adorable, es igual que Lux quizás un poco más grande y su risa es muy contagiosa.
- ¿Es igual que Lux? ¡Yo quiero conocerla!
- Además ver a Delilah cuidando de ella como si fuera su madre... no sé, como que me dieron ganas de tener mil hijos con ella.
- ¿Estás enamorado?
- No lo sé.
- Si sientes mariposas cuando la ves y sonreís mientras que os miráis sin tener la necesidad de hablar, es amor.
- Pues sí.
- ¿Sí qué?
- Que puede que esté enamorado.
La tarde pasó muy lentamente hasta que llegó la hora de recogerla. Me puse mis vaqueros, mi camiseta con la bandera de USA, mis gafas de sol y mi beanie azul marino. Cogí dinero, mi móvil, las llaves y me fui. Cuando llegué a su casa, di en el claxon cuatro veces y ella salió toda sonriente. ¿Qué mariposas ni mierdas? Yo sentía un puto zoo cuando la veía. 
Iba muy guapa, como siempre. Llevaba puesto sus vaqueros rasgados, una blusa con estampado de leopardo, unas converse del mismo estampado, sus gafas de sol y el pelo suelto. Se sentó a mi lado y pusimos rumbo al zoo. No paraba de hablar sobre los animales que quería ver pero yo no la escuchaba, solo la miraba, y cuando la miraba me daba cuenta de que cada jodido día la quería mas.
Cuando llegamos se fue corriendo a la cola y yo la seguí resignado, como si fuera su padre. Como era por la tarde, no teníamos tiempo de ver muchas cosas así que fuimos a las que queríamos ver expresamente.
Primero fuimos al reino de los gorilas, los monos eran nuestros animales favoritos así que era obvio que íbamos a ir allí primero. Después de flipar con lo mucho que se parecían a las personas y hacernos varias fotos, fuimos a ver a los dragones de Komodo. Eran unos bichos asquerosos y repugnantes pero molaban mucho y no podía cansarme de ver a Delilah sonreír. Luego fuimos a ver a los monos ardilla y adoptamos a una mona a la que llamamos "Audry", a continuación vimos las jirafas, los tigres, las nutrias, los reptiles y por último los suricatos, aprovechamos para adoptar a una suricata y la llamamos "Danielle". Seguro que a las chicas les gustaba ese detalle. Compramos muchas cosas para los chicos y nos fuimos.
Cuando la dejé en su casa, quedamos en que se pasaría por mi casa al día siguiente así que me fui feliz, sin poder olvidar la gran sonrisa que había reinado en la cara de Delilah durante todo el día y el brillo de sus ojos al ver todos los animales.


[Narra Delilah]
Nada más llegar a mi casa me duché y luego aproveché para subir a Instagram algunas de las fotos del acuario y del zoo. Subí la de la puerta del acuario con mi prima y con Louis pero no la twitteé, también subí la de la suricata con el título de "Danielle" y la de la mona con el título de "Audry", esas dos sí las twitteé. Rápidamente recibí una mención de Danielle. "@DelilahHarper ¡qué monada! ¡yo quiero adoptar uno igual! Gracias por ponerle mi nombre, cielo ¡nos vemos pronto! xx". Dios, Danielle era puro amor. 
Estaba quedándome dormida cuando recibí un mensaje. Noah.
Noah: "Oye, ¿te molestó que te dijera que me gustabas?"
Yo: "¡No! ¿qué te hace pensar eso?"
Noah: "No nos hemos visto en dos días"
Yo: "Pues nos vemos mañana"
Noah: "¿Has planeado algo?"
Yo: "No, pero podemos improvisar, podemos ir al cine o a ver un musical o a pasear"
Noah: "Lo del cine estaría bastante bien"
Yo: "Nos vemos mañana para ver la peli de las 18h y luego cenar."
Noah: "De acuerdo, que descanses, te quiero"
La verdad es que Noah me gustaba, pero no estaba segura de si llegaba a gustarme lo mismo que me gustaba Louis. Aunque claro, a Lou le gustaba otra, lo que hacía que la balanza se inclinara a favor de Noah.


Al día siguiente fui a ver a los chicos a la hora de comer ya que me había despertado bastante tarde. Cuando llegué todos estaban ocupados menos Harry, que se limitaba a leer cotilleos desde su móvil.
- Hola - le di un beso en la frente.
- Pero si es la desaparecida.
- Tonto.
- Gracias por el gato, lo he llamado Salem en tu honor.
- ¿Qué tiene que ver Salem conmigo?
- Nada, pero era para cumplir - se rió y le tiré un cojín - por cierto, muy bonitas las fotos que circulan por ahí de Louis, el misterioso bebé y tú en el acuario y de Louis y tú en el zoo. - me las enseñó. La verdad es que salíamos muy bien, parecía que estábamos saliendo y que pasábamos un día en familia. Ojalá pasara eso algún día - quiero conocer a Skye, es igualita que Lux.
- Pero ya sabe decir algunas palabras.
- Qué lista, igual que tú - le volví a dar con el cojín - todos se creen que estáis juntos.
- Ah.
- ¿No vas a hacer nada?
- Me he cansado de desmentir, hoy saldré con Noah así que habrá fotos nuevas y todos creerán que estoy con él. Y si mañana te acompañara a la peluquería también se pensarían que tenemos algo.
- Me ha gustado eso de la peluquería, cuando vaya a ir te aviso.
- Sí, buena idea, que no se te olvide.
- ¡Del! - recibí un beso furtivo en la mejilla.
- ¡Niall! - se sentó a mi lado y le di un beso en la mejilla.
- Tío, te has cargado un momento Darry.
- Lo siento, es hora de algún momento Diall.
- No me puedo creer que hayáis combinado mi nombre con el vuestro - reí - lo mejor de todo es que suenan bien.
- También está Diam, Dayn y Douis.
- Douis queda un poco raro, a mí me gusta más Deloulah - dijo Harry.
- Tío, tienes un gusto muy raro.
- ¿Y Zayn?
- Ha ido a la casa de Audry a esperar a que volviera del colegio a pasar un poco de tiempo con ella.
- ¿Y eso?
- Quiere recuperar el tiempo que ha perdido llevándose mal con ella.
- Qué mono.
- Sí, como el que habéis adoptado - dijo Niall riéndose - ¿a quién se le ocurrió llamarle Audry?
- ¿A quién va a ser? Por cierto, ¿dónde está?
- Ha ido al estudio a grabar los últimos detalles de uno de sus solos.
- ¿Y Liam?
- Con Danielle.
- Bueno pues yo me muero de hambre - dije tocándome la barriga.
- ¿Cereales o pizza?
- ¡Pizza! - dijimos Niall y yo a la vez. Las pizzas llegaron en media hora, después me despedí de ellos prometiéndoles que volvería al dí siguiente y me fui a mi casa para prepararme para la cita con Noah. 
Me había molestado un poco no poder estar un rato con Louis pero me lo había pasado genial con Niall y Harry así que tampoco podía quejarme.
Para la cita con Noah, me puse unos pitillos negros con una blusa blanca y mis taconazos negros de sandalia. Me dejé le pelo suelto y me maquillé poco, solo usé rímel. Cogí un maxi bolso y metí mi monedero, mi móvil, mis llaves, un espejito y salí.
Tenía el presentimiento de que la noche iba a ir bien.


[Narra Audry]
No lo entendía. Sinceramente, no lo entendía. Zayn me estaba volviendo loca. Primero decía que le caía bien, luego me odiaba y ahora decía que quería arreglar las cosas conmigo pero aún así era un borde. Y todo empezó desde el rodaje del videoclip. ¿Por qué? ¿Qué hice mal?  No entendía nada.
Me llevé la desagradable sorpresa de verlo en la puerta de mi casa cuando volví del instituto, lo invité a pasar por educación y comimos juntos. Estuvimos todo el rato en mi casa hasta que él se fue a cenar a la suya. Fue la tarde más incómoda de mi vida. A veces estábamos en plan bien, como si fuera Louis o cualquiera de los chicos pero de pronto salía el mismo Zayn de siempre y se metía conmigo.
Me dijo que en unos días, tres o cuatro, se irían de tour por USA y eso me dio que pensar, porque lo iba a echar mucho de menos. Sí, era un arrogante bipolar pero ¿a quién no le gusta el típico tío cabrón?
Estaba viendo una peli romántica súper empalagosa que ponían en la tele mientras twitteaba, cuando alguien llamó a mi puerta. Me levanté, me arreglé un poco y abrí.
- Hola Aud -Delilah me dio un beso en la mejilla, cerré la puerta y nos sentamos en el sofá - ¿qué haces?
- Veo la tele, como si pudiera hacer otra cosa - la miré de arriba a abajo, estaba súper frungible - ¿de dónde vienes?
- De una cita con Noah
- ¿Estáis juntos? ¡Oh Dios! ¡Aleluya! - Noah me gustaba mucho para ella, no lo conocía, solo sabía de él que no era famoso y eso bastaba para que tuviera mi aprobación.
- No, no, no.
- Entonces no era una cita.
- Bueno, me da igual lo que fuera, el caso es que hemos ido al cine y a cenar.
- ¿Y?
- Pff, es perfecto.
- ¿Y Louis?
- También.
- Joder, Del, tienes que aclararte de una puta vez.
- Es que es muy complicado.
- ¿Crees que eso es complicado? ¡Por favor, si tienes a los dos a tus pies! Complicado es lo mío con Zayn.
- ¿Qué ha pasado ahora? - le conté todo lo que habíamos hecho durante la tarde - Es imbécil, te juro que no sé qué más decirle para que se dé cuenta de las consecuencias que sufrirá si no actúa ya.
- ¿Qué?
- Bah, da igual.
- Por cierto, hoy me ha dicho el director que las convocatorias de selectividad de este año son a principios de junio - me levanté y busqué un folio en el que me habían apuntado todo para que se lo diera - aquí está, el 4, el 5 y el 6.
- ¡Pero si quedan dos semanas!
- Por tu reacción creo que no lo llevas muy bien.
- Empecé a dar clases con mi hermano pero como se ha ido de casa, ya no lo veo.
- Pues te tienes que poner las pilas porque como suspendas, adiós universidad y adiós todo.
- Sí, sí, empezaré mañana mismo - miró su reloj - me voy ya porque si no, no podré empezar temprano. - cogió el folio con la información de lo que iba a entrar más o menos, su bolso y se fue.

[Narra Delilah]
El despertador hizo su función a las 7:30h. Saqué los libros que todavía tenía guardados en la mochila y me senté en mi escritorio. Miré el reloj, las 7:32h. Apenas llevaba dos minutos estudiando y ya estaba cansada, más bien, no podía concentrarme. Miraba al libro pero no leía su contenido, solo pensaba en lo que me dijo Audry la noche anterior "Joder, Del, tienes que aclararte de una puta vez". Tenía razón, debía aclararme, debía elegir con quién debía dejar que mis sentimientos fluyeran y con quién tendría que frenarlos y limitarme a ser su amiga. Y debía hacerlo cuanto antes o no podría estudiar, así que decidí irme al sitio al que yo solía acudir cuando estaba preocupada o cuando tenía que pensar. Me puse el chándal de mi hermano, los botines más rotos que tenía y las gafas de sol, me recogí el pelo en un moño playero muy mal hecho y me puse mi beanie de colores. Salí de casa con el móvil en la mano y el dinero exacto para comprarme un capuchino de vainilla en el primer Starbucks que viera. Cuando llegué a Hyde Park, me adentré lo máximo posible, me fui a la zona más vacía, la que poca gente conocía y me senté al pie de un árbol. Apagué el móvil y lo metí en el bolsillo del pantalón para que nada me distrajera. Ahí estaba yo, sentada al pie de un árbol dando pequeños sorbos de un capuchino que empezaba a ponerse frío e intentando ordenar mis ideas. 
Llegué a la conclusión de que elegir entre dos personas las cuales quieres, era como entrar en una tienda de pasteles donde todos te encantan y tienes que elegir sólo uno. O como cuando tienes dos grupos favoritos y te hacen elegir sólo uno para ir a su concierto. Era un sentimiento parecido. En la tienda de pasteles puedes elegir un pastel, pagar y volver otro día para comprarte el otro. En el caso del concierto, siempre te queda la esperanza de que puedas a ir al concierto del otro grupo algún día de tu vida. Pero cuando es entre dos personas, no hay ese tipo de opciones. Si elegía a una persona perdía a la otra. Por un lado quería estar con Noah, y por otro con Louis. Pero yo era consciente de que tenía que elegir, ¿A quién elegía? No podía hacerlo. Estaba muy bien pensar que podía probar con uno y después irme con el otro, pero ese otro no iba a estar ahí para siempre. 
Cuando era pequeña, en el día de mi cumpleaños, mis padres me llevaron a una juguetería enorme para que eligiera qué quería que me regalaran. Después de una hora, elegí dos muñecas. Las dos me habían encantado, así que como no podía elegir, le dije a mi madre que quería las dos. Fui al mostrador y cuando le dije a mi madre que quería ambas, me dio un no como respuesta. Por más que llorara a ella le daba igual, siempre era un no. Empecé a creer que realmente tendría que elegir entre las dos muñecas. Pero no podía hacerlo, aun así la decisión de mi madre era firme. Me dolió, pero si tenía que elegir sólo una, no quería ninguna de las dos. Las tiré al suelo y salí de la tienda corriendo, llorando un mar de lágrimas.
El caso de ahora era algo por el estilo. Estaba tan loca por Louis y tan loca por Noah, que si tenía que elegir entre ambos, no quería a ninguno. Elegir entre dos personas, estaba bien cuando sabías quién te había aportado más en tu vida o quién te convenía más, pero no era así cuando los dos te daban la vida y cuando los dos te hacían sentir especial.
Me empezaban a doler las sienes de tanto pensar así que me tumbé mirando al cielo y me centré en relajarme. Qué bien se estaba aquí, recién amanecido, en Hyde Park, sin jaleos, sin gente, sola. Era un lugar tranquilo, dejaba de serlo por la tarde, cuando de llenaba de gritos de niños pequeños y ladridos de perros. Por lo demás, era un lugar donde podía estar sola. Era raro que yo viniera sola, aunque pareciera. Era raro que viniera sin Louis, Noah nos estaba distanciando. Y ahí estaba, de nuevo ese dolor en el pecho.  Me llevé las manos a la cara, intentando contener las lágrimas. 
- Debes estar muy preocupada para venir aquí sola.
-¿Yo? - me incorporé asustada, Louis asintió y se sentó a mi lado. - Yo no estoy preocupada. Pero tú sí - Louis se rió y se tumbó en el suelo, colocando su cabeza sobre mi regazo.
- Yo nunca me preocupo por nada - él arrancaba hierba y la rompía en pedazos diminutos mientras yo jugaba con su pelo haciéndole distintos peinados,
- Cuéntamelo - le pedí. Tiró la hierba que había roto y me miró fijamente.
- Pues nada, que me he enamorado de tu sonrisa, de tus pestañas, de cada vez que cierras los ojos y los vuelves a abrir para mirarme, de cómo mueves los dedos inconscientemente sobre la palma de mi mano cuando estás aburrida o nerviosa, de tu forma de andar, de reírte y de sacarme la lengua cuando me río de ti y de tu forma de quererme - me miró - Y bueno, ahora mismo muero por un beso tuyo - ¿Qué estaba diciendo? Mi corazón comenzó a latir con más fuerza y más rápido.
- ¿Y si me lo pides? Quizás te lo de... - susurré en un hilo de voz sin dejar de tocarle el pelo.
- No.
- ¿Por qué no?
- Porque me importas demasiado como para que me beses y que después te arrepientas.
- ¿Quién ha dicho que yo me vaya a arrepentir?- pregunté. Me miró abriendo bien los ojos. 
- Lo he dicho yo.
- ¿Y por qué lo dices?
- Ni put. - reímos.
- Eso está bien - reí y lo miré a los ojos, esos ojos azules que brillaban más todavía con la luz del sol, la verdad es que estaba guapísimo.
- Bueno, quizás sea mejor que me calle.
- No, quizás sea mejor que te calle con un beso.  - Quizás estuviese mal pero me dio igual, me incliné sobre Louis y le di un tierno beso. Él se incorporó, se sentó a mi lado, me echó su brazo por los hombros y yo pasé mis brazo por su espalda, a la altura de la cintura. Nos miramos fijamente durante unos segundos que parecieron siglos, entonces sonrió y presionó sus labios sobre los míos. Dios, me estaba muriendo de amor. Siempre había soñado con besar a Louis y ahora lo estaba consiguiendo. Nuestras lenguas jugaban y no era un sueño, era la puta realidad. - Oye, ¿y la chica esa que te gustaba? - pregunté sin separar mucho los labios, a pocos milímetros de los suyos.
- Creo que la quiero, quiero pasar con ella todos los segundos que quedan de mi vida porque cuando estoy con ella nos reímos, bromeamos y nos divertimos. Ella es la mejor chica del mundo, la más simpática y divertida que he conocido y por eso la quiero. Ella es todo con lo que siempre he soñado y me alegra mucho decir que es mi mejor amiga. - ¿me besaba y ahora decía esto? Lo iba a matar - ¿Sabes quién es?
- No - dije quitando mi brazo de su cintura y separándome de él.
- ¡Eres tú! - rió y le pequé en el hombro. - Entonces ¿qué?¿Estamos juntos?
- No sé, es que no creo que seas bueno para mí. - me miró sorprendido y confuso - ¡Era broma, imbécil! - reí - Claro que estamos juntos.
- Pues ahora soy yo el que no quiere - cruzó los brazos actuando como un niño chico enfadado. - le di un beso en la mejilla, volvimos a la posición de antes y estuvimos besándonos hasta que quedó claro que ya éramos más que mejores amigos.

6 comentarios:

  1. ahhhhhhh ahhhhhhh ahhhh me va a dar un ataque! por fin son algo más :') me encanto sigue!! ah y he creado un blog con una historia de 1D¿ puedes pasarte? http://novelade1dmorethanthis.blogspot.com.es/
    XX

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  2. OMG! Tu nueva lectora alucina con este capitulo *_*! Justo lo que queria ver a Lou y Del juntos! ME ENCANTA TU NOVELA! Siguiente :) xx..

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  3. Oh si por fin! Dios no sabes cuanto deseaba que Louis y Del estubieran juntos por fin! Me encanta tu novela aunque bueno, creo que ya lo sabes porque te comento en casi cada capitulo jaj :P Bueno cielo, que me encantas y me encanta como escribes.
    En cada capitulo te superas. Espero el siguiente! Can't wait! *_* Besitos guapaa :) xxx

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